La semana pasada, CIG, CCOO y UGT acordaron solicitar a la Subdelegación del Gobierno en Pontevedra el permiso para la próxima movilización para el sector del metal, del 6 de julio.
La patronal, por su lado, afirma que las manifestaciones que se llevaron a cabo la semana pasada en las inmediaciones del Ifevi provocaron varios altercados. «Tienen derecho a la huelga, a exigir mejoras, a no acudir a trabajar. Pero no hay derecho a que ocurra lo de la semana pasada, con actos de violencia», dice Enrique Mallón, secretario general de Asime.
Los sindicatos, sin embargo, insisten en que en ningún momento planificaron una movilización convulsa y que los incidentes ocurrieron después de que las fuerzas de seguridad no les permitieran realizar el recorrido que tenían autorizado. «Siempre hacemos movilizaciones pacíficas », defiende Xulio Fernández, delegado de Industria de la CIG. Considera que la petición de desconvocar la huelga es condicionar la negociación.
Patronal y sindicatos llevan casi dos semanas sin sentarse a negociar (la última reunión fue el 19 de junio) y no tienen una fecha prevista para hacerlo.
