Cortafuegos feminista frente a la involución ultra

0

Pensaba que no se podía ser más ignorante y sectario en praxis política que en lo mostrado hasta ahora por el Govern de coalició PP-Vox en la Generalitat Valenciana, pero tratándose de estas dos formaciones políticas está claro que aún pueden llegar más lejos en la pérdida de valores democráticos, y en su retroceso a etapas de desprecio por el conocimiento científico y la defensa de los derechos humanos de las mujeres.

Aunque también quiero hacer un llamamiento a los medios de comunicación para que sean más pedagógicos en su presentación de la información, porque el titular que habría sido más acertado es el siguiente: “El PP apoya la propuesta de Vox en Baleares enmarcada en su campaña de invisibilización de la violencia alimentada por el maldito género”. Que vendría inmediatamente seguido del siguiente dato: “Y ello a pesar de los datos emitidos este año por el Consejo General del Poder Judicial que reflejan un máximo histórico en el porcentaje de sentencias condenatorias en violencia de género, que se situó en el 80’64%.”

Porque el objetivo que realmente persigue toda esta ideología ultra tradicionalista es alejarnos del conocimiento y de la práctica democrática basada en la defensa de los Derechos Humanos, y en la crítica y deslegitimación de toda institución y normativa asentada y desarrollada desde la ancestral desigualdad de poder establecida entre los sexos, ya que impiden  la Igualdad Efectiva de mujeres y hombres e imposibilitan la convivencia igualitaria y en paz que, a la vista está, estamos lejos de conseguir.

Y precisamente una de las instituciones más resistentes a la incorporación  de dinámicas igualitarias entre los sexos es la familia, una forma de organización social Patriarcal asentada desde hace milenios sobre la tiranía del viriarcado, es decir, regida desde la normativa andro.

En 2023 publiqué un artículo titulado “Somos los descendientes de los varones poderosos que practicaron la desigualdad”, donde me hacía eco de la magnífica labor que está desarrollando la paleogenética a la hora de mostrarnos cómo se produjo y reprodujo la desigualdad estructural, que lleva denunciando en solitario la Teoría política Feminista de forma sistemática y rigurosa desde hace más de tres siglos.

En España contamos con uno de los principales expertos del mundo en ADN antiguo, Carles Lalueza-Fox, director del Museo de Ciencias Naturales de Barcelona e investigador del Instituto de Biología Evolutiva. Y de una de las entrevistas que concedió presentando su trabajo “Desigualdad. Una Historia genética”, extraje este párrafo:

__”Hay necrópolis donde tras analizar genéticamente los restos encontrados hemos podido reconstruir las relaciones de parentesco, y hemos comprobado que los hombres están casi siempre enterrados con sus progenitores, y con sus hijos y hermanos; en cambio las mujeres nunca tienen padres ni familiares próximos, sólo hijas/os. Esto significa que los hombres permanecen en el grupo donde han nacido y por tanto tienen una relación social y familiar muy sólida, y en cambio las mujeres se mueven entre grupos, con frecuencia además faltan hijas, lo que significa que los grupos las intercambian. Así que las mujeres cuando llegan no tienen ningún tipo de apoyo familiar, con lo que están claramente en una posición social mucho más débil.”

Y las mujeres eran intercambiadas por los hombres, por sus abuelos, padres  hermanos, o incluso maridos, porque desde hace milenios tenemos testimonios escritos que muestran que las mujeres son consideradas como seres claramente inferiores cuya situación social es la subordinación respecto a sus superiores los hombres. 

El primer nicho social de domesticación es la familia y su primer apoyo normativo la religión. Este es un fragmento de “Las leyes de Manu”, libro sagrado hindú siglo VII a. C.:

__”“Aunque la conducta del esposo sea censurable, aunque éste se entregue a otros amores, la mujer virtuosa debe reverenciarlo como a un dios. Durante la infancia, una mujer debe depender de su padre; al casarse de su esposo, y si él muere, de sus hijos, y si no lo tiene, de su soberano. Una mujer nunca debe gobernarse a sí misma”.

Este es un precepto nuclear en absolutamente todas las religiones, por eso forma parte de la ideología Feminista la reclamación de un modelo de sociedad asentada en el laicismo.

Sobre todo para desprendernos de toda la parasitación supremacista y segregacionista en función del sexo que las doctrinas religiosas han inoculado a las leyes y código civiles. Un claro ejemplo en Europa, es el Código Civil francés establecido por Napoleón Bonaparte en 1804, conocido como el Código napoleónico, que restableció y reforzó el poder patriarcal dentro de la vida familiar, cercenando las reivindicaciones Feministas que reclamaban la igualdad efectiva entre los sexos, claramente expuestas y formuladas por mujeres ilustradas y por mujeres combatientes durante la Revolución francesa, en el que queda establecido que las mujeres son legalmente incompetentes y necesitan de por vida la tutela de un familiar hombre, o de un tutor.

Así mismo dentro del matrimonio queda establecida la obligada obediencia marital de la esposa al esposo, y su derecho al divorcio queda reducido al hecho manifiesto de que éste “llevara a su concubina al domicilio conyugal”. Además el nuevo derecho penal estableció como delito específico para las esposas y con pena de encarcelamiento el adulterio, pena que también recibía el “crimen” del aborto. 

Los siglos habrían pasado, pero la situación de subordinación de las mujeres permanecía como en el siglo VII a. C. Y esa situación se impuso en España, tras cercenar nuevamente los avances que las mujeres españolas con ideología Feminista habían logrado introducir en la II República, durante los 40 años de infame dictadura franquista que sufrimos. 

Y durante ese ignominioso período histórico, que nadie con conciencia ética y humanista puede admirar, que nadie que respete los derechos humanos puede contemplar sin sentir rechazo, que nadie que respete la igualdad real entre mujeres y hombres puede analizar sin sentir el más profundo desprecio; ese criminal periodo histórico alimentó una perniciosa interiorización de la supremacía andro y de sus mandatos de género, impuesta a  sangre y fuego, una de cuyas consecuencias más extremas no debemos olvidar nunca, y que además debemos calificar como lo que fue, un acto de terrorismo machista: el asesinato en 1997 de Ana Orantes, quemada viva por su marido, delante de su hijo de 14 años, tras 40 años de maltrato continuado y dos años de separación, en los que siguió maltratándola a pesar de la separación legal.

Pero no ha habido ni una sola declaración bien argumentada políticamente, ni tampoco periodísticamente, crítica y deslegitimadora de este silenciamiento respecto al dañino entramado sociológico construido bajo los mandatos de género y que envuelve a la institución de la familia, cuyas nefastas consecuencias para las/os menores y para las mujeres están recogidas en datos oficiales de fácil acceso:

__De los homicidios ocurridos en el ámbito de pareja o expareja entre 2009-2020, en 80 casos la víctima era un hombre y en 670 una mujer.

__Del total de hombres muertos en casos de homicidio solo el 3,2% lo fue en el ámbito de la pareja. Sin embargo, del total de mujeres muertas en casos de homicidio, el 44,6% lo fue en el ámbito de la pareja.

__En los casos ocurridos en 2022, el CGPJ cifra en dos los hombres asesinados por su mujer o exmujer, frente a las 49 mujeres asesinadas por su marido o exmarido.

__Un total de 57 menores han sido asesinados/as desde 2013 a manos de su padre o la pareja de su madre. 

__Al 31 de marzo de 2024 en España había 1.431 niñas y niños que viven con protección policial por el riesgo de que sean agredidos por los maltratadores de sus madres.

__Ocho de cada diez casos de abusos sexuales contra la infancia se producen en el entorno familiar y el agresor es un conocido o familiar de la víctima, según el informe de la ONG Save the Children.

__Las niñas y chicas representan el 82,7% de las víctimas de estos abusos sexuales.

Esto no es casualidad sociológica, ni responde a alteraciones mentales, es causalidad sociológica e interiorización ortodoxa de los perfiles psicológicos creados por el maldito género. Es el maldito género el que también está detrás de la generación de las peligrosas estructuras de pensamiento machistas de los incels, de los proxenetas, de los puteros y de los consumidores habituales de porno, que además se retroalimentan, y que tienen o aspiran a vivir en familia.   

Y con enorme indignación observamos como en la parte progresista encontramos una irracional idolatría por la ficticia y narcotizante “identidad de género”, y debido a ello una alarmante incompetencia para enfrentarse y desmontar con eficacia toda esta involución ultra tradicionalista y antidemocrática, negacionista de los datos oficiales y de su análisis desde el método científico y el rigor académico. 

Porque esa responsabilidad democrática sólo se está asumiendo desde la ideología política Feminista. Sólo la ideología Feminista está confrontando con datos y argumentos científicos la ignorancia documental y la mentira sistemática que grupos políticos ultras están manteniendo desde posiciones de poder político. 

Pero necesitamos agruparnos en torno a un partido político Feminista fuerte, que garantice una defensa sólida, efectiva y global de nuestros derechos democráticos, y que mantenga despejado y seguro el camino que conduce al nuevo modelo de sociedad igualitario y socialmente justo que precisamos con urgencia.  

Tenemos un incendio devastador a las puertas de casa que están aventando a derecha e izquierda, y sólo las mujeres Feministas estamos estableciendo cortafuegos y acarreando agua.   

Artículo anteriorClaustro
Artículo siguienteTrabajadoras del SAD se solidarizan con las acampadas de universitarios sevillanos en apoyo a Palestina
Puri Liétor
Purificación Liétor González. Licenciada en Psicología, siendo su área de formación y actividad profesional la Psicología Sanitaria. Nació en 1968 y eso le permitió conocer de primera mano la militancia política en clandestinidad en la figura de su padre y en su carnet del PCE. Es la nieta mayor de dos abuelas analfabetas cuyos maridos sí sabían leer y escribir, es más, su abuelo paterno llego a ser Secretario General del PSOE durante la República en su pueblecito de Jaén. Pasó de feminista anónima a activista feminista cuando conoció la primera sentencia de La Manada de Pamplona de la Audiencia de Navarra, y pasó de votante a militante de Podemos cuando en su Municipio se quedaron a un puñado de votos para tener un concejal mientras que VOX conseguía dos. Actualmente es la Secretaria General del Partido Feministas al Congreso (PFAC).

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.