Antonio Gil
Alstom España se encargará de desarrollar, presentar la oferta y participar en las negociaciones con la ONCF y el gobierno de Rabat para suministrar trenes al operador marroquí.
Marruecos ha despertado el interés de empresas europeas al lanzar una convocatoria para la adquisición de 168 nuevos trenes y el desarrollo de la industria ferroviaria local. La intención es adquirir 150 trenes para lanzaderas metropolitanas, servicios interurbanos y trenes rápidos, así como otros 16 trenes de alta velocidad, todos disponibles en la cartera del grupo industrial francés. Esta estrategia busca destacar frente a la competencia.
Alstom ya suministró los primeros doce trenes rápidos que actualmente operan en el servicio Al Boraq. Sin embargo, la matriz francesa, responsable de entregar esos trenes en 2018, ha optado por dejar la negociación del contrato en manos de su filial española, Alstom España.
La decisión de la matriz de delegar la negociación en Alstom España se debe, en parte, a la necesidad de sortear las complejas relaciones diplomáticas entre Marruecos y Francia. También se busca aprovechar el nuevo escenario geopolítico que ha convertido a España en un socio preferente del gobierno marroquí.
La posibilidad de que empresas españolas se adjudiquen el contrato es vista con buenos ojos por el gobierno de Pedro Sánchez, inmerso en un plan de reindustrialización. En cuanto a la relación industrial entre España y Marruecos, la exdirectora del Consejo Económico Marruecos-España, Houda Benghazi, reveló la posibilidad de establecer una colaboración en la fabricación de trenes.
Mientras se espera la resolución del megacontrato, la fábrica de Santa Perpètua de Mogoda ya está trabajando en la producción de 87 tranvías adicionales para Casablanca.
La subsidiaria española ya presentó una oferta preliminar en la manifestación de interés de los ferrocarriles marroquíes en septiembre de 2022, que atrajo a constructores de todo el mundo.
El contrato para la construcción de los nuevos trenes está valorado en 1.467 millones de euros (16.000 millones de dirhams). El contrato de trenes, a decidir mediante un procedimiento de diálogo competitivo en varias etapas, incluirá la entrega de trenes entre 2027 y 2030, la instalación de un taller en Marruecos para el mantenimiento de las nuevas unidades, y la creación de un polo de desarrollo industrial que incluye la construcción de una nueva fábrica y el desarrollo de un ecosistema de proveedores y contratistas ferroviarios.
