La huelga empezará el próximo 9 de agosto, ante las quejas de la falta de interés de la corporación para resolver el convenio. La decisión fue adoptada por unanimidad por alrededor de los 60 asalariados de la empresa Urbaser, presentes en una asamblea marcada por un profundo descontento.
Tras sopesar los resultados de la segunda reunión de la mesa de negociación para un nuevo convenio colectivo, la impresión sindical fue la de hallarse ante un interlocutor con poco interés por llegar a un pronto acuerdo.
“Tratamos varios puntos de la lista de propuesta de nuestra plataforma de negociación, sin llegar al más mínimo acuerdo”, afirma el presidente del comité de empresa. “Nos dijeron que valorarían algunos de ellos, pero ninguna de las reivindicaciones económicas”.
Con un convenio colectivo vencido el 31 de diciembre del 2021 y habiendo firmado en su momento una subida de tan solo el 1,2 % para ese último año, los representantes sindicales han recordado que la inflación subió el 6,5 en el 2021 y el 5,7 % en el 2022. Es por ello que la plantilla reclama un nuevo convenio con urgencia tras más de año y medio de congelación salarial en estos términos, solicitando una subida del 16 % repartida entre los tres próximos años, del 6 % en el 2023, del 4,5 en el 2024 y del 5,5 en el 2025.
La otra cuestión importante son las horas y los días libres. El grueso de los 64 trabajadores indefinidos no librarían ningún sábado, por lo que reivindican librar 2 al mes. Una reivindicación que pasaría por mantener las 39,5 horas semanales de los turnos de los empleados, que se redistribuirían para liberar dos fines de semana completos al mes.
A pesar de que el comité había valorado positivamente la actuación de la corporación en las ultimas semanas, la gota que ha colmado el vaso ha sido emplazar la próxima reunión dentro de tres semanas. No obstante, el lunes el concello se reunirá con ambas partes, para intentar mediar y llegar a un acuerdo.
