Raquel Rodríguez es una ciudadana de la barriada del Río San Pedro en Puerto Real, que estuvo presente en la huelga del metal de la bahía de Cádiz en noviembre de 2021.
«Yo iba a bajar a desayunar y vi que la policía, que había militarizado mi barrio, empezó a disparar».
Ha sido citada a juicio mañana, 3 de noviembre, en el Juzgado de primera instancia e instrucción 1 de Puerto Real, acusada de un presunto delito de injurias contra las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.
Raquel recibió la propuesta de asumir la culpabilidad con un pago de 850 euros, algo a lo que se ha negado. Por ello tendrá que enfrentarse al juicio en sí, tras ser denunciada por la policía, con la gravedad añadida de que ya la fiscalía lo ha llevado a lo penal, pidiendo 3000€ de multa.
Asegura no arrepentirse , pues «era lo que tocaba hacer. La policía estaba disparando a mi barrio, a mi gente. No dejaban de disparar muy cerca de los tres colegios que tenemos en el Río San Pedro. Era una ocupación de nuestro barrios, un barrio obrero y estaban usando una tanqueta que sirve para intimidar.
Ejercí mi derecho como ciudadana, a protestar por algo totalmente injusto, que estaba haciendo la policía. Dinero no tengo, pero dignidad sí».
Cuenta que fiscalía no le reconoció ninguna prueba aportada, entre ellas el informe clínico del hospital de Puerto Real, con fecha del 25 de noviembre de 2021, «del apaleamiento de la policía» y de las consecuencias de los gases lacrimógenos: «tuve que estar 7 meses con tratamiento e inhaladores».
«Soy una persona fuerte», continúa » y con conciencia de clase, pero no dejo de enfrentarme a un apartado opresor, tanto judicial, como gubernamental, como policial. La clase obrera no tenemos defensa contra las instituciones. Yo soy una cabeza de turco en esta represión del movimiento obrero, para que no nos volvamos a levantar. Ese día me tocó a mí, pero hay muchos ejemplos en la cárcel.
Hemos normalizado que llamen terrorista a nuestra gente, a los que han luchado y se han partido la cara y para mí son ejemplo de lucha, igual que los presos comunistas».
Su caso ejemplifica la defensa de los trabajadores en la huelga del metal de Cádiz y la crítica a la intervención policial que se hizo viral en las redes hace ya más de un año.
