Ucrania, las cosas claras

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La guerra en Ucrania no fue lanzada por un zar tiránico ruso (Putin) empeñado en reconstruir la URSS. Ese relato es un fraude que fue instalado por los servicios multimedia de la propaganda occidental tratando de marcar el «sentido común» del conflicto y obtener apoyo público para una guerra híbrida para desmembrar Rusia.

El periodista Mike Whitney en su nota» «Setting The Record Straight – Stuff You Should Know About Ukraine« desmonta la «narrativa oficial» que identifica a Rusia como autor de las hostilidades.

El 16 de febrero de 2022, una semana antes de que iniciarse la Operación Militar Especial rusa, el ejército ucronazi comenzó el bombardeo intenso de la zona (en el este de Ucrania) ocupada principalmente por rusos étnicos. Funcionarios de la OSCE, Misión de Observación de la Organización para la Seguridad y la Cooperación se encontraban en las inmediaciones en ese momento y llevaron un registro de los bombardeos a medida que se producían.

Lo que constata la OSCE fue que el bombardeo se intensificó drásticamente a medida que avanzaba la semana hasta alcanzar su punto álgido el 19 de febrero, cuando se registraron un total de 2.026 disparos de artillería. El ejército ucraniano estaba bombardeando zonas civiles a lo largo de la línea de contacto, que estaban ocupadas por otros ucranianos. ¿Es acaso el bombardeo y la matanza del propio pueblo un «acto de guerra«?

Los hechos pueden ser identificados en un mapa donde las explosiones tuvieron lugar y fueron registradas por funcionarios cuyo trabajo era cumplir esa misma tarea, la historia está vinculada a hechos reales que tuvieron lugar sobre el terreno y fueron catalogados por profesionales capacitados en la materia.

Dentro de la disciplina de las Relaciones Internacionales, respecto a la emergencia y consolidación del principio de la Responsabilidad de Proteger (R2P siglas en ingles) en las estructuras normativas internacionales. Dicho principio había surgido en el ámbito académico de la mano de autores como Francis Deng[1], por entonces Representante especial del Secretario General de la ONU sobre Desplazamiento forzoso, y Roberta Cohen, quienes reformulaban el principio de soberanía estatal, concibiéndola no ya como control y poder absoluto sobre territorio y población, libre de injerencias externas, sino esencialmente como responsable de garantizar la seguridad y bienestar de la población

Otro punto que ha sido silenciado expresamente por los medios occidentales, Rusia invocó el Art. 51 de las Naciones Unidas, que proporciona una justificación legal para una intervención militar, la llamada Responsibility to Protect (Responsabilidad de Proteger) que está realmente justificada, el ejército ucraniano ha asesinado a más de 14.000 rusos étnicos desde el golpe de Estado respaldado por EEUU hace 8 años. Si alguna vez hubo una situación en la que pudiera justificarse una operación militar defensiva, era ésta.

 Scott Ritter, ex Inspector de armamento de la UNSCOM (Comisión Especial para el desarme de Iraq de Naciones Unidas, lo explica meridianamente en el medio Consortium News «Russia, Ukraine & the Law of War: Crime of Aggression«:

«El presidente ruso Vladimir Putin, citando el Artículo 51 como su autoridad, ordenó lo que llamó una «operación militar especial». […] [En] virtud del Artículo 51, no puede haber ninguna duda sobre la legitimidad de la afirmación de Rusia de que la población rusoparlante del Donbás había sido sometida a un brutal bombardeo de ocho años de duración que había matado a miles de personas. […] Además, Rusia afirma tener pruebas documentales de que el ejército ucraniano estaba preparando una incursión militar masiva en el Donbás que fue adelantada por la «operación militar especial» dirigida por Rusia.» [Las cifras de la OSCE muestran un aumento del bombardeo gubernamental de la zona en los días previos a la incursión rusa].

«[…] La conclusión es que Rusia ha presentado una reclamación admisible en virtud de la doctrina de la legítima defensa colectiva anticipada, concebida originalmente por los EE.UU. y la OTAN, ya que se aplica al artículo 51, que se basa en hechos, no en ficción

«Aunque pueda estar de moda entre la gente, las organizaciones y los gobiernos de Occidente abrazar la conclusión automática de que la intervención militar de Rusia constituye una violación gratuita de la Carta de las Naciones Unidas y, como tal, constituye una guerra ilegal de agresión, la incómoda verdad es que, de todas las reclamaciones realizadas en relación con la legalidad de la acción preventiva en virtud del artículo 51 de la Carta de las Naciones Unidas, la justificación de Rusia para invadir Ucrania tiene un sólido fundamento jurídico.»

Es cínico argumentar que la operación rusa «no fue provocada», tendríamos que decir que disparar más de 4.000 proyectiles de artillería contra ciudades y barrios donde vive población civil, ¿no es una provocación? ¿Quién defiende ese punto de vista? La única excepción de medios occidentales fue la agencia Reuters que publicó un artículo deliberadamente opaco publicada el 18 de febrero titulada «Rusia expresa alarma por el fuerte aumento de los bombardeos de Donbass».

Danial Kovalik profesor de Derechos Humanos Internacionales en la Facultad de Derecho de la Universidad de Pittsburgh escribe: «esta guerra del gobierno de Kiev contra los pueblos de habla rusa del Donbass: una guerra que se cobró la vida de unas 14.000 personas, muchas de ellas niños, y desplazó a alrededor de 1,5 millones más incluso antes de la operación militar de Rusia, ha sido posiblemente un genocidio. Es decir, el gobierno de Kiev, y especialmente sus batallones neonazis, llevaron a cabo ataques contra estos pueblos con la intención de destruir, al menos en parte, a los rusos étnicos precisamente por su etnia».

«Aunque la Carta de la ONU prohíbe los actos unilaterales de guerra, también establece, en su Artículo 51, que «ninguna disposición de esta Carta menoscabará el derecho inmanente de legítima defensa, individual o colectiva…». Y este derecho de legítima defensa se ha interpretado de manera de permitir a los países responder, no sólo a ataques armados reales, sino también a la amenaza de un ataque inminente».

Whitney concluye «A los ojos de Washington, el derecho internacional no es más que un inconveniente que se elude desdeñosamente cada vez que se requiere una acción unilateral»


[1] DENG, Francis M. et.al., «Sovereignty as Responsibility. Conflict Management in Africa», Brookings, Washington DC, 1996.

1 COMENTARIO

  1. Sólo una pequeá cotrrección: los casi 14.000 muertos en el Dombás fueron en total, no sólo los civiles masacrados por los ucronazis sino también los ucronazis que fueron aplastados por las milicias rusoétnicas.
    Es importante no caer en errores de este tipo porque al más mínimo fallo de matiz o precisión, llegan las piaras de NAFOs y vendidos a Whasington para intentar desacreditar la verdad agarrándose al clavo ardiendo de las imprecisiones que podamos haber cometido.

    Saludos.

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