La RDA, paradigma de la democracia participativa

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La República Democrática Alemana (RDA) se proclamó en la zona alemana de ocupación soviética que había establecido la Conferencia de Potsdam, después de que los británicos, franceses y estadounidenses establecieran la República Federal Alemana en franca violación de los acuerdos sobre la cuestión alemana tomados durante la Segunda Guerra Mundial.

La Alemania Democrática se propuso construir el socialismo y el comunismo como el objetivo histórico del movimiento obrero y el modo superior de organización económica y social de la humanidad y, para ello, contó con el apoyo y la solidaridad de la Unión Soviética y los demás países del Campo Socialista.

Uno de los rasgos distintivos de la RDA fue su sistema parlamentario y electoral, que se caracterizó por ser un ejemplo de democracia participativa, es decir, una forma de democracia en la que los ciudadanos tienen una mayor participación en la toma de decisiones políticas que la que les otorga tradicionalmente la democracia representativa.

El sistema político de la RDA se basaba en los siguientes principios:

-El sufragio universal, igual, directo y secreto para todos los ciudadanos mayores de 18 años.

-La representación proporcional en el parlamento de organizaciones de masas como los sindicatos, las cooperativas, las asociaciones juveniles, culturales y deportivas, etc.

-La participación directa de los trabajadores en la gestión económica y social a través de los consejos obreros, las asambleas populares y las comisiones electorales.

-La consulta permanente al pueblo a través de referendos, plebiscitos e iniciativas legislativas populares.

-La garantía de los derechos y libertades fundamentales para todos los ciudadanos, tales como la libertad de expresión, reunión, asociación, prensa, religión, educación, trabajo, vivienda, etc.

La estructura democrática de la RDA permitió al pueblo ejercer su soberanía popular y su voluntad general, sin renunciar a su soberanía ni delegarla en representantes ajenos a sus intereses. El pueblo era el único sujeto político y el único creador del derecho y el Estado era un instrumento al servicio del pueblo y no al revés.

El modelo político de la Alemania Democrática fue también un factor decisivo para el desarrollo económico y social del país, alcanzando un gran progreso científico-técnico e industrial, así como elevados índices de bienestar social durante las décadas de 1970 y 1980 que eliminó el desempleo, la pobreza, el analfabetismo, la explotación, la discriminación y la opresión de las clases trabajadoras y garantizando el acceso universal y gratuito a la educación, la salud, la cultura, el deporte y el ocio. De esta forma, la RDA promovió la igualdad de derechos y oportunidades entre hombres y mujeres, así como la solidaridad internacional con los pueblos que luchaban por su liberación nacional y social.

La Alemania Democrática fue también un baluarte de la paz y la seguridad en Europa que se opuso firmemente a las políticas agresivas e imperialistas de la OTAN y de la República Federal Alemana, que pretendían rearmar a Alemania Occidental y revivir el militarismo y el fascismo tal y como hoy en día están haciendo en Ucrania, y defendió el derecho a la soberanía de la RDA frente a cualquier intento de injerencia o subversión externa.

En el siglo XXI en que tanto se habla de la democracia participativa, los comunistas reivindicamos que la República Democrática Alemana fue un modelo a seguir y demostró la superioridad del socialismo sobre el capitalismo, siendo un ejemplo de cómo el pueblo puede ser el protagonista de su propio destino y construir una sociedad más justa, libre y humana.

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