Tal día como hoy, hace 30 años, más de 200 mil personas despedían a la presidenta
PCE Dolores Ibárruri la Pasionaria. La plaza de Colón estaba abarrotada, Julio Anguita
hizo un discurso hermosísimo y Rafael Alberti leyó un poema dedicado a Dolores:
UNA PASIONARIA PARA DOLORES
¿Quién no la mira? Es de la entraña
del pueblo cántabro y minera.
Tan hermosa como si uniera
tierra y cielo de toda España.
¿Quién no la escucha? De los llanos
sube su voz hasta las cumbres,
y son los hombres más hermanos
y más altas las muchedumbres.
¿Quién no la sigue? Nunca al viento
dio una bandera más pasión
ni ardió más grande un corazón
al par de un mismo pensamiento.
¿Quién no la quiere? No es la hermana,
la novia ni la compañera.
Es algo más: la clase obrera,
madre del sol de la mañana.
Tardará mucho tiempo en nacer, si es que nace una figura tan destacada y tan
querida en el Movimiento Obrero y Comunista Internacional. En mi condición de
miembro de la Unión Parlamentaria Internacional (UPI) durante 12 años, he visitado la
mayoría de los países del mundo, y en todas partes me hablaban de Dolores Ibárruri
con cariño y reconocimiento.
El salón de actos y el vestíbulo de nuestra sede en Madrid, lo abarrotaban más de 200
coronas, llegadas de todos los lugares del mundo. Desde la enviada por Yasser Arafat,
líder de la OLP, a las enviadas por intelectuales y las enviadas de los lugares más
recónditos de la Tierra.
Una mujer, en un país de las tradiciones culturales y políticas de España que saliera de
su pueblo y llegara a Madrid como diputada por Asturias, es en palabras de Arzalluz
“un milagro”. Está claro, que no damos base científica a los milagros, pero si fue
impresionante como se abrió camino entre tanta hostilidad y entre los poderes tan
caciquiles que existían y existen en nuestro país. Su carisma, sus dotes de liderazgo, su
entrega y la cualidad que más se valora en un revolucionario, la disponibilidad, se
aunaron en Dolores.
Dolores, fue una diputada de la calle y la mejor embajadora de la causa de la y por la
República. Dolores junto al también secretario general José Díaz, encabezó en el
Congreso del año 34 en el parque de María Luisa un giro en la política del PCE, que
conduciría a la victoria del Frente Popular en el 36.
De Dolores Ibárruri, destacamos su discurso más famoso “¡No pasarán!”, luego
después hace un discurso emocionante despidiendo a las Brigadas Internacionales. Su
hijo murió en la batalla de Stalingrado contra la ocupación nazi, pudiendo
seguramente haberlo apartado del frente. Lo que pone de manifiesto la gran talla ética
y de ejemplo que deben dar los dirigentes cuando llega el momento.
Dolores, se enterraba en Madrid y en el entierro hubo ausencias significativas del
gobierno de Felipe González. Acudieron dos ministros, Rosa Conde y Virgilio Zapatero,
que estuvieron un ratito en la capilla ardiente. José María Benegas, asistió al entierro
en representación del PSOE. Los que no faltaron fueron nuestros militantes veteranos,
que conocían su trayectoria, que siendo mayores sacaron fuerzas para estar en
Madrid. Tampoco faltaron los militantes jóvenes y las delegaciones internacionales.
Tampoco faltó la solidaridad y el cariño de todos/as que no pudieron desplazarse a
Madrid, pero su corazón y sus ideas estaban con Dolores.
La lucha contra el capital, la lucha por la paz, la lucha por la justicia social, en
definitiva la lucha por una sociedad sin desigualdades sociales y sin explotación. Ha sido el mapa sobre el que Dolores Ibárruri trazó su único camino, su libro titulado El único camino, explica su trayectoria vital.
Personalmente, tuve la suerte de conocer a Dolores y a su secretaria Irene Falcón, y
hablar en alguna ocasión. Recuerdo que Irene al verme por la televisión, me dijo “ven a
ver a Dolores y le cuentas como van las cosas en Andalucía”. Le conté que venía de la
inauguración de una sede en Nueva Carteya, frente a la iglesia, y a ella le hizo mucha
gracia la vecindad que teníamos. Me comentó que todos los camaradas que visitaran
Madrid se pasaran por la sede del Partido.
El mundo atraviesa una crisis estructural, de sistema, cada vez hay mayor brecha
entre los ultraricos y la mayoría de la ciudadanía. Se destruyen toneladas de alimentos,
y hay hambre en el mundo. Cuando se gastan billones de dólares en investigación
armamentística para sus guerras y enfermedades que podrían tener cura, se olvidan
por las multinacionales farmacéuticas, que no les interesa desarrollar estas
investigaciones.
Si viviera Dolores, estaría debatiendo en primera línea lo que surge de la política,
economía, ciencia y con la idea central de luchar por la emancipación de los
trabajadores y de las mujeres, especialmente en la doble emancipación que debe
alcanzar la mujer del capital y del patriarcado. Dolores estaría en la calle con su metal
de voz, con sus ideas, con su coraje, con su pasión y no se doblegaría ante los poderes
fácticos.
Dolores vestía de negro, vestía de forma sencilla, y de ella emanaba esa dignidad que
se encuentra en las mujeres de nuestro pueblo. Su encanto para reír y hablar, ella era
la gran tribuna que movilizaba a las multitudes con sus discursos pasionales y sinceros.
Hay una anécdota muy bonita, el 13 de octubre del 37 en una entrevista con el
presidente Azaña de una delegación parlamentaria, con el objeto de persuadirle a
cambiar la sede del Gobierno de Valencia a Barcelona. Dolores, dio muestras de su
espontaneidad y de su conocimiento de la realidad política, Azaña les dijo socarrón
“supongo que eso de la dictadura del proletariado, lo habrán aplazado ustedes por una
temporadita”, a lo que Pasionaria replicó “sí, señor presidente, porque tenemos
sentido común”.
En su discurso memorable a las Brigadas Internacionales, el 29 de octubre del 38,
decía “¡Camaradas de las Brigadas Internacionales! (….) sois la historia, sois la leyenda,
sois el ejemplo heroico de la solidaridad y de la universalidad de la democracia (…)No
os olvidaremos, y cuando el olivo de la paz florezca entrelazado con los laureles de la
victoria de la República española ¡volved!, volved a nuestro lado, que aquí
encontraréis patria los que no tenéis patria; amigos, los que estáis privados de
amistad; y todos, el cariño y el agradecimiento de todo el pueblo español, que hoy y
mañana gritara con entusiasmo: ¡ Vivan los héroes de las Brigadas Internacionales!
En estos días se está configurando un gobierno de coalición en el que participará el
PCE, situación que no se daba desde la II República, es el mejor homenaje que le
podemos hacer entre todas/os los comunistas españoles.
¡Pasionaria vives en nuestros corazones!
En Málaga, a 17 de noviembre de 2.019
