Como estaba previsto, las asociaciones de taxistas Élite Barcelona y Taxi Project han realizado una marcha lenta en el día de hoy, jueves 10 de febrero para protestar contra Uber por una serie de denuncias presentadas ante el organismo de la Competencia en Cataluña (ACCO) por varias declaraciones de sus miembros, y en especial de su coordinador Tito Álvarez, lo que desde las organizaciones de taxistas consideran «un atentado contra la libertad de expresión y una clara vulneración de los derechos que nos asisten como ciudadanas y ciudadanos».
Los taxistas acusan al gigante norteamericano de utilizar esta está estrategia para «monopolizar al sector y eliminar la competencia», después de varios intentos sin mucho éxito de penetrar en el sector del transporte de viajeros en Barcelona.
Según el sindicato, la empresa Uber está haciendo llegar un alud de denuncias a la Autoridad Catalana de la Competencia (ACCO), lo que «ha forzado» la apertura de un expediente sancionador a Elite Taxi y Taxi Project que podría traducirse en una multa en torno a los dos millones de euros.
Más de 3000 vehículos tanto de Barcelona como llegados de Madrid ha empezado sobre las 10:30 horas en la plaza de España, llegando a colapsar la ciudad, ha finalizado en el Parlament de Catalunya donde los taxistas han sido recibidos por los diferentes partidos políticos, entre ellos el president del Govern, Pere Aragonés.
Del mismo modo, durante la marcha se han unido a la protesta en apoyo a los taxistas, Conchi Abellán, coordinadora de Podem en Cataluña y el diputado Rafa Mayoral, de Unidas Podemos.
En declaraciones, el portavoz de los taxistas Tito Álvarez ha asegurado que con el expediente se ha abierto un procedimiento «muy peligroso» y ha reclamado que se defienda la libertad de expresión «como se va hacer con la detención de Jordis en el 2017 en el marco de la causa judicial por el 1-O».
Por último, Álvarez ha lamentado que la administración pública es «parte» en esta cuestión y que mantiene un posicionamiento que beneficia a Uber: «Si quieren ponernos una multa de 2 millones de euros, que nos la pongan. Como si son 4 o 6 millones. No les vamos a pagar. No vamos a callar», ha reivindicado.
