Por Enrique Madrazo Gutierrez.
Acérquense señoras y señores
acérquense y vean
guarden sus miembros un momento
comprueben esta maravilla
alúmbrense ante el portento
observen al detalle al incrédulo
qué prodigio de la economía
parece pero no es un simple sombrero
arrímense y comprueben
es el sombrero más grande del mundo
que no les engañe su apariencia
usa fachada de insolvencia
se trata de un verdadero auténtico
legítimo sombrero de mendigo certificado
apriétense y verifiquen
usted que orina tan deprisa
sosténganlo en sus manos
acreditado sombrero de indigente necesitado
cálceselo señorita y compruebe
el más grande inmenso maravillosos sombrero
dentro cabe cualquier cabeza
altos rubios bizcos sordos motoristas
calvos acróbatas monjas vietnamitas
usted que micciona con manguera de bombero
la rubia que aplica microaspersión
el ciego que mea balsillas
incluso los que se desahogan aguantando la respiración
éste es un sombrero mágico
sombrero maravilla
buzos militares secretarias taxistas
gente con pocas luces o electricistas
saltadores con pértiga ancianos ajedrecistas
cabizbajos cornudos o tronistas
falsificadores de sueños descerebrados
ludópatas del escarnio taxidermistas
cabezones de frente o de miras
capitalistas exiliados
astronautas del pasado
adivinos financieros facinerosos
payasos columnistas corredores de fondo
y también aquella que mea sentada
y éste que rubrica con su orina
desde el recién nacido al moribundo
todos cabemos en este sombrero de mendigo
fascinante sombrero mágico
pónganselo y experimenten
les transportará por una senda de fantasía
agárrenlo bien fuerte y disfruten
bienvenidos todos al camino
de baldosas amarillas.