—«Amigos de gran valor
vienen a verme mañana;
no quiero la cotidiana
comida de igual sabor:
¡Solo sirve lo mejor!»
A Esopo el patrón pidió
y Esopo le preparó
solo lengua en cada plato.
— «¿Te crees que somos un gato?
El patrón le preguntó.»
—«Usted pidió lo mejor
y eso fue lo que serví;
pues lo mejor para mí
es la lengua, que da amor,
enseña el arte, el honor,
comparte nuestra memoria,
aprendemos de la historia,
de ciencia y filosofía,
nos trasmite la alegría
y enaltece nuestra gloria.»
Vio el patrón que la razón
de Esopo era irrefutable
y le dijo en tono amable:
—«Enviaré una explicación
y una nueva invitación
a estos amigos de bien.
Así que en la tarde ven
Con lo que te dé más pena…»
Y Esopo, para la cena,
preparó lenguas también.