Por Pilar Aguilar Carrasco, Presidenta del Partido Feministas al Congreso (PFAC)
Sabemos que los medios de comunicación, salvo raros casos, no son ajenos al poder y que la “información” suele estar entreverada de propaganda y publicidad, pero, a veces, el exceso es de tal magnitud, que impresiona.
La entrevista a Redondo, ministra del denominado Ministerio de Igualdad es un ejemplo paradigmático de ello.
Veamos:
Redondo: “Estoy aquí para intentar recomponer el movimiento feminista e integrar todas las voces que en algún momento no se vieron integradas”.
Una periodista no aduladora indagaría: Según ustedes, el movimiento está dividido. Digo “según ustedes” porque hay quien niega la mayor ya que solo consideran feminista al movimiento que defiende la agenda feminista. En cualquier caso, según usted ¿por qué está dividido? ¿no será porque existen posiciones, propuestas y programas diferentes? Claro que también existen diversos partidos políticos y a nadie se le ocurre plantear que se recompongan e integren en uno solo ¿no?
Redondo: “En el Ministerio de Igualdad caben todas las sensibilidades, determinaciones de género y miembros del colectivo LGTBI+, porque evidentemente es un Ministerio de Igualdad y para la igualdad”.
Periodista (no aduladora): Entonces ¿el problema es solo de “sensibilidades”, no de contenidos, análisis, leyes ni medidas? Pues repito el símil: puesto que tanto el PP como el PSOE dicen buscar el bien de los españoles, sus diferencias serán solo de “sensibilidades”. Quizá si hicieran un pequeño esfuerzo, podrían recomponerse y unificarse ¿qué le parece a usted?
Redondo: “Y quien no comparta ese objetivo, avanzar e incorporar nuevos derechos al colectivo y al feminismo, no tiene cabida en este ministerio”.
Pregunta: ¿no cree que ciertos “derechos del colectivo” (el “colectivo” por antonomasia, que ni precisa ser nombrado) son más bien privilegios irreconciliables con los derechos de las mujeres? ¿Qué me dice de que con una simple declaración de sentimientos se abran las puertas de competiciones deportivas, aseos, cárceles, casas de acogida, acceso a ciertas ayudas, etc.?
Redondo: “El feminismo es como una gran orquesta donde caben todos los instrumentos y donde lo importante es la melodía. Y esa melodía feminista tiene que ser la melodía de esta legislatura”.
Pregunta: Pero, una orquesta ha de decidir previamente qué obra que va a tocar ¿Mozart o Nebulossa? Eso es lo primero ¿no, señora ministra?
Redondo: El 44% de ellos [los jóvenes]entienden que se ha ido demasiado lejos en igualdad, lo cual es muy preocupante.
Pregunta: ¿Y no cree usted que el resultado sería distinto si al menos un 20% de la energía, propaganda y dinero que se invirtió en convencer a la población de que cada cual puede, sin más requisitos, atribuirse el sexo que desee se hubiera empleado en explicar, ilustrar e insistir en este grave problema de la violencia hacia las mujeres?
Redondo: el 81% de las mujeres y el 77% de los hombres entienden que solamente se progresará en igualdad si vamos juntos. Esa es una clave. También es una tarea de legislatura que los hombres no se sientan atacados por el feminismo. El feminismo es igualdad y es liberador. Para las mujeres, rompe estereotipos y nos permite llegar donde queremos llegar y donde nos corresponde por derecho; pero también para ellos, no tienen por qué estar atados a un estereotipo y a la formulación de un patriarcado secular.
Periodista: Cierto, toda la sociedad debe cambiar y cierto, el feminismo no ataca a los hombres como individuos. Ataca sus privilegios. ¿no será que quienes se sienten atacados es porque no quieren perder esos privilegios? Y ¿acaso, señora ministra, equipara usted la gravedad, la sumisión, la violencia de los estereotipos que oprimen a las mujeres con los que oprimen a los hombres?
Redondo: [La clave de la lucha contra la violencia es] que las mujeres sepan que no están solas y que hay toda una estructura que las protege y las puede acompañar. Que lo sepan ellas y su entorno, porque no podemos exigir que una mujer que está sufriendo terror asuma todos los riesgos de una denuncia.
Periodista: O sea, según usted ¿la clave no son los graves fallos educativos, judiciales, policiales, legislativos, sino la ignorancia de las mujeres?
Redondo (después de parlotear sobre trata): Soy abolicionista, como lo es mi partido, pero hay que tener una alternativa seria y sólida para 60.000 mujeres aproximadamente que hoy están en situación de prostitución. Hay que darles una alternativa. Ahí está el reto.
Periodista: Si el PSOE es abolicionista ¿cómo se explica que durante los 27 años que ha gobernado (muchos de ellos con mayoría absoluta) no haya legislado contra la prostitución? ¿Es que en 27 años no ha encontrado ninguna alternativa para las 60.000 mujeres prostituidas? ¿Cuántos años más tardará en encontrar esa alternativa?
Y así podríamos seguir comentando esta página publicitaria que nos ofrece El País…
Ni una sola pregunta incómoda o no pactada: “Usted pregúnteme esto para que yo pueda lucirme”.
No sé quiénes son los entrevistadores, Isabel Valdés y Pablo Guimón, pero tienen muchas bazas para acabar ocupando algún cargo importante.
