George Soros: el diseño mundial de la injerencia de la Fundación Open Society

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Sorprendentemente estos días la vicepresidenta de Colombia, Francia Márquez, agradeció públicamente a Open Society Foundations (OSF), la fundación del especulador financiero George Soros, por financiar su reciente gira a África.

Hay innumerables ejemplos de la influencia que las organizaciones filantrópicas privadas han tenido en el sistema capitalista, por ejemplo, la Fundación Rockefeller ayudó a financiar la Organización de la Salud de la Sociedad de Naciones (LNHO), predecesora de la OMS, la Fundación Ford que fue fundamental para financiar la “Revolución Verde» en las décadas de los 50s-60s que subordinó la agricultura al capital industrial y eliminó métodos tradicionales de manejo ecológico de suelo, manejo de la materia orgánica, abonos verdes, cobertura  permanente de suelo, barbechos, control biológico de plagas, recientemente la Gates Foundation, principal financista de la OMS, tras la decisión de Trump de suspender la financiación de EEUU a la OMS por valor de 553 mill. dólares, (14,7% de los ingresos totales: 3.767 mill dólares), inmediatamente, la Gates Foundation dio a conocer que aumentaría su financiación a la OMS en 250 mill. de dólares, si Gates lo suma a lo que está aportando llega a 617 mill. dólares, que representaría un 18%, por lo que el empresario se convirtió en el financista más importante de la entidad, por sobre cualquier otro país u organización.

La Open Society Foundations de Soros es una entidad con unos 1.800 empleados en 35 países, Su presupuesto anual de alrededor de mil millones de dólares. Se estructura financiando sus actividades «filantrópicas» alrededor de objetivos temáticos generalistas que cubren una amplia gama de temas que cubren los Estados soberanos como la práctica democrática, la gobernabilidad, la reforma de la justicia penal, la igualdad y los derechos humanos de las minorías, medios independientes, periodismo e información, la educación, la salud pública, la inmigración, temas que le proporcionan ventanas abiertas a la injerencia mediante «agentes no-estatales». Organizaciones como Human Rights Watch, Amnistía Internacional, la Unión Americana de Libertades Civiles y Planned Parenthood se encuentran entre sus beneficiarios.

Especulación

Arquetipo del especulador y profeta del «post-capitalismo», responsable de diversos cracks de Bolsas de valores y mecenas en alrededor de cincuenta países, Soros dio el gran golpe en el Miércoles Negro de 1992, cuando a través de su fondo Quantum Fund aprovechó la reordenación del Exchange Rate Mechanism atacando la libra ganando alrededor de 1.000 millones. En julio 1997 especuló en la crisis financiera asiática con la devaluación de la moneda tailandesa y por efecto dominó, le sucedieron Malasia, Indonesia, Filipinas, Taiwán, Hong Kong y Corea del Sur, considerada la primera gran crisis de la globalización.

Es de sobra conocido que el magnate Soros mantiene un vasto conglomerado de ONGs y fundaciones por todo el mundo como pantalla para impulsar revoluciones de color y privatizar economías en Europa del Este, Asia, África, América Latina y el Caribe, mueve los hilos de la inmigración, el independentismo o nuevas tendencias del feminismo.

Las ONGs se plantean como entidades de influencia en los órdenes administrativos-burocráticos del Estado para empujar cada vez más el aparato estatal hacia el curso de los objetivos estratégicos. Se insertan en los espacios abandonados por el Estado, que abarcan desde lo jurídico hasta lo simbólico social. Para ello cuenta con el alcance mediático, los «medios independientes» que adhieren las líneas narrativas de estos agentes no-estatales y las Organizaciones defensoras de DDHH.

Medios de comunicación

Controla Project Syndicate, una agencia de difusión de artículos editoriales de personalidades políticas en 181 cotidianos internacionales.

El  informe de MRC Business señala como Soros ha establecido y financiado una amplia red de medios de comunicación (al menos 253 grupos mediáticos en todo el mundo, incluyendo a por lo menos 54 figuras prominentes del sector periodístico) que le permiten ejercer un poder masivo sobre la información en la política internacional y moldear la opinión pública en muchos países.

Soros respalda al Instituto Poynter, que se dedica a verificar noticias y se define a sí como una especie de «Ministerio de la Verdad» global. De acuerdo al informe, Soros desembolsó al menos 131 millones de dólares entre 2016 y 2020 a través de distintas organizaciones para influir en estos grupos mediáticos.

Defensa de DDHH

Desde 1994 ha financiado numerosos proyectos en Myanmar (Birmania), declarando su enfoque en aumentar la «conciencia internacional» sobre las condiciones del país, y proporcionar «asistencia» a las minorías étnicas marginadas, mujeres y jóvenes, y así establecer una presencia oficial para ayudar «la transición desde una sociedad cerrada a una más abierta». En febrero 2021 el Gobierno militar denunció que la fundación local del multimillonario estadounidense habría subvencionado a los opositores a la junta militar al transferir fondos al movimiento de desobediencia sin solicitar el permiso del Departamento de Gestión de Divisas del Gobierno.

Golpes blandos

Open Society Foundations comenzó a apoyar a grupos de la sociedad civil en América Latina y el Caribe en la década de 1990 posteriormente, abrió oficinas en Rio de Janeiro, Bogotá y Mexico a través de la entrega de subvenciones, promoción y creación de redes y la colaboración con ONG asociadas y partes interesadas.

En Venezuela, la ONG Programa Venezolano de Educación-Acción, mejor conocida por sus siglas Provea ha sido denunciada reiteradamente. En Venezuela se autoproclaman como los representantes de la «sociedad civil», en «defensa de los derechos ciudadanos«, pero no son más que instrumentos de la política exterior estadounidense. Desde 1999, han sido fachadas para el recibimiento de financiamiento extranjero y se han erigido como elementos «ciudadanistas» que desafían la soberanía nacional, toda vez que muchas de ellas no son más que canales para distribuir recursos logísticos y financieros, con otros propósitos muy lejos del catecismo humanitario, ambiental, político o laboral que predican. A esto le llaman «iniciativa filantrópica«, un eufemismo para la intervención económica y militar de EEUU.

En Colombia la Open Society  tiene su mayor segunda oficina en Latinoamérica sólo detrás de Brasil. Su última rendición de cuentas data de 2021, cuando informó sobre sus actividades en el país andino: sus intereses se encuentran en las áreas de salud —pandemia del covid-19— y agrícola, el trabajo doméstico, programas de justicia racial, la migración venezolana, el conflicto social-armado, el cambio climático y el activismo ecológico. Habría invertido 15,6 millones de dólares ese año en dicha nación.

La vicepresidenta Francia Márquez en 2015 recibió el Premio Nacional a la Defensa de los Derechos Humanos en Colombia, galardón otorgado por Diakonia, una organización del Estado sueco y de la Iglesia de ese país. Esta última está integrada en el European Forum of LGBT Christian Groups, una red de entidades cristianas de corte liberal-progresista, de «iglesias inclusivas», que ha recibido apoyo financiero, entre otras instituciones públicas y privadas, de Open Society.

En Cuba. Se hizo notoria en laDirectiva Presidencial  de Obama la intención de trabajar con la sociedad civil cubana. El uso del término, por primera vez, por parte de un presidente estadounidense cabe preguntarse: ¿Con cuál sociedad civil? Obviamente no se trataba de las organizaciones e instituciones públicas existentes en Cuba, sino de la sociedad civil virtual, entiéndase la neo contrarrevolución, que se venía fomentando en Internet y las redes sociales, inicialmente de forma paralela a las organizaciones sociales cubanas, y luego ya abiertamente contrapuesta a estas, como parte de la estrategia en marcha desde el 2004. Open Society Foundations financia en 2014 el llamado ¨laboratorio de ideas «Cuba Posible», una página web bajo el camuflaje del debate y el ejercicio de la crítica popular impulsada por el propio Gobierno Cubano como parte de la redacción e implementación de los Lineamientos y la actualización del modelo económico. Igualmente aprovechando el ambiente de distensión y acercamiento en ese entonces entre la isla y Estados Unidos, organizando varios eventos dentro y fuera de Cuba.

Estructurado a través de ¨programas¨ por grupos temáticos, como los llamados «Ágora y Fraternidad«, estarían dedicados a atraer a los intelectuales cubanos interesados en temas históricos, legislativos, y diplomáticos, al tiempo que personas afines a causas sociales como el racismo, el feminismo, la igualdad de género, los derechos sexuales, y la protección animal, con la intención de generar un estado de opinión en estos sectores contraria al PCC, favorable al pluripartidismo y conveniente a la estrategia de los Estados Unidos. Uno de los directivos de Cuba Posible declaró a la agencia Reuters que sus objetivos eran impulsar ¨un cambio transicional a una Cuba pluripartidista¨.

Sus integrantes, tanto en su vínculo personal como en su retórica, debían mantenerse alejados de la contrarrevolución más agresiva, y al mismo tiempo proyectar un distanciamiento del ¨oficialismo¨, de las instituciones y las organizaciones afines a la ideología de la Revolución cubana.

Otro ejemplo de la articulación contrarrevolucionaria es el caso de la Dra. Katrin Hansing, profesora Asociada de Sociología y Antropología en Baruch College, fue becaria como consultora de la Open Society Foundations, autora del libro «Rasta, Race, and Revolution: The Emergence and Development of the Rastafari Movement in Socialist Cuba» (2006), un esfuerzo para utilizar la raza contra Cuba.

En Brasil tras el asesinato en 2018 de Marielle Franco, comprometió $1,25 millones para establecer la Iniciativa Marielle Franco para preservar su legado como líder negra, LGBTQI y feminista, y para apoyar a las mujeres negras en la política y la formulación de políticas en Brasil

En Ucrania con el objetivo de obtener beneficios de sus recursos energéticos, la rama local de la Fundación Soros, la International Renaissance Foundation (IRF) otorgó más de 100 millones de dólares a ONGs ucranianas entre 1990 y 2008 que tuvieron un papel destacado en el proceso que llevó a la independencia de Ucrania de Rusia en 1991.

El experto en geopolítica y recursos energéticos F. William Engdahl en junio 2015 desveló el esquema en el que Soros podría ganar miles de millones en el saqueo de los activos de Ucrania, 3 documentos que revelan el grado de manipulación entre bastidores de los detalles más minuciosos del régimen de Kiev, en uno de ellos el memorándum «Confidencial’  pide medidas para “restaurar la capacidad de combate de Ucrania sin violar el acuerdo de Minsk”, también pide suministrar armas letales a Ucrania y entrenar en secreto al personal del ejército ucraniano en Rumania para evitar la presencia directa de la OTAN en Ucrania, y pide a la UE que otorgue a Ucrania una suma de ayuda anual de 11 000 millones de euros a través de un mecanismo especial de préstamo de la UE. Soros propone en efecto utilizar la máxima calificación crediticia “AAA” de la UE para proporcionar un seguro de riesgo para la inversión en Ucrania.

La fundación de Soros financia la Hromadske TV, estación de transmisión digital en Ucrania registrada como ONG, financiada por las embajadas de Paises Bajos y EEUU y la International Renaissance Foundation, ONG ucraniana fundada en 1990 por Soros. En sus pantallas el periodista ucraniano Bogdan Boutkevitch llamó abiertamente al genocidio de los lugareños del Dombass: los tilda de «personas absolutamente inútiles»  el “Donbass, en general, no es simplemente una región en una condición muy deprimida, tiene una gran cantidad de problemas, el mayor de los cuales es que está severamente superpoblado con personas a las que nadie necesita”.

En Hungría, Soros fundó la Central European University (CEU) a partir de una donación de 800 millones de dólares a principios de 1991 a la luz de la caída del Bloque Socialista. Semillero de dirigentes diseminados por las  repúblicas ex socialistas: el expresidente de Georgia, Giorgi Margvelashvili, así como los eurodiputados Lívia Járóka y Monica Macovei, ex ministra de Justicia de Rumania, la exministra de Defensa de Georgia Tinatin Khidasheli, el presidente del Partido Eslovaco de la Coalición húngara József Berényi, el político opositor azerbaiyano Ilgar Mammadov y el exministro de Justicia croata Orsat Miljenic, el vicepresidente de la Academia Polaca de Ciencias Paweł Rowiński, Adam Bodnar, ex Defensor del Pueblo de Polonia entre otros.

En 1993 fundó la CEU Press, la mayor editorial en inglés de Europa Central y del Este ha desempeñado un papel importante en la publicación de libros sobre la transformación económica, social y política de la región bajo el prisma de las «sociedades abiertas».

En marzo 2018 el Ejecutivo húngaro dictó una ley que forzaba a las universidades extranjeras a establecer actividades académicas en su país de origen. La CEU fijó entonces un programa en Nueva York pero Budapest no lo reconoció y le prohibió aceptar nuevos alumnos a partir del 2019, a raíz de ello la CEU se trasladó a la vecina Austria.

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