Eva Manzanares García.
Comisiones Obreras, UGT y las patronales CEOE y Cepyme firmaron durante la semana pasada el V Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva (AENC).
Este documento marca las líneas de actuación de la negociación colectiva de los próximos años, y analizadas punto por punto dejan ver precarizaciones encubiertas del empleo, alza insuficiente de los salarios y recomendaciones que apuntan a una privatización de la salud pública a través de las mutuas.
En dicho documento, se tratan las bajas por contingencias comunes y se expresa la preocupación de ambas partes (patronal y sindicatos) ante el número de las mismas. Recordemos que dichas bajas se producen por enfermedades ajenas al puesto de trabajo.
“Igualmente, las Organizaciones firmantes de este Acuerdo consideramos que el aprovechamiento de los recursos de las Mutuas colaboradoras de la Seguridad Social contribuye al objetivo de mejorar los tiempos de espera, la atención sanitaria de las personas trabajadoras y la recuperación de su salud, así como a reducir la lista de espera en el Sistema público. Al objeto de cumplir esta finalidad, las Organizaciones signatarias instamos a las administraciones con competencias en la materia a desarrollar convenios con dichas Mutuas, encaminados a realizar pruebas diagnósticas y tratamientos terapéuticos y rehabilitadores en procesos de IT por contingencias comunes de origen traumatológico. Todo ello se llevará a cabo con respeto de las garantías de intimidad, sigilo, confidencialidad, consentimiento informado y coordinación con el profesional sanitario del Sistema público de salud».
El acuerdo de la AENC se propone, amparándose en el aprovechamiento de los recursos de las mutuas empezar por las roturas fuera del horario laboral y se insta a establecer procedimientos para analizar las causas de las bajas y su duración, lo que se traduce en hacer una labor más allá de la médica.
El texto lo motiva en la mejora de los tiempos de espera de la Seguridad Social. Este tipo de bajas, por fracturas, son de las más frecuentes y tienen una duración de 41 días frente a los 71 de la Sanidad Pública.
No se apuesta, por tanto, por lo público, sino que se opta por la traslación de recursos al sector privado mediante las mutuas.Recordemos que esta figura no deja de ser una asociación de empresarios que colabora con el sistema de Seguridad Social en la gestión de importantes prestaciones del sistema de Seguridad Social como son las contingencias profesionales, la incapacidad temporal o el cese de actividad de los trabajadores autónomos.
Su historia se remonta a 1900, cuando nacieron para hacer frente a los accidentes de trabajo. Desde entonces, las mutuas colaboradoras de la Seguridad Social han evolucionado e incrementado sus competencias; recordemos que gestionan recursos y servicios públicos, por lo que es una fórmula público-privada bajo autorización del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social.
El intento privatizador se atisba hace tiempo, pues sindicatos alternativos ya alertaban del plan propuesto por el Ministro de Seguridad Social en Marzo de este año, plasmado en un documento que recoge las negociaciones del Ministerio de Seguridad Social y la Asociación de Mutuas de Accidente de Trabajo, en el que se propone que las mutuas sean el pilar fundamental de la sanidad para los trabajadores en activo, mientras que los servicios públicos sanitarios sean exclusivamente para uso de pensionistas y menores.
