Decía Jaime Gil de Biedma en su “juego de hacer versos” que escribir acaba pareciéndose al vicio solitario. No obstante, todos los que escribimos acabamos apoyando, de una u otra manera, al oficio. Apoyar al oficio es apoyar a cuantos se enfrentan a diario al papel en blanco, el enemigo que hay que erradicar llenándolo de letras sangrantes. Este artículo va dedicado a una de esas personas, Najat el Hachmi.
La escritora ha sido elegida por el flamante alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, como la pregonera de las fiestas de la Mercè. La ganadora del Premio Nadal de novela 2021 es también una activista por los derechos de las Mujeres. Y como tal lo ha hecho constar en diversos artículos incidiendo en el tema de los menores y el cambio de sexo. No contenta con eso también se ha mostrado contraria al velo y es conocida por su visión crítica sobre la religión y el Islam. Toda esta crítica le ha servido para ser considerada “tránsfoba e islamófoba” por el fascismo con brillantina español y catalán.
Así, el Observatori contra l´Homofobia ha manifestado su disconformidad con la elección de la pregonera.
Hasta aquí la noticia. Si hace unos días hablaba sobre el manifiesto de los intelectuales de este país contra la censura en los diversos ámbitos de la cultura de este país, cancelaciones, prohibiciones, moralinas, etc. ahora me pregunto, ¿dónde están los intelectuales? ¿Se ha escrito ya un manifiesto en favor de Najat? ¿Van a dejar los intelectuales de apoyar a una colega que está siendo perseguida por pensar? ¿Es que no es lo mismo que cancelar una obra de teatro o una película infantil?
El mundo de la Cultura está impregnado por el fascismo Queer. Nadie se atreve a plantarles cara. Son la nueva Gestapo, el nuevo Gran Hermano. ¡Pues ya basta! Hasta aquí hemos llegado, si se meten con una se meten con todos. Todos los intentos de censura generista serán respondidos por este medio. El Sexo existe, el sexo es binario, nadie nace en un cuerpo equivocado, un hombre es un hombre, ser mujer no es un sentimiento, lo vamos a repetir hasta que os entre en la cabeza. No nos vamos a dejar amenazar más. No vais a agredir a más mujeres. ¡Dejad de acosar a mujeres! Hasta ahora os ha salido gratis, ya veremos ahora. ¡Hasta aquí hemos llegado!
Y lo mismo con el uso del velo, no es una cuestión de identidad, es una cuestión de machismo y un medio más del patriarcado para domesticar a las mujeres. ¡Y punto!
Los intelectuales deberían estar preparando un manifiesto de apoyo pero callan porque se juegan sus lentejas. Esa no es manera de apoyar al oficio pero sí se manifiesta como un vicio, el vicio de la cobardía.
¡Hasta aquí hemos llegado!
¡Eso suena precioso; me parece que desde que lo leí he crecido cuatro o cinco centímetros!
Pero… ahora, ¿qué vamos a hacer? (Aramos, dijo el mosquito: yo estoy a miles de kilómetros. Lo único que hice fue mandar mi votito nulo, y, además, los tuits y likes con que me desahogo. Eso es todo.)
Muchas mujeres tienen una vaga conciencia de que, por su sexo, son postergadas, explotadas, maltratadas, incluso, pero al momento de la acción política la canalizan por partidos que no defienden sus intereses… ¡qué digo!: los torpedean.
Eso hay que resolver. Que las feministas no sean cuatro en un taxi (ya se demostró que no: son cinco).
Pero pónganse contentos (los varones también, y no solo por solidaridad, sino por justicia y mutua conveniencia): ¡en España no hay peronismo, que en la Argentina es hegemónico desde hace 80 años (récord mundial) y omnipresente en todos los planos de la vida social (y que está a muerte con lo cuir y la identidad de género, huelga decirlo)!
Bueno, fantástico, ¡hasta aquí hemos llegado! Ahora tenemos que llegar más lejos.
Todo mi apoyo a Najat El Hachmi
Todo mi apoyo a Najat El Hachmi
Apoyo a Najat El Hachmi
Najat es una mujer muy valiosa, por eso la quieren callar. Vivan las mujeres valientes y coherentes como Najat!!