De «Zorra» a «Tócate el fandango», ¿a qué manifestación irá, señora ministra?

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Por Sonia Gómez

Hoy he decidido ser una “zorra” de esas que le parecen tan “divers” al presi, es decir, una “persona astuta y solapada”, y “tocarle el fandango” (no seáis mal pensadas) a la ministra Ana Redondo, para que elija con conocimiento de causa a cuál de las manis asistir, no vaya a ser que acabe encabezando una mani con la que no esté de acuerdo.

Voy a ser pues “una feminista radical zorra”, que dirían algunes, porque, para convencer a la ministra, en vez de elogiar las bondades de la manifestación convocada por el Movimiento Feminista de Madrid, la que va de Cibeles a Plaza de España, la que defiende la agenda feminista, es decir, la que se posiciona por la abolición de la pornografía y la prostitución, de los vientres de alquiler, de la violencia machista y del género, voy a destripar los entresijos de la otra, la de la fiestuqui, la que irá de Atocha a Colón.

Y lo haré empleando sus propias palabras, es decir, el acta de la última reunión para organizar “su” 8M (concretamente el acta de 18 de febrero de 2024), que ha caído en mis manos y voy a desvelar públicamente, porque las “personas astutas y solapadas” somos así, “espontáneas, libres…”. Pero, créame, señora ministra, que solo lo hago por su bien, para que no vaya a encabezar una mani con la que no esté de acuerdo.

Como le decía, señora Redondo, la susodicha acta reza así: “Bajo el paraguas del ‘Se acabó’ [en referencia la campaña con la canción de María Jiménez, que, y sin que sirva ni de antecedente ni de precedente, es muy buena, y la única campaña feminista lanzada por el Ministerio de Igualdad mientras era Irene Montero titular], se quiere trasladar que es un ‘Se acabó’ aglutinador, donde estemos todas (mujeres trans, racializadas, etc)”.

Lo de los “hombres con peluca” –obsérvese que no digo “maricón con peluca”, que fue lo que le dijo por redes une trans a otre trans y le ha costado un pico y cuatro meses de prisión– ocupando espacios de mujeres y obligando a la ciudadanía a negar la realidad objetiva voy a dejarlo estar por hoy –aunque perdonadme el spot, #YoConSilviaCarrasco–, para centrarme en eso de “racializadas”, una de esas palabrejas que tienen como fin separar a las mujeres en categorías, poniéndonos etiquetas en nombre de eliminar las etiquetas (paradojas que tiene la vida de algunes). Divide et vince, ya lo dijo Julio César,ese hombre con falda (la moda siempre vuelve) que sabía de patriarcado como nadie, o para ser más exacta, como todos.

Mi madre solía decir que me encanta irme por las ramas para arrimar el ascua a mi sardina –nadie como una madre para tenerte pillado el truco–, así que, volviendo al tema que nos ocupa (que os recuerdo que es que la ministra Redondo no encabece una manifestación con lo que no esté de acuerdo), me centraré pues en lo de “racializadas”, un subcategoría de una categoría de mujeres, con lo sencillo que era antes eso de decir “mujer” y todo el mundo sabía automáticamente que te referías a todas las hembras de la especie humana, o sea, al 51% de la población, que viva dónde vida, tenga el color de piel que tenga, practique cualquier religión o sea atea, sufre la opresión ejercida por los “hombres” – en este caso, not all men, no se me vayan a enfadar los amigos de Pedro y la ministra vaya a verse obligada a encabezar una manifestación con la que no esté de acuerdo, que ahora hay que estar en todo para que no te acusen de tránsfoba. 

Focus, Sonia, focus”, me parece estar escuchando a mi madre, que, por cierto, era una mujer muy moderna que introducía anglicismos en sus frases, usaba pantalones, trabajaba como cardista de una multinacional estadounidense (que significa que llevaba el cárdex, que era un aparatejo precursor de los ordenadores y servía para llevar el inventario), montaba a caballo y acudía al Gran Premio de Venezuela de Fórmula 1 allá por los años cincuenta, en donde hasta llegó a conocer a Fangio, porque, como ella misma muchas veces nos contaba, tuvo la inteligencia de emigrar cuando terminó el bachiller en el internado de monjas en el que vivió desde los 10 años, tras quedar huérfana cuando cayó su Asturias natal durante la Guerra Civil, “pues por aquella época, una mujer joven huérfana solo podía ser chacha, puta, monja… o emigrar». Y todo esto para que ahora a mí, su hija, me llamen “clásica”, hay que joderse.

Focus, Sonia,que ya no sé ni por dónde iba… Ah, sí, por lo de “racializadas”, que de ahí vino que me acordara de mi madre, pues gracias a que ella se fue a las Américas, yo hoy soy una mujer “racializada”, bueno, lo sería si creyese en eso de la raza y la categorización de las mujeres, tan propios del fascismo y el patriarcado, pero como mi madre no era racista y también oyó hablar de eso del feminismo a sus compañeras de curro gringas allá por los sesenta, desde pequeña sé que las razas no existen y que solo hay un tipo de mujeres: las mujeres oprimidas, y que todo lo demás son artificios patriarcales.

No sé si me sigues, Ana, que creo que ya podemos tutearnos, ¿no? En resumen, que da igual el color de nuestra piel o el lugar de nuestro nacimiento, las mujeres estamos todas supeditadas a la opresión masculina, y la prueba de ello son nuestras compañeras ucranianas en granjas de vientres de alquiler, pues más blancas que ellas es difícil ser. Así que fuera etiqueta de “racializadas”… Focus, ministra, focus, etiquetar a las mujeres nos divide, y permíteme una pequeña digresión (otra) que no puedo reprimir: las mujeres no tenemos pene.

Llegadas a este punto, tenemos pues que los “hombres con falda” no son mujeres, bueno, creo que ya con la confianza que hemos ido ganando podemos decir que las personas que nacen con pene no son mujeres, lleven o no falda, y que lo de “racializadas” es una trampita que les han colado a algunes, haciéndoles creer que si son blancas ya está todo hecho, y sin apreciar que al llamar a una mujer “racializada” en realidad la estás discriminado, algo así como diciéndole “pobre tú que no naciste blanca, pero no te preocupes, que las blancas (excepto las ucranianas, rumanas, rusas, demás eslavas y las estadounidenses pobres y rubias de la América profunda, que las hay) lucharemos por ti, porque nosotras somos superiores y lo tenemos todo hecho”. ¿Me sigues? Así que continuemos con el acta, que falta lo importante, es decir, ¿cuáles son las reivindicaciones de la mani de las de Colón (las llamo así por diferenciarnos, porque lo de que no son feministas es algo que espero concluyas tú sola, Ana, cuando lleguemos al final de este artículo)?

Lo lógico en una manifestación del 8M que se precie es que reivindique la agenda feminista, que te recuerdo es la abolición de la pornografía y la prostitución (hasta el presi lo ha prometido varias veces), de los vientres de alquiler (también el presi se ha pronunciado recientemente en contra de ellos), de la violencia machista y del género. O al menos que reivindique algo que concierna a las mujeres. Veamos qué opinan las de Colón al respecto:

 “Sobre la pregunta que se nos hace desde los medios sobre la división del movimiento feminista en torno a tres temas:

a) Pornografía e Inteligencia Artificial 

b) Prostitución y Tercería Locativa. Este debate en torno a la nueva ley de trata en la que se abordan cuestiones que tiene que ver con la prostitución y se regula la Tercería Locativa, que implica la penalización a las personas que cedan espacios y locales para el ejercicio de la prostitución.

No tener una postura consensuada no significa que no tengamos que hablar de ello y que dar una respuesta desde la Comisión cuando nos pregunten los medios de comunicación.

c) Gestación Subrogada. La Unión Europea sacará una directiva donde considera la gestación subrogada como trata. Tema no debatido y sobre el que las compas de prensa no saben qué responder.

Se trata, no de abrir debates sobre estos tres temas con el objetivo de posicionarse esta Asamblea, sino que, teniendo en cuenta que son asuntos por debatir en un futuro, sea la propia Asamblea la que nos de las herramientas y las respuestas que las compas de prensa tienen que dar a los medios cuando las pregunten, para no decir siempre lo mismo o tener que improvisar e inventar respuestas”.

Y tienen razón, eso de “inventar respuestas” para los medios de comunicación no está nada bien. Así que –al margen de lo de Pornografía e Inteligencia Artificial, que, confieso, me ha dejado perpleja–, ya que no hay consenso en cuanto a la pornografía, la prostitución ni los vientres de alquiler, admitiendo que son temas que no se han discutido y que tampoco se van a discutir por los momentos, van a ver cómo se las arreglan para redactar una respuesta tipo que no comprometa, lo que les será muy sencillo empleando ese lenguaje vacío de contenido y moderno que les caracteriza. O sea, la agenda feminista, se las pela; los derechos de las mujeres, se las pela, solo quieren que les quede una fiesta chulísima y no meter la pata con la prensa, que la prensa es muy suya y puede que se dé cuenta de que no reivindican NADA. Y, por encima de todo, quieren no enfadar a los “hombres con peluca”, que ya sabemos todas cómo se las gastan si te atreves a contrariarlos.

No puedo decir adiós, querida Ana, sin profundizar en este párrafo: “No tener una postura consensuada no significa que no tengamos que hablar de ello y que dar una respuesta desde la Comisión cuando nos pregunten los medios de comunicación”. Es decir, vamos a “inventar una respuesta” para que todas la repitan y no se den cuenta en los medios de que es una respuesta inventada.

Y tampoco quisiera despedirme sin darles a las “compis” el mérito de lo cuquis y tiernas que son, pues al finalizar el acta proponen cuidarse unas a otras con “dinámicas de dejar corazones de colores en el buzón de la entrada diciendo cómo nos hemos encontrado y sentido. También dinámica de regalar un corazón violeta con un mensaje a alguna compañera diciéndole algo bonito”. ¿No me digáis que no es femenino y dulce eso de los corazoncitos y los cuidados? ¡Qué cute! ¿No me digáis que después de limpiar por el sueldo mínimo doscientas habitaciones de hotel, ser explotada en un burdel, trabajar de pie en una tienda o una barra 10 horas y alimentar luego a cuatro hijos no es reparador que te den un corazoncito con una frase de autoayuda? Porque ¿quién no sabe a estas alturas que las mujeres nacimos para cuidar? 

Si es que al final van a tener razón de que somos unas “zorras”.

Confío, querida ministra, que te haya servido para decidir a qué manifestación acudir, y que nuestros caminos se crucen el 8M en Cibeles, porque, de no ser así, me tendrás enfrente.

P.D. Prometo que cuando me llegue la próxima acta, en donde se supone decidirán las “respuestas que no parezcan inventadas” que van a dar a la prensa, la publicaré.

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