Antonio Gil.
Según ha podido saber este medio, el fallecido tenía 58 años de edad, era natural de Nueva Carteya y se encontraba vendimiando una finca de su propiedad.
A media mañana del viernes, Emergencias 112 recibió el aviso de que una persona estaba sufriendo mareos, por lo que desplazaron a la finca un equipo sanitario que no pudo reanimar con éxito a la víctima. Todo apunta a que el fallecimiento se debe a un golpe de calor, aunque la autopsia, no confirma la causa, pero descartaría el calor.
Esta muerte se produce en un momento en que en la zona había vigente un aviso con nivel rojo por altas temperaturas, de hasta 44 grados centígrados, cosa que podría agravar las patologías previas de personas que, sin otros recursos, hacen caso omiso a las medidas de seguridad y desarrollan tareas perjudiciales para su salud.
Desde fuentes sindicales se ha lamentado el fallecimiento y se ha apuntado que, aunque todavía faltan por conocer las causas definitivas del fallecimiento, no debe olvidarse que la normativa de prevención de riesgos laborales no solo aplica a personas que trabajen por cuenta ajena, sino también a las que trabajan como autónomas, siendo el trabajo autónomo en muchas ocasiones la única vía de sustento de las familias.
Conviene recordar que, tras producirse varios fallecimientos por calor en el trabajo en el pasado verano, se produjo un clamor por la modificación de las condiciones de trabajo en estos episodios, y el 11 de mayo se promulgó un Real Decreto-ley, el 4/2023, que modificó a su vez el Real Decreto 486/1997, que establece las medidas mínimas de seguridad y salud laboral.
