45 millones de tontos

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En la semana que acaba hemos oído al presidente de una de esas empresas que controlan sectores muy importantes de la economía nacional llamar tontos a aquellos que estén sufriendo en su bolsillo el alza de los precios de la electricidad. La frase exacta ha sido: «Solamente los tontos que siguen con la tarifa regulada por el gobierno pagan ese precio». La causa, según el mencionado oligarca, es que los que tienen tarifa libre ahora pagan menos que el año 2018 porque se han bajado los impuestos.

Como siempre que gente como Ignacio Galán, presidente de Iberdrola, que tal empresario y compañía son de los que hablamos, pretenden echar las culpas de todos los problemas al estado, es fácil rebatir sus afirmaciones: organizaciones como FACUA aseguran que estas estimaciones son falsas. Iberdrola, la empresa en cuestión de la que hablamos, ha encarecido el precio del Kilovatio hora un 68,5% en los últimos seis meses, según Rubén Sánchez, presidente de esa organización. Muchos de los acogidos a la tarifa regulada son pobres energéticos que deben acogerse a ella para recibir el bono social. Iberdrola recibe cuantiosas subvenciones en concepto de ayuda a la implantación de energías renovables.

Pero más allá de todas estas consideraciones destaca que no es la primera vez que esta eléctrica da la nota exhibiendo falta de escrúpulos y percepción de impunidad. Conocidas son sus campañas supuestamente de promoción de energías renovables y contra el cambio climático en las que parecen querer cargar la responsabilidad del desastre medioambiental al conjunto de la sociedad: Bajo proclamas del tipo Ya nadie puede mirar para otro lado, han publicado, por ejemplo, recetas que debemos aprender para no gastar energía. Es decir, la culpa del desastre medioambiental es de usted y yo que comemos huevos fritos en vez de escalfados, no de las eléctricas que no paran de llenar de CO2 la atmósfera. Y en julio de 2021, durante una acuciante sequía, no tuvieron el menor reparo en vaciar embalses que ya estaban en niveles preocupantes para especular con la producción de energía hidroeléctrica.

Todo ello debería alertarnos de la percepción de impunidad que un tipo imputado en el caso Villarejo por haber encargado espionaje a empresas rivales sigue teniendo. Llámenme desconfiado, pero, en mi opinión, un empresario que viera en riesgo su capital y sus ganancias en el mercado libre que tanto propugnan los de su clase se andaría con mucho ojo de insultar a los consumidores.

Pero aún hay algo más grave: es el hecho de que, por desgracia, Galán no tiene motivos para pensar otra cosa, dado que todo lo que ha acertado a responder el gobierno es reprocharle por boca de Nadia Calviño su «falta de empatía». No esperaba más de la ministra quintacolumnista del poder económico en el gobierno socialista, pero incluso la ministra de asuntos sociales y actual líder de Podemos, Ione Belarra se distinguió en el pasado por suplicar a las eléctricas que cambiaran aquellos demenciales horarios de tarifas que seguimos sufriendo. Es decir, a pesar de estar imputado, no tiene motivo para sospechar que el gobierno vaya a hacer nada para limitar el poder que le confiere secuestrar uno de los sectores claves del país. Todo lo más se van a limitar a regañarle en voz baja y suplicarle. Tal es el poder que les confiere su dominio del capital.

En esta situación habría llegado la hora de que la ciudadanía tome las riendas. Pero hay algo que debemos tener claro antes de convocar las movilizaciones que serían necesarias: cada vez parece más claro que en un mundo donde se ha permitido que el poder empresarial y económico esté por encima de leyes y gobiernos, no vale de nada reclamar a los que parecen tener solo intención o capacidad para ser los palmeros de dichos plutócratas. Daniel Bernabé en uno de sus tweets proporcionó una idea al analizar la última afrenta de este individuo tan recomendable, imputado, abusador de poder y chulo: «lo mismo con manifestaciones de muchos «tontos» delante de las sedes de Iberdrola se le pasa la falta de complejos de unas empresas que nos chulean y además se permiten insultarnos».

No puedo estar más de acuerdo con Bernabé. Cuando se hacen revoluciones no basta con tomar el palacio de invierno, además hay que garantizar que los revolucionarios usen su poder contra los kulaks, los burgueses y los capitalistas. Últimamente en muchos lugares del mundo vemos levantamientos contra gobiernos que se resuelven con alternancias en el poder político mientras individuos como Galán, Garamendi y sus conglomerados empresariales permanecen en sus puestos abusando de las armas que tienen en su mando. Mientras los que de verdad mueven el tinglado no sientan la presión popular, si no gubernamental y legal, en sus vidas y sobre todo en lo único que les importa, sus negocios, no van a dejar de especular, encarecer e insultar.

Cómo lograr este efecto de que pierdan su percepción de escandalosa impunidad es lo difícil, pero todos debemos tener claro que este es el objetivo final. Para ello empiecen por votar los políticos que vean más dispuestos a plantarles cara, sigan por exigir a sus representantes que actúen, pero si convocan manifestaciones con raíz en el abuso de los empresarios, no se olviden de dirigirlas contra estos sectores cuya obra sufrimos todos. De lo contrario, los Galanes y similares podrán pensar que en España no hay diez millones de tontos, sino 45.

P.D.: Hace dos artículos este villano de Madrid comentó unas declaraciones del presidente de Estados Unidos Joe Biden donde supuestamente afirmaba que «cortar el gas ruso dañará a Europa», pero que «ese es el precio» que está «dispuesto a pagar». Como numerosos artículos y webs que mencionaban el suceso incluían un vídeo, el villano dio por buena esa afirmación. Lo cierto es que las declaraciones de Biden no fueron esas. El fondo era el mismo, el presidente norteamericano decidiendo por Europa nuestra postura en el conflicto de Ucrania, pero para no confundir a mis lectores les aclaro que sus palabras reales fueron: «eliminar el gas ruso tendrá un coste para Europa, pero no sólo es lo correcto desde un punto de vista moral, sino que nos pondrá en una posición estratégica mucho más sólida». Aunque para mí esto no cambia gran cosa, reconozco que sufrí sesgo de confirmación y les invito a que comprueben los videos y fotos que vean en internet.

El tweet donde Daniel Bernabé llama a movilizarse ante las sedes de Iberdrola.

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