El día 15 de enero el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) publicaba un resumen con algunos de los datos obtenidos en su última encuesta, ‘Percepciones sobre la igualdad entre hombres y mujeres y estereotipos de género’.
El dato que encabezaba la información es el siguiente: “Las mujeres dedican el doble de tiempo al cuidado de los hijos que los hombres”. Y después resaltaban 2 datos más, con lo que la información destacada era la siguiente:
__Según la última encuesta acerca de las percepciones sobre la igualdad entre hombres y mujeres que ha realizado el CIS, las mujeres dedican casi 7 horas de media al día (412 minutos) al cuidado de los hijos.
__Un 44,1% de los hombres asegura que “se ha llegado tan lejos en la promoción de la igualdad de las mujeres que ahora se está discriminando a los hombres”.
__El 84,9% de los encuestados cree que pagar por mantener relaciones sexuales es más propio de los hombres.
Después venían las explicaciones sobre lo que se había hecho y un resumen de lo encontrado, cuyo primer párrafo recoge textualmente lo siguiente:
__Respecto a la situación de las mujeres en España y las desigualdades que existen entre hombres y mujeres, un 67,2% de mujeres cree que son “muy grandes o bastante grandes”; al preguntar a los hombres, la cifra baja casi 20 puntos hasta alcanzar el 48,2%.
Y tres párrafos más abajo vuelve a aparecer uno de los datos que encabezaba la información, pero ampliado:
__La encuesta recoge que un 44,1% de los hombres esta “muy o bastante de acuerdo” con que “se ha llegado tan lejos en la promoción de la igualdad de las mujeres que ahora se está discriminando a los hombres”, algo que piensan también el 32,5% de las mujeres. Ahora bien, esta afirmación es falsa para el 65,5% de las mujeres.
Desde el día en que el CIS hizo pública esta información los medios de comunicación se ocuparon del tema, pero como por desgracia es la práctica habitual, no se esforzaron en realizar un análisis con perspectiva Feminista de los datos. Así que yo haré uno.
Para mí el dato clave alrededor del que gira la información relativa a las percepciones sobre la igualdad por las que pregunta la encuesta es: “un 67,2% de mujeres cree que las desigualdades que existen entre hombres y mujeres son “muy grandes o bastante grandes”; al preguntar a los hombres, la cifra baja casi 20 puntos hasta alcanzar el 48,2%.”
Este es un dato que debería hacer saltar todas las alarmas, porque una interpretación tan dispar sobre lo cotidiano, sobre lo vivido cada día, mostrada en función del sexo, es un claro indicativo de que no hay avances en la revocación del modelo de socialización androcéntrico ni en la revocación de la imposición androsexual. Y quienes lo sufren en primer lugar, las mujeres, son las que tienen muy claro su vigencia.
Porque a lo largo del resumen se van desgranado algunos datos que encajan perfectamente con esta explicación:
__El 78,1% de las mujeres está de acuerdo con la afirmación “las mujeres tienen que esforzarse más que los hombres para demostrar que pueden desempeñar el mismo puesto de trabajo”, este porcentaje baja 26 puntos cuando preguntamos a los hombres, un 51,8% están de acuerdo y un 46,3% niegan que sea así.
__A la hora de conciliar la vida laboral y familiar, un 72,5% de las mujeres asegura que ellas lo tienen peor, y un 58,5% de los hombres afirma que las mujeres son las perjudicadas a la hora de compaginar ambas actividades.
Y hay otros datos sobre opiniones generalizadas comunes a ambos sexos que denotan déficit de información especializada, y que precisan con urgencia una divulgación científica y rigurosa por parte de las autoridades sanitarias y educativas principalmente, y luego una difusión a través de los medios de comunicación y de los agentes que intervienen en la creación cultural que nunca llega.
Me refiero en concreto a lo siguiente:
__Un 83,5% de la población femenina afirma que “la mayor parte de la pornografía es machista”, tesis que también apoyan los hombres, pero en menor medida (77,6%).
Pero es que no es “la mayor parte”, todo el contenido pornográfico es machista. Todo el contenido pornográfico recrea pautas androsexuales, porque está destinado a aleccionar a los varones en la imposición/dominación sexual, y a las mujeres en la aceptación/consentimiento de su sometimiento, porque por las buenas o por las malas, es lo que se van a encontrar. Es un manual continuo de aplicación de violencia sexual que el Feminismo Radical lleva décadas denunciando con argumentos muy sólidos, y que se nutre con las aportaciones de mujeres en distintos ámbitos de investigación: Rosa Cobo Bedia, Lydia Delicado Moratalla, Mónica Alario Gavilán.
Por eso me parece una muestra de insolvencia política tan lamentable, que desde el Front Abolicionista-PV hemos denunciado en numerosas ocasiones, y lo seguiremos haciendo mientras no sea corregido, que la I Estrategia Valenciana Contra (CASI TODAS) Las Violencias Sexuales fuera aprobada por el anterior Gobierno de coalición PSOE-Compromís-UP con la siguiente información en la presentación del documento político:
__”Aunque hay variedad dentro de la pornografía, los contenidos más habituales, gratuitos y accesibles son los más estereotipados y androcéntricos.”
Cuando a finales de julio de 2021 ese Gobierno de coalición aprobó dicha I Estrategia lo hizo sabiendo que contaba con el rechazo del Movimiento Feminista Valenciano, pero le dió igual.
Ahora tenemos un nuevo Gobierno de coalición PP-Vox, y la rectificación está en sus manos. Veremos.
La actividad pornográfica y prostitucional son dos aplicaciones con las que cuenta desde hace milenios la herramienta de ordenación social Patriarcal por excelencia, el maldito género, y el dato sobre prostitución naturalmente también aparece en la encuesta:
__Para el 66,5% de la población ver pornografía es más propio de hombres que de mujeres, lo mismo pasa por pagar para mantener relaciones sexuales: el 84,9% de los encuestados afirma que es más propio del sexo masculino.
Naturalmente que pagar para conseguir impunidad al imponerse sexualmente, porque este es el comportamiento putero, es “más propio” de los hombres que de las mujeres.
Es una práctica diseñada por un modelo cultural y socioeconómico Patriarcal, que lleva milenios engrasando el engranaje de la segregación de lo sexos, y en la jerarquización asimétrica que ha desarrollado al sexo femenino le corresponde ser el sexo secundario, el que tiene encomendado asumir lo que establezca el sexo principal, el de los varones, por lo que cercenar nuestra salud sexual, poner en riesgo nuestra integridad física y violentar nuestro derecho a proteger nuestra salud integral, hemos podido comprobar que no han conseguido el “tirón político” suficiente para conseguir la aprobación de una Ley Abolicionista de la actividad pornográfica y prostitucional en la anterior legislatura. Y no hay esperanzas de conseguirlo en ésta.
No hubo análisis profundo de los datos con perspectiva Feminista en los medios de comunicación dóciles, pero afortunadamente contamos con algún medio de comunicación díscolo que permite que el conocimiento de la ideología Feminista tenga difusión, y que mantengamos nuestra esperanza de conseguir el espacio político parlamentario que precisamos.
