Seres humanos con IVA

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Por Sonia Mauriz Pereira

Antes de coger los bártulos para irse a sus cómodas vacaciones de Semana Santa las mercenarias del patriarcado han decidido dar un palo al agua y marcarse un burguésplaining.

Nebot y Alabao, de momento, porque es obvio que los señores empresarios sin ánimo ninguno de abandonar su vocación de puteros encargarán más artículos anti abolición a mujeres sin escrúpulos ante una nómina y sin conciencia de clase, ni social, ni de sexo.

Es triste de pedir pero es mucho más triste que sabiendo que tú nunca tendrás que ponerte un precio y pagar un IVA por ser violada previo pago defiendas que esto sí sea el destino de las OTRAS, de las que desde tu pedestal, y con una magnanimidad sólo comparable con las mujeres de alcurnia que preparan meriendas benéficas, dices salvar de un destino como «fregar váteres por 600 € al mes» o que no puedes frustrar la actividad de quién alquila los lugares u organiza el trabajo (proxeneta) y la demanda de los «clientes» (violadores) 

A nuestras modernas señoras franquistas que se sienten tan generosas haciendo sonar la hucha del Domund, pero sin exigir cambios estructurales que no avoquen a ninguna mujer a «escoger» esta vía de supervivencia les parece que la abolición no es la medida para acabar con este tipo de violencia.

¿Proponen alguna alternativa? No. Pero sí mienten mucho. Así por ejemplo Alabao dice que si se pena la tercería, a las mujeres que se dediquen en sus casas nadie les alquilará un piso porque será delito.

Bien. Ya sabemos que el entorno Podemos o Sumar, perdón por no estar al tanto de los movimientos migratorios de las vendidas, no destacan por reclutar a las mentes más preclaras de nuestro tiempo, pero es obvio que quien alquile un piso como vivienda no será considerado tercería locativa, no se quedarán las mujeres en situación de prostitución en la calle.

Pero sí acabará con los proxenetas que se lucran además de chantajes, de alquilar habitaciones, espacios donde quién controla la seguridad son ellos y Nuria, hija… obviamente quien ejerce la violencia para ganar más.

¿O crees que son amables gerentes de espacios de networking? Debe de ser porque les llamas entre otras cosas «quien organiza el trabajo». Como si fueran gafagastas de camisas de colores y café de Starbucks que gestionan la agenda y atienden la recepción. «Pili rula, a las 15 horas tienes hueco para comer y no olvides a las 16:30 el anal. A ver si de esta consigues un prolapso creíble que ya sabes que este cliente es especial» 

Y, por supuesto, ellas son Despentes patrias que ya dice Nebot que no quieren fregar váteres. ¿Cómo de clasista es esta afirmación? ¿Cómo pudo escribirlo sin darse cuenta del cuñadismo? Supongo que estaba muy liada escogiendo pareo para meter en la maleta.

Es primero, aceptar que sea cual sea la formación, experiencia o aptitudes de una mujer el nivel básico de destinos es o prostituirse o limpiar.

En una charla de Tiganus decía que los hombres se plantean de todo, incluso robar o matar, antes que aceptar una salida como la prostitución.

Es decir, la salida de un hombre puede ser ejercer la violencia, la de una mujer cobrar para que la ejerzan sobre ella y, sin siquiera, que todo lo ganado sea para ella. También para los «organizadores del trabajo» y» los que alquilan espacios» que casualmente son hombres. ¿No os encanta la era del «vamos a cambiarle el nombre a todo para que sea mentir sin mentir»?

En breve másteres de «Management and organization of collective spaces for rape». Profesión del futuro junto con la de Academias de prostitución. Las únicas que seguirán pagando con sus cuerpos y sus bolsillos serán las mujeres prostituidas. Como mercancías de rápida reposición y nicho inacabable porque seguimos naciendo y la demanda es cada vez de más jóvenes.

Ante un comentario de Coral Herrera en X sobre que una medida para acabar con esta violencia es que haya Renta Básica Universal, Alabao le da la razón (menos mal). Pero sí le parece una salida laboral normal… ¿por qué está de acuerdo? ¿Si existiera RBU ella dejaría la prostitución moral a la que se ha vendido?

Volviendo a Nebot, lo de que las mujeres en prostitución no quieren limpiar lo justifica en que ella no pudo convencer a una. A una. Se me ocurren muchas cosas. La más obvia es que una no me parece un sector poblacional como para extrapolar una estadística. La segunda es que habría que escuchar los argumentos y a la vista del artículo se deduce nula capacidad de convencer. Y la tercera es ¿Se le ofrecía a esa mujer alguna alternativa?

Además de fregar váteres, profesión digna y bastante demandada, de hecho si Marta no viviera en una burbuja y mirara en las páginas de empleo vería a miles de mujeres buscando empleo como tal. Y a mujeres con formación y nacionales. Porque otra trampa es asumir que la prostitución solo afecta a la inmigración.

¿Por qué? Para crear una «prostitución buena» y una «prostitución mala «( trata).

En otro tipo de violencias sin embargo nadie se plantea que pueda haber un tipo aceptable basándose en una supuesta libertad de elección. Por ejemplo, si encontramos un taller textil ilegal donde se obliga a trabajar sin horario y por comida no es aceptable. Y si yo misma acepto esas condiciones, mi supuesta libertad no es respetada por la administración. Y en cuanto al sueldo ofertado creo que lo suyo es exigir que se cumplan las leyes laborales, no defender la violencia. 

En el caso de hombres no se nos ocurre » Paqui hija, es que sí, mi Aitor no consigue trabajo más que de camarero por 600 €, así que nada en una rotonda lo tengo. Pero muy contento eh, un proxeneta majísimo y los clientes los escoge, solo gente limpia».

Así que tenemos aquí a dos supuestas mujeres de izquierda cuyo discurso avalaría a figuras de grandes empresarios que tienen a críos trabajando en el tercer mundo pero les llamarían «Promotores de la independencia e inclusividad de las infancias en países en vías de desarrollo».

Porque hoy día la izquierda ya no debe salir a la calle y exigir que se respete el Estatuto de los Trabajadores o que haya cambios estructurales que no mantengan a ningún ciudadano en estados de supervivencia que les hagan elegir entre comer y su propio bienestar físico, mental y de auto realización. No. Hoy día la izquierda debe cambiar nomenclaturas, hacer de la crudeza de la vida real y sus consecuencias una escenografía donde somos libres aunque el contexto no lo permita y legislar sin cambiar nada.

Legislar solo como cambio decorativo pero sin cambios significativos, que los proxenetas sean empresarios, que los puteros sean clientes y tú mercancía traducible en números. Un ser humano con IVA.

Tú otra opción no es que el Estado destine recursos a apoyarte en planes de empleo, con apoyo psicológico e incluso planes de inversión para que crees tu propio negocio. Tú otra opción es la precariedad contra la que tampoco piensan hacer nada.

Y en cuanto al mantra cuñada feminista del chino «No podemos decirle a otras mujeres que hacer»

No contesto yo, contesta una superviviente, Amelia Tiganus, que cuenta que un señoro sindicalista(muy concienciado con nuestra libertad) se lo dijo en una charla y su respuesta fue «¿Quién eres tú para decirle a los obreros que hacer?».

Y es que es así, toda ley limita, es necesario para la convivencia. Se limita quién puede entrar en nuestras casas, quién puede pedirnos identificación, el vender droga, el coger las cosas de otros, el no pagar a Hacienda… Siempre les estamos diciendo a otros por el bien común y el interés general en el que se basan nuestras leyes, qué hacer y qué no hacer. (Quizá les parezca un referente Aznar riéndose de que se limite el consumo de alcohol antes de conducir) 

En este caso le estamos diciendo a hombres que no pueden violar, ni aunque paguen indemnización sin pasar por un juzgado, y que no pueden lucrarse de violaciones. Y a las mujeres en prostitución lo que tenemos que hacer es asegurarles opciones no mirar para otro lado «Ya lo siento Macarena, ojalá se pudiera hacer algo.

Pero por lo menos tienes ambulatorio ¿No? Qué bien. Cuanto hemos avanzado en derechos»

Y por último, como ciudadana tengo derecho a decidir en qué sociedad quiero vivir, de eso trata ser de izquierda o de derechas, de caminar hacia un tipo de sociedad u otra.

Yo mujer feminista y obrera, no yo socialista que es a lo que vienen estos dos artículos, a señalar que es cosa de un partido y no del movimiento feminista, no quiero compartir espacio con hombres que compren seres humanos y no quiero vivir con hombres que se lucren de la violencia.

Quiero vivir o que al menos que sea el horizonte al que caminar una sociedad donde no haya que elegir entre sobrevivir deshumanizada y comer.

En mi recuerdo para siempre la mujer prostituida que se lanzó al tren al grito de «¡Quiero ser feliz!», y que su compañera murió intentando salvar.

No hay argumento en el mundo que me puedan dar miles de Alabaos y Nebots que borre ese recuerdo de mi cabeza.

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