El Índice de Precios de Consumo (IPC) se ha situado en números rojos, con un descenso interanual del 0,7%, según el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Para el INE, “la declaración del estado de alarma ha provocado una situación inédita en la producción del IPC del mes de abril, ya que es la primera vez que una parte considerable de los bienes y servicios de consumo no están disponibles para su adquisición, o sólo lo están a través del comercio electrónico”.
Estos datos son algo generalizado a nivel europeo con niveles que oscilan desde el -0,1% que ha perdido Alemania desde Enero, al -0,3% de Francia, el -1,4% de Suecia o el -1,9% de Eslovenia.
Según fuentes económicas consultadas por El Común, la única solución viable a la situación macroeconómica que se plantearía de la suma de aumento del desempleo y deflación sería será estimular el consumo aumentando salarios y prestaciones sociales; bajar los tipos de interés; aumentar los presupuestos de las administraciones públicas por medio de una subida de los impuestos a las rentas más altas y fomentar las exportaciones, a través de una disminución de los tipos de cambio.
Esto explicaría la postura del Banco Central Europeo y del resto de instituciones europeas como lo son la compra masiva de deuda soberana, los tipos de interés negativo y sus presiones para romper con la austeridad e implantar políticas económicas expansivas en la zona euro.
