por Enrique Madrazo Gutierrez
Mauricio tenía un gato
que sabía hacer la peonza
admiraba su perseverancia
algún día lo consigues gato
se despedía cada mañana
mau medio bostezo ricio
para con la noche regresar
y admirar la actitud de tornillo felina
demonio de gato ladraba mauricio
amagando el puntapié
y luego cenaban los dos
mauricio las sobras de ayer
el gato las sobras de Mauricio
qué tal el día ronroneaba el gato
estático de repente como un psicoanalista
y mauricio entonces comenzaba a maullar
te juro un día de estos
otra vez el mismo limón de siempre
carlos se superó hoy el muy imbécil
sofía ay sofía cuando sonríe
te juro un día de estos
las cervicales suplicaron cortesía
y para colmo otro fin de semana calavera
en fin
suspiro y punto y aparte
turno para el gato que se vuelve
y revuelve
satélite sobre su cola
masticando la piel del imbécil
con acidez mauricio se acuesta
cansado sin hacer ruido
ovillo también el gato
que ovilla y se desovilla
buenas noches gato
ojala atrapes pronto el sueño
buenas noches mauricio
ojala atrape pronto estas pulgas
mauricio era un gato que era un pez
que se mordía la cola
algún día lo consigues mauricio.