Henar Sastre Domingo, integrante de la Plataforma 7N Contra las Violencias Machistas Madrid, escribió un magnífico artículo, Reflexiones sobre la situación de hartazgo de las mujeres y la exigencia de ‘Una vida libre de violencias’, que fue publicado el 1/10/21 y del que entresaco algunos párrafos:
“Hartas estamos hartas, muy hartas, de que ellos -los políticos, las administraciones públicas, los responsables jurídicos y la sociedad en general-, no estén todos hartos de la violencia contra nosotras: las mujeres y niñas.”
La sociedad comprendió que las violencias contra las mujeres no son un asunto privado e individual, pero no ha terminado de asumir que la cultura de la violencia tiene causas estructurales en la desigualdad y sobre todo que para su erradicación es preciso el compromiso político, que nuestras instituciones actúen con debida diligencia. (…) Es imprescindible su apuesta decidida por impulsar una pedagogía a la ciudadanía para que el derecho a la igualdad de las mujeres forme parte del sentido común universal.
Estamos hartas de escuchar que la violencia es una lacra, como si las violencias fuesen un accidente irremediable que tenemos que aceptar.”
Un mes después, y coincidiendo en el calendario con la fecha del 7N, tenemos una nueva mujer asesinada por su ex pareja y tres menores más a los que ha cambiado la vida radicalmente. Y como muy bien escribía Henar todo esta violencia y el sufrimiento que genera no se deben a la casualidad, sino a la CAUSALIDAD generada por una socialización androcéntrica que impuso a mujeres y hombres unos mandatos de género jerarquizados que no responden a la realidad de los seres humanos, sino a su potencial usufructo, y que nos han traído hasta aquí, a esta sociedad del siglo XXI que necesitamos reformar desde sus cimientos, porque como sabiamente dijo Amelia Valcárcel, “el machismo mata, empobrece y atonta, por ese orden”. Y también afirmó que “el Feminismo es una de las filosofías políticas ilustradas que más ha contribuido a cambiar la entera faz del mundo que habitamos. Lo viene haciendo durante los tres últimos siglos. Pero le queda mucho por andar.”
Hay que añadir a esta cronología de la violencia sexista extrema que una semana antes se había producido una brutal violación a una adolescente de 16 años, y el día 6/11/21 la periodista e investigadora Ana Bernal Triviño en otro magnífico artículo expone lo siguiente:
“Una parte de la sociedad se llevaba las manos a la cabeza con la violación de la niña de Igualada. Como si fuera algo excepcional, cuando no lo es. Todos los días, cada 4 horas, hay una denuncia por violación en este país, según los datos del Ministerio del Interior.
A veces queda la sensación de que tienen que violarnos o asesinarnos, a nosotras o a nuestras hijas/os de la forma más cruenta posible para que haya una mínima reacción social. Eso también es cultura de la violación.
Y a esto se añade que todos los días hay agresiones que no se llegan a denunciar. Y no surgen de manera fortuita, sino porque detrás hay todo un sistema que aún no está a la altura.
Ayer me preguntaban algunas personas: ¿cómo unos tipos se han ensañado así con esta joven? Y la respuesta es que ese comportamiento los varones españoles de todas las edades pueden haberlo visto cientos de veces en las web de pornografía, y haberlo practicado con mujeres en situación de prostitución. A diario, en este país.
Es una cuestión de poder, violan por poder. Disfrutan viendo que pueden hacer con nosotras lo que quieran. Violan porque han sido educados bajo una deshumanización absoluta hacia la mujer, cuyo cuerpo pasa a ser un objeto que machacar”.
Y además de expresar la denuncia y el hartazgo con palabras también hay compañeras que recurren a la expresión plástica, como en este caso hizo, en conmemoración del 23S, Museo de la Mujer Buenos Aires que organizó una impactante exposición virtual, que puede verse en You Tube, con el lema ESCLAVITUD SIGLO XXI que se presentaba de la siguiente manera: “Ha quedado a la vista en estos tiempos que la explotación sexual no hay pandemia mundial que la pacigüe, al contrario el empobrecimiento de las mujeres la refuerza. De la mano de diversas artistas buscamos dar visibilidad a que PROSTITUIR ES VIOLENCIA, por eso decidimos acompañar las obras de esta convocatoria con las voces de las sobrevivientes para escuchar en primera persona el significado de la enajenación de la propia intimidad, interesando solo el placer de quien te consume sin importarle tu vida”.
Expongo aquí el testimonio de dos supervivientes y de una artista:
“La cara del prostituyente es la cara más grotesca del poder sobre los cuerpos de las mujeres” (Sonia Sánchez, sobreviviente de prostitución, libro “Ninguna mujer nace para puta”).
“Sólo trazos, trazos en la mente, cientos de rostros desconocidos sin nombre, sólo genitales, sólo olores, sólo fuerza sobre mí: jadeos, respiración, gemidos; y mi cuerpo tenso, mis articulaciones duras, mis ojos apretados hasta sentir que el putero se queda quieto…, allí viene un breve alivio, hasta que llegue el próximo, y así volver a casa con plata y mi cuerpo hecho un despojo, con temblores en las piernas, sensación de latigazo, de caída, dolor lumbar, arcadas, vómitos, acidez… y así al otro día de nuevo en la esquina, sosteniendo mi “trabajo sexual”. Al año más o menos me volví adicta a los calmantes.” (Delia Escudilla, sobreviviente de prostitución, libro “Violación consentida”).
“Las redes que atrapan son fuertes, poderosas. Sólo la conciencia social puede romperlas como telarañas. La concientización es nuestra posibilidad de ayudar. La mujer y su cuerpo han sido a lo largo de la historia explotados, la trata de personas es un flagelo exponencial de esa explotación contra la que debemos alzar nuestras voces”. (Lucía Calabrino, “Ragnatela” (telaraña).
La afirmación que hace Henar, “Hartas, estamos hartas, muy hartas”, la visibilizamos miles de mujeres, incluida la misma Henar, en Madrid en la multitudinaria Manifestación del 23O, y sí señor Echenique éramos miles de mujeres y sí que gritamos, y numerosas veces, exigiendo la dimisión de Irene Montero y la de su jefe máximo, Pedro Sánchez, y no porque queramos negar los derechos de nadie, sino porque sabemos que, “en una época de engaño universal decir la verdad es un acto revolucionario” (George Orwell), y como mujeres Feministas preferimos “una libertad peligrosa que una servidumbre tranquila”, como al parecer han decidido asumir otras/os.
Y esa afirmación la sostenemos y la hacemos evidente en los distintos territorios autonómicos ante decisiones políticas completamente desacertadas, que reflejan una ceguera total ante la realidad expuesta por el artículo de Ana Bernal Triviño o la exposición virtual ESCLAVITUD SIGLO XXI, y que se concretan en el caso de la Comunidad Valenciana y por parte de la Conselleria de ¿Igualdad? y Políticas Inclusivas, entre otros ejemplos, en la exclusión de la prostitución de la Estrategia Valenciana Contra las Violencias Sexuales, desvinculándola de la pornografía, a pesar de todos los estudios e informes que concluyen que “la pornografía es la pedagogía de la prostitución”, y que alertan “sobre su efectividad a la hora de construir un discurso y un imaginario de violencia misógino”, como ha expresado en múltiples ocasiones una socióloga con una trayectoria investigadora tan eminente como Rosa Cobo, que precisamente fue una de las integrantes este 22 de Septiembre de la charla, ‘Pornografía: Aprendizaje de la sexualidad patriarcal e introducción al mercado de la prostitución’, organizado por la Unidad de Igualdad de la Universidad de València, y que también contó con la participación de una doctora en Sociología y Antropología como Beatriz Ranea, y un doctor en Sociología y Filosofía como Lluís Ballester.
Dos contundentes afirmaciones de la también doctora en Sociología Mónica Alario Gavilán, cuya tesis doctoral, “La reproducción de la violencia sexual en las sociedades formalmente igualitarias: un análisis filosófico de la cultura de la violación actual a través de los discursos y el imaginario de la pornografía”, fue premiada por el Ministerio de Igualdad, no dejan lugar a dudas acerca de la urgente necesidad de elaborar estrategias de acción política centradas en el desenmascaramiento de la normalización de la violencia sexual, y en su prevención:
“En la pornografía es muy evidente la erotización de la violencia sexual en vídeos donde se capta perfectamente que hay violencia porque la mujer llora, grita e intenta defenderse. Podríamos pensar que el consumo de estos vídeos es minoritario, pero el vídeo más visto que he encontrado durante cinco años de investigación, con 225 millones de visitas, es el de la violación grupal a una mujer que intenta escapar“.
“Para llegar a poner en práctica lo que ven en la pornografía, muchos hombres recurren a la prostitución. Y es necesario que previamente se haya cosificado a la mujer y la perciban como un objeto sexual, que se produzca un distanciamiento emocional. Al interponer la estructura del dinero, se legitima esa violencia. Para que algo sea sexo tiene que contar con el deseo de las mujeres. No existe la compra de sexo, existe el pago para dejar de sentir que estás ejerciendo violencia. No se puede transformar la violencia en sexo con dinero“.
La Estrategia Valenciana Contra las Violencias Sexuales presentada por la Consellera de ¿Igualdad? y Políticas Inclusivas, Mónica Oltra, no está consensuada, su Secretario Autonómico de ¿Igualdad? y Diversidad fue incapaz de conseguirlo, y no lo está por la exclusión de la prostitución y el tratamiento que se le da a la pornografía, pero cuenta con la aquiescencia de las otras dos fuerzas políticas integrantes del Govern del Botànic, PSPV (sí, yo también leí las declaraciones del portavoz Hector Gómez, «El compromiso del Grupo Socialista es abolir la prostitución», pero en València será en caso de venirle bien a Mónica Oltra, y por lo que se ve, no le viene bien), y de UP (que estando dirigido por Pilar Lima, y con Ángels Varó como Secretaria de Feminismo(s) y LGTBIQ+ y defensora del feminismo islámico, porque no hay reinvención patriarcal que no defienda, ¿qué se podía esperar?).
Pero es preciso, sobre todo tras la aprobación de la PNL CONTRA LA EXPLOTACIÓN SEXUAL, (elaborada e impulsada por el Front Abolicionista-PV durante un largo año, y que consiguió esa aprobación a través de la Comisión de Igualdad del Parlamento Valenciano), que un documento político con semejante trascendencia social asuma el compromiso abolicionista y sitúe a la pornografía y la prostitución dentro de las violencias sexuales, visibilice su interrelación y establezca la sensibilización social y su prevención como una cuestión prioritaria.
Y otro frente abierto es el de la violencia institucionalizada en nuestros Juzgados, y basten como ejemplo el nombre de tres mujeres, Juana Rivas, Irune Costumero y María Sevilla cuyas denuncias y las de sus hijas/os no son creídas, y sobre cuyas resoluciones judiciales planea la sombra alargada del falso SAP. Y estos son los casos más mediáticos, pero según afirmaciones de Chelo Álvarez, presidenta de la Federación de Asociaciones del Consejo Nacional de Mujeres Resilientes de la Violencia de Género, «tenemos constancia de cerca de 70 madres que han sufrido maltrato similar en el sistema de Justicia a lo largo y ancho del país, y esta cifra sigue siendo sólo la punta de un gran iceberg que no sabemos hasta dónde llega, porque si la violencia contra las mujeres e hijos está ampliamente infra denunciada, los casos en los que existe este tipo de prácticas por parte de la Justicia tampoco se hacen públicos por el miedo que tienen las madres a que las consecuencias o represalias sean aún más graves.”
Por eso suma y sigue el hartazgo Feminista ante la constatación de que la Agenda Feminista no forma parte del ideario político de este Gobierno de Coalición, y que la urgente implementación de políticas de Igualdad ni está ni se la espera.
Pues el 25N volveremos a hacerlo visible en las calles y buscaremos la manera de hacerlo visible en el Parlamento.
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#HARTAS
