Antonio Gil
Otro paso más en la privatización de los servicios ferroviarios en España se ha producido esta semana: Renfe, que llevaba años buscando un socio comercial, ha cerrado un acuerdo con el gigante del sector Mediterranean Shipping Company S.A. (MSC). MSC tomará el control de al menos el 50% de la sociedad además de hacerse cargo de todas las tareas de gestión. De este modo, en la práctica la empresa dejaría de ser pública y pasaría a estar controlada por capital privado extranjero.
Este acuerdo debe ser ahora examinado por el Gobierno, al tiempo que prosiguen las negociaciones entre RENFE y MsC para definir la estructura de esta asociación, si por medio de una joint venture o por un traspaso de activos de Renfe Mercancías a una sociedad existente.
Toda la operación se justifica en años de pérdidas para la compañía en el sector del transporte de mercancías por ferrocarril, un sector que todavía es dominado por la compañía pública frente a la competencia de operadores privados, según datos de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia, que cifraba en 2021 en un 56,6% su cuota de mercado, muy inferior al 85% que acumulaba diez años antes.
La red ferroviaria de mercancías continúa ocupando un porcentaje muy bajo en el total del transporte terrestre, no llegando al 5% del total, pero hay interés institucional en la mejora de esta situación, y la prueba está en la aprobación en 2022 de la estrategia Mercancías 30, un plan de inversiones cifrado en 8.000 millones de euros.
