Agrupaciones feministas de toda España han dado la voz de alarma por lo que consideran una manipulación para que se eluda el debate público de la conocida como ley trans, ante el anuncio de su tramitación por la vía de urgencia.
La Mesa del Congreso decidió ayer jueves la tramitación de esta norma de manera urgente y con competencia legislativa de la Comisión de Igualdad, de modo que se eludiría su debate en el pleno del Congreso. Este anuncio ha indignado a una gran parte del feminismo organizado, que sostiene desde su borrador una fuerte crítica y que pretendía abrir un debate que llevara a la posibilidad de introducir enmiendas, al menos en los aspectos que, según consideran, plantean un grave perjuicio para las mujeres e infancia.
Esa gestión urgente implica reducir a la mitad los plazos habituales señalados por el reglamento del Congreso. La decisión supone además que la ley trans se apruebe con competencia legislativa plena (en la que solo intervienen la ponencia y la comisión legislativa permanente que corresponda, sin posterior debate y aprobación en el Pleno), lo que acelerará aún más su tramitación.
Entidades como Feministas al Congreso estiman que se trata de «un atentado contra la democracia» y que «el Gobierno ha solicitado a la Mesa del Congreso que tramite la Ley Trans por la vía de urgencia, para impedir los debates y la comparecencia de expertos y así lograr su aprobación por la vía meteórica, burlando las garantías democráticas».
Otras agrupaciones como la Alianza Contra el Borrado de las Mujeres anuncian sin ningún tipo de rodeos que la portavoz del Congreso, Meritxell Batet conoce que esa petición urgente se salta las comparecencias de expertos en el debate parlamentario y que esto «menoscaba la convivencia, pone en peligro derechos de las mujeres y es dañina para la infancia».
