Primer Congreso Internacional de Rusófilos

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Ha tenido lugar en esta semana, en Moscú, el primer congreso del Movimiento Internacional de Rusófilos, en el que han participado personas de más de 40 países, principalmente de América Latina, Asia y África. El evento surge como respuesta a la agudización de los sentimientos antirrusos, incrementados en los últimos tiempos debido al conflicto bélico centrado en Ucrania, pero que tiene su origen en la tradicional propaganda de rusofobia. Esta propaganda, emitida o impulsada por Occidente, se esfuerza en menospreciar la apertura a un escenario diferente del mundo unipolar, que se pretende imponer como único posible y es ciego a los cambios globales que se están produciendo.

El evento ha tenido escasa repercusión en los medios españoles, aunque ha podido seguirse gracias a la tarea de periodistas como Victor Ternovsky en su canal de Telegram.

Hemos asistido en el último año a situaciones absurdas como la cancelación de actos culturales, la eliminación de cursos y estudios, retirada de estatuas, cancelación de exposiciones, conciertos, ballets, ocultación de libros o de sus escritores, entre otras censuras, por el simple hecho de provenir de autores rusos.

Afortunadamente, la razón prevalece en la voluntad de numerosas personalidades en todo el mundo y algunos de ellos han tomado la iniciativa de promover la defensa de la cultura rusa en eventos como esta reunión internacional. A ella acudió el ministro de Exteriores de la Federación Rusa, Sergei Lavrov, y contó también con un mensaje de saludo del presidente Putin.

Lavrov señaló que la civilización occidental está obsesionada con su grandeza y exclusividad, y trata de conservar por todos los medios el dominio que se le escapa en la arena mundial. En ese desesperado intento por mantener su dominio, Occidente no duda en destruir la historia y monumentos sagrados, alentando el avance de un neonazismo que ya se extiende en diversos puntos de Europa.

Contra esta amenaza, la primera reunión de este movimiento manifestó su deseo de desarrollar la cooperación de manera constructiva y dar lugar a proyectos e iniciativas conjuntas prometedoras destinadas a fortalecer la amistad, la confianza y el entendimiento mutuo, siguiendo las palabras enviadas en mensaje por el propio Putin.

La rusofobia es un sentimiento despreciativo que, aunque ahora haya incrementado su intensidad, ha pasado por diversas etapas igualmente peyorativas, en especial durante el periodo de la URSS. Como indicaron algunos de los participantes en el congreso, el rechazo hacia la cultura rusa en occidente parece independiente a la situación política del país, pues incluso durante un gobierno tan lejano a la época soviética como es el actual de Putin, ese sentimiento persiste en su crudeza. Se diría que la causa principal de ese odio es la negación del evidente cambio en el orden mundial al que estamos asistiendo. El sistema económico y político que rige en Occidente se aferra al dominio de los Estados Unidos, pese a que cada vez son más difíciles de disimular los desastres y desmanes que causa y ha causado en todo el planeta.

Frente a ello, autores, intelectuales y representantes de medios como los participantes del congreso proponen que los valores de un país tan importante como Rusia son valores internacionales, representan también los valores de otros países y otras culturas. El internacionalismo cultural debe prevalecer frente a la lógica del individualismo, del egoísmo y la guerra que procura el imperialismo norteamericano. El modelo de los países en el nuevo orden que se avecina debe ser el de países cuyos Estados tiendan a la defensa de sus pueblos, no al sometimiento a los intereses económicos de las grandes compañías, a la justicia y la democracia, en lo que esperemos sea el preludio de un orden mundial más cercano al progreso y el desarrollo socialista.

1 COMENTARIO

  1. Soy chileno, descendiente de rusos y un atento estudioso de la geopolítica actual. Es evidente que estamos en presencia de importantes cambios mundiales, desde políticos, económicos, militares, religiosos, hasta en la salud. Mi admiración por Rusia y su presidente que asumieron el rol en dirigir esta trascedente batalla y rescatar lo bueno que ha construido la sociedad en su breve evolución en este planeta. El hombre, la mujer y la familia, deben recuperar su rol y asumir que se ha perdido el honor, el respeto y la verdad; se vive ahora de la hipocresía, el doble standart, el culto al hedonismo y a la especulación financiera, madre de la desigualdad económica. El patrón oro era un buen sistema que ordenaba a los países, a diferencia del «papel con tinta» llamado dolar amparado por la OTAN.
    Exito en vuestro proyecto

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