Por Sonia Mauriz Pereira
Del estudio del CIS «Percepciones sobre la igualdad entre hombres y mujeres y estereotipos de género» salen cifras sobre aspectos que ya se suelen dar por superados socialmente que deberían de llamar a la reflexión. No del feminismo, que esta encuesta solo viene a confirmar con números lo que ya sabemos, incluso las contradicciones que se dan entre lo que ocurre realmente y lo que se ha contestado para ser políticamente correcto. Un sesgo muy importante a tener en cuenta.
En las últimas elecciones ya comentábamos en círculos feministas que veíamos con asombro que hombres muy jóvenes de nuestro entorno, incluso que votaban por primera vez, se decantaban hacia Vox porque los defendía.
Y es que el titular de los resultados de esta encuesta ha sido la cifra de un 44,10 % de hombres que cree que se ha ido «demasiado lejos» con la Igualdad. Es una cifra preocupante porque es casi la mitad y lo dicen con total tranquilidad, supongo que normalizando las cifras de violencia sexual y feminicidios. Pero preocupa aún más si miramos el desglose por edades.
Hay un relato actual que afirma que la juventud hoy día es mucho más empática y preocupada por las cuestiones sociales. Que hemos superado generaciones mucho más inflexibles y demasiado duras.
Sin negar el obvio progreso, realmente creo que más que mayor preocupación hay mucho más discurso y más utilización de este para el enfrentamiento. De hecho desde 2014 no hay huelga general por motivos laborales y el 2018 fue el primer y único año que el 8M lo fue, probablemente muchos votantes primerizos ni saben en qué consiste o cómo se convocan.
Si miramos la cifras por edad la realidad se muestra contraria a esa percepción de que la juventud es más feminista, un 51,80% de jóvenes entre 16-24 coinciden en que se ha ido demasiado lejos, desciende por décadas y el tramo de edad de entre 35-44 es un 46,20% y de 75 en adelante es un 38%. Sin embargo el tramo de edad donde hay más agresiones y feminicidios es la de mediana edad. Que entre las chicas de 16-24 un 72,40 % y las mujeres de más de 60 años un 79 % piensen que no, que no se ha ido demasiado lejos centra bastante los datos.
Es obvio el sesgo de sexo en todos los ítems de la encuesta, por ello felicito a los que la elaboraron por el título, ya que es obvio que sí son percepciones. De hecho, por no aburrir no pongo las cifras, muchos más hombres que mujeres afirman no haber visto acoso sexual o situaciones machistas. Y es que si tú no tienes claros conceptos como igualdad o machismo es probable que no sepas identificarlos. E incluso que cuando te los señalen los veas exagerados.
Así un 49’50 % de hombres cree que los piropos siempre son agradables. Al margen de lo que le parezcan a uno, si tú ves que las mujeres nos ponemos tensas pasando al lado de un grupo de hombres, es decir, tú ser humano notas incomodidad en otro ser humano, ¿qué te hace pensar que algo que tú digas, desconocido de la calle, la va a hacer sentir bien? O es más bien que la imposición de tus deseos te hace sentir bien a ti. Y su incomodidad no te importa e incluso te hace sentir superior. Creo que estaremos todas y todos de acuerdo que es de muy mala educación dirigirnos a extraños en la calle con una confianza que no se nos ha dado, hombres o mujeres y provoca una situación tensa y violenta.
De las percepciones en ámbito laboral, amistoso y familiar parece haber casos preocupantes de ceguera o peor aún, verlos, pero considerar que no está bien reprobarlo. Un 11,90 % de hombres aquí es sincero frente al 89,10 % que sabemos que mienten como bellacos opinando que hay que recriminarlos. Obras son amores, lo creeremos cuando lo veamos.
En ámbito laboral un 52,60% de hombres y un 51,30% de mujeres cree que terminar con esta desigualdad es más responsabilidad de la mujer que de corrección legal. Es maravilloso que en todos los tipos de desigualdad que hay solo con la mujer se hace responsable al sector discriminado. ¿Alguien imagina que a una persona negra o gitana se le diga que tiene que tener 10 veces mejor CV y que si no asciende es su responsabilidad y no racismo por parte del contratador? Es más, parados de 55 años, es responsabilidad vuestra no envejecer.
En este ítem se junta el machismo estructural y la idea individualista de que uno recibe solo el fruto de su esfuerzo y el contexto, sea clase, sexo o etnia son irrelevantes. Por supuesto será gente en contra de la negociación colectiva que sustenta los derechos laborales que tenemos hoy día (y que vemos perderse en la niebla de la falta de movilización).
Las mujeres que lo apoyan creen el espejismo de haber recibido justo pago a sus méritos sin plantear que quizá sean utilizadas como cómplices necesarias y por ser útilmente ciegas, sordas y mudas cuando conviene. Pero desechables si cuestionaran el status quo
Son muchos los ítems que abarca la encuesta y daría para muchos más artículos, lógico ya que la opresión es parte de la estructura del sistema social, eso que los hombres dicen no ver. Para no verlo lo disfrutan con mucha paz.
El título del estudio, como ya mencioné, me parece fantástico al señalar que son percepciones. Pero igual de fantástica es la pregunta sobre si la igualdad ha ido demasiado lejos y discrimina al hombre. Si una situación de igualdad va lejos, supongo yo que se refiere a que se cree que ha sido creada otra situación de desigualdad rebasada ya la igualdad real. Y la igualdad real es la equidad.
¿Recuerda alguien haber pasado por ese estado social? ¿En qué momento actual o pasado una mujer posee el mismo status que un hombre? ¿No son reales la inseguridad, la brecha salarial y laboral, el distinto baremo para la vida sexual, la asunción de obligatoriedad de ser madre, la objetivación como objeto sexual hasta el punto de ser mercantilizadas…? Así a vuelapluma parece que lo que hay es una situación de opresión por sexo y no de discriminación y mucho menos se discrimina al hombre, que si esto fuera una carrera parte de 500 m antes que nosotras.
¿Qué diferencia hay entre el que le molestan las medidas de discriminación positiva, que no le van a afectar y los que protestan que subir el SMI arruinará empresas que no posee?
-Amo, ese negro tiene un caballo
-¿Tú quieres uno?
-No, lo que quiero es que no lo tenga él.
Se culpa al último ministerio de Igualdad de la situación de cierto retraimiento a considerar al feminismo positivamente y de que entre los hombres haya una situación de autodefensa por sentirse culpados. ¿Esto es así? Sí y no.
No siendo el anterior Ministerio feminista es muy injusto que se señale a un movimiento social apartidista como culpable o asociado. El feminismo no es cómodo, cualquier lucha social que señale una situación de desigualdad y si la hay es que hay un privilegiado (lo quiera o no, ejerza o no) provoca incomodidad. Pero francamente dame incomodidad y no opresión.
Pero la responsabilidad del ministerio anterior es que provocó con sus delirios, campañas absurdas, leyes sin demanda social, leyes no trabajadas con seriedad con peligrosas consecuencias y un discurso totalmente desafecto a la sociedad que al referirse a sí mismo como feminista se nos culpe sin tener nada que ver.
Las feministas siempre hemos señalado a la educación como la herramienta primordial para acabar con la desigualdad, pero en estos cuatro años se nos ha alejado incluso con violencia y censura de poder informar. Las campañas en colegios e institutos se centran en aspectos esencialistas en edades que los adolescentes comienzan a tener sus primeras relaciones sentimentales, así vemos un descenso en la edad de víctimas y victimarios. No sé a vosotras, a mí me importa más que una niña no normalice ser humillada sexualmente o agredida a que sepa escoger pronombres. El diálogo del ministerio con la sociedad ha sido inexistente, solo se ha encerrado en una burbuja de un colectivo concreto y nos arrastró con él incluso a las que le dimos batalla.
Ante el nuevo ministerio no parece que las cosas vayan a ir mejor porque parece estar centrándose en volar bajo el radar y supongo que solo la veremos en medidas simbólicas y el 8M.
¿Por qué digo sí y no ?
Porque el auge del 2018 del feminismo nos puso en un foco que provocó el acercamiento de los partidos para usarnos y una mayor difusión de nuestro discurso. Era obvio que habría reacción. Hubiera o no Irene Montero habría llegado. Cierto es que no es lo mismo enfrentarse a lo reaccionario con un discurso bien hilado, abierto al diálogo que el histrionismo ministerial que hemos presenciado.
Ajeno a encuestas y percepciones el conteo de asesinadas y víctimas prosigue y las mujeres día a día seguimos viviendo situaciones de objetiva desigualdad…parece que nos dejan luchar contra ella en su magnanimidad pero que no nos vengamos a arriba.
Que nos dejemos discriminar un poco que si no nos extinguimos.
