Miles de vecinos de Madrid se han manifestado esta misma mañana convocados por asociaciones populares de los distritos y municipios afectados por las medidas de confinamiento decretadas por el gobierno regional de Díaz Ayuso. Movilizaciones multitudinarias se han producido en Parla, Getafe, Fuenlabrada, Villaverde o Vallecas, bajo el preceptivo uso de las medidas sanitarias y de distanciamiento.
Se prevé además que las protestas continúen a lo largo del día pues algunas de ellas, caso de Usera y Latina serán a partir de las 19 horas y se espera que a ellas se sumen otras desde distintos puntos. La Federación de Asociaciones Vecinales de Madrid, FRAVM, ha convocado además una asamblea esta tarde con la intención de desarrollar nuevas medias de protesta y acciones unitarias.
Los trabajadores de Madrid expresan de este modo su profundo rechazo a la propuesta de confinamiento selectivo de los barrios señalados como estrategia para frenar el incremento de la Covid-19. Estos colectivos han hecho público el “Manifiesto por la dignidad del Sur ante la segunda oleada”, escrito en el que describen los problemas endémicos y el abandono de la Administración que padecen desde hace décadas estos distritos y sirve para plantar cara a la “estigmatización, la exclusión y la discriminación territorial”.
Declaran su repulsa a las políticas clasistas y racistas que el gobierno de la Comunidad de Madrid está desarrollando durante esta segunda oleada de COVID-19 enfocadas a la discriminación de los vecinos y vecinas del Sur: «En lugar de proteger, cuidar y prevenir que la población más vulnerable de nuestra ciudad sufra como está sufriendo las mayores tasas de contagios -denuncia el manifiesto vecinal-, han optado por la estigmatización, la exclusión y la discriminación territorial.»
En otro punto el manifiesto señala con rotunda precisión: «Se ha optado igualmente por la política del miedo, por culpar a “los comportamientos individuales”, como si nuestros barrios fueran los únicos donde se incumplen ocasionalmente las normas, o como si no hubiéramos visto comportamientos inadecuados promovidos y alentados por las propias administraciones, como corridas de toros superando aforos, manifestaciones en barrios con alto poder adquisitivo en pleno estado de alarma, concentraciones negacionistas sin medidas de seguridad, terrazas y locales llenos de gente«.
La pandemia ha quitado la careta del capitalismo y ha dejado en evidencia todas las miserias del sistema. Los madrileños residentes en estas zonas del sur, uno de los puntos más afectados por esta desgracia en Europa, han visto así de manera manifiesta que para los poderosos ellos no son más que mano de obra barata, que se encarga de servicios como depuradoras, incineradoras, industrias, así como de los cuidados, la limpieza o la mensajería a domicilio y a la vez son olvidados o marginados cuando los problemas superan la pésima capacidad de gestión de los responsables.
Condenados a usar transportes públicos abarrotados, con ratios escolares que incumplen las medidas y con centros de salud colapsados, el Sur de Madrid se ha levantado y sus protestas contra el clasismo de las medidas adoptadas por el equipo de gobierno de Ayuso parecen ser el inicio de un movimiento que no se detendrá.
