Eva Manzanares García.
Los trabajadores de la panificadora están en huelga desde noviembre en la planta de Chiclana, Cádiz. Según fuentes sindicales, los tribunales han vuelto a dar la razón a los trabajadores que convocaron esta protesta y condenan a la empresa por despido improcedente de un trabajador por afiliarse a una sección sindical de dicha panificadora.
Recordemos que la huelga ya fue declarada legal por los tribunales, y en torno a veinte trabajadores están exigiendo la readmisión de un empleado y denunciando la precariedad laboral y los abusos que han sufrido por parte de la empresa.
El sindicato declara que “queda demostrado que hemos actuado siempre dentro de la legalidad frente a un empresario tramposo que vive de aprovecharse de los más débiles y que usa el miedo a perder el trabajo como arma para explotarlos sin compasión».
La empresa, por su parte, interpreta la sentencia de improcedencia como una cuestión de forma, no se siguió el trámite correspondiente, pero no se vieron vulnerados los derechos fundamentales: «el Juzgado entiende que no ha existido vulneración de derechos fundamentales y por lo tanto no ha habido ningún tipo de persecución sindical. Determina que el motivo del despido se produce a consecuencia de conductas en las que incurrió reiteradamente el trabajador y declara la improcedencia porque la empresa no siguió el trámite adecuado para perfeccionar la extinción de la relación laboral; es decir que se incurrió en defectos de forma que hacen que el despido haya sido calificado de improcedente, pero no porque en el fondo no hubiera razones más que de sobra para despedir al trabajador».
«No se la da (la razón) y aclara que había una causa suficiente para el despido y que solo un defecto de forma ha provocado su improcedencia». Además, la empresa en el comunicado, denuncia haber sufrido numerosas injurias, boicots y descalificaciones.
Lo cierto es que la sentencia condena a la empresa por despido improcedente y reconoce el carácter de delegado sindical del trabajador despedido.
Por otra parte, se esperaba que a partir de lunes 17 de julio una parte de los trabajadores en huelga se reincorpore a su puesto de trabajo. El sindicato espera que no se produzcan represalias contra ellos.
La huelga va a continuar pero los trabajadores cambian la estrategia de lucha, puesto que los huelguistas están siendo reemplazados por trabajadores de otra empresa. Previamente, se han dirigido mediante burofax a la panificadora para exigirle que cumpliendo con la ley garantice un registro de jornada fiable que cumpla lo que establece el convenio y la ley; entre las prácticas de la empresa se encuentran los continuos cambios de turno en función de las necesidades empresariales sin previo aviso, algo que ya ha sido puesto en conocimiento de la Inspección de Trabajo.
