Poema: Vindicación de la violencia contra los que venden lo público

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Si no arde es que será agua
Cielo en la tierra
Y en las cunetas parsimonia
Sin color y pasada

Si no arde en el sendero
La hierba que rala se multiplica
Si no arde el espíritu obrero
Si no arde el corazón en este luto ceniciento
Es que será agua lo que camina por las calles
Será agua lo corre por las venas
Agua será más no su recuerdo
Los pupilos que enrejaron la contienda
Los que desencadenaron las piedras
Y conquistaron palacios de invierno
Dónde están ahora que nos roban las vendas
Que nos tapian los ojos
Que nos obligan a vender la hacienda
El colmado la habitación sin tapujos
Las manos cortadas del reciente sueño
Dónde están los que levantaban el puño
Los que templaron el hierro
Y forjaron la esperanza
Murieron bajo el solsticio
Cayeron bajo las tapias

Si no arde es que será agua
Este país de balones rodando
Este país de toreros sin sangre
Qué será de la templanza del pueblo
De su resignación con cruces
De su lícita pasión en Semana Santa
Todos los partícipes de esta venta acorralada
Aquellos que se enriquecen mientras morimos
Los que producen miseria
También crearán la muerte clara
La impedimenta secreta de los huesos
La imposibilidad de curarnos
Y sonará el estrépito de cuerpos destrozados con saña

Si no arde el país de punta de lanza a cabo de agua
Si no se contempla la gran pira de pirómanos 
Si no acabamos con ellos
Serán ellos los que acaben con nosotros
Por eso hermana compañera camarada
Sal a buscar la afrenta
Sal a unirte con tus hermanos y hermanas
Sacude el árbol del poder
Sacrifica a cuantos contemplen tu sonrisa precaria
Que si no arde el país
Es que no tendremos sangre en las venas
Y lo que corre por ellas
Será agua.

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