Desde el sindicato de Comisiones Obreras han anunciado movilizaciones en el sector para el próximo mes de febrero. En concreto, se realizará un parón de 23 horas el día 9, que será a su vez precedido por una manifestación frente al congreso de los diputados el próximo día 30 de enero.
Las razones que llevan a estos movimientos son el rechazo a la implementación de las 35 horas y eliminar las categorías de ingreso en el caso de Renfe que, según los representantes de los trabajadores, “supone una total indefensión el secuestro administrativo de los acuerdos alcanzados por la libre voluntad de las partes a través de la negociación colectiva”.
En un comunicado, el sindicato ha señalado que “ha llegado el momento de dar una respuesta contundente ante esta agresión contra los derechos de las trabajadoras y trabajadores, más aún cuando el día 17 de enero la falta de noticias sobre la reducción de jornada en Adif se convirtió en la desautorización del acuerdo”.
También han lamentado que, tras una reunión del comité de empresa de Adif celebrada el pasado miércoles, “únicamente el Sindicato de Circulación Ferroviario se haya adherido a las movilizaciones, mientras que el resto no ha considerado conveniente unirse”, aunque reconocen haber alcanzado consenso en una serie de medidas de objetivo común.
No obstante, en Renfe la situación “es muy diferente”. El pasado día 18 de enero, mediante carta, todas las organizaciones sindicales que conforman el Comité de Empresa del Grupo Renfe instaron a convocar una reunión extraordinaria, motivada por “la excesiva demora en los trámites burocráticos para la autorización de la eliminación de las categorías de ingreso que acordamos el 20 de julio de 2023 y que, junto a la situación de Adif, son prueba evidente del secuestro de la negociación colectiva en las empresas del sector público”. Hasta la fecha, anuncian que no tenido respuesta alguna ni se ha convocado la reunión del CGE que solicitaron en su comunicado.
