No cumplidos aún los dos meses desde la formación del nuevo Parlamento Andaluz, el pasado 14 de julio, la coalición de partidos encabezada por Inma Nieto decidió ayer relevar de manera urgente a la representante y diputada de Podemos, Alejandra Durán, de la Mesa del Parlamento. La sustituirá la responsable de Más País en la comunidad, Esperanza Gómez.
De esta forma, Podemos se quedaría sin representante en dicha Mesa. La tesitura sugiere una tensión no resuelta desde los problemas sucedidos durante el acuerdo para confluir en la plataforma denominada Por Andalucía (conformada inicialmente por Podemos, IU, Más País, Equo, Alianza Verde e Iniciativa del Pueblo Andaluz). La coalición se presentó de manera enigmática en el límite del plazo y con Podemos legalmente no incluida en ella. Además, el resultado fue una irrelevante representación de los partidos teóricamente a la izquierda del PSOE en el parlamento andaluz que alcanzó justo para componer un grupo parlamentario.
La sustitución de Alejandra Durán fue abordada de urgencia y es considerara una cuestión temporal debida a «disfunciones» en el desempeño de su trabajo en el órgano parlamentario. Se trata de una decisión tomada por cuatro de los seis partidos componentes de la coalición. Los partidos ausentes fueron el propio Podemos y Alianza Verde.
Se espera que Durán regrese a su cargo cuando «se den las garantías». No obstante, la medida ha causado malestar en la formación morada, puesto que en ese pacto logrado en la foto finish del plazo se concretaba la presencia de un representante de este partido en la Mesa.
Podemos podría así interpretar que se le hace pinza entre IU y Más País con la intención de menoscabar su capacidad organizativa en el Parlamento, e incluso que en ese pacto de última hora se trataron entre ambos partidos cuestiones no del todo aclaradas.
Recordemos que tras dicho pacto desde la formación de IU quedó la percepción de haber sido demasiado generosos con sus compañeros y que el propio Toni Valero, líder en Andalucía del movimiento político, lo valoró como un «trágala».
Los desencuentros entre los diferentes componentes de esta nueva plataforma política parecen no tender a las sumas, sino más bien acercarse a una resta completa. Mientras tanto, en este declive ideológico al que se ve abocada la izquierda española, que se deteriora en una pendiente desmovilizadora sin frenos, las encuestas más recientes sobre intención de voto sitúan ahora a la plataforma liderada por Errejón como la más favorecida.
