Con un millón y medio de familias españolas que dependen de la ayuda de organizaciones de caridad para poder comer, el coordinador general de Izquierda Unida vuelve a centrarse en la cuestión medioambiental. Así, durante una comparecencia en el Congreso, el ministro ha recordado que el desperdicio de alimentos contribuye a aumentar las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), y además, puede tener repercusiones negativas en la seguridad alimentaria, en la disponibilidad de alimentos y aumenta el coste de la comida.
Por ello, Garzón ha apostado por la adopción de «enfoques integrados» para reducir la pérdida y el desperdicio de alimentos. En ese sentido, el ministro ha anunciado que su cartera trabaja en medidas concretas que incorporará en el anteproyecto de Ley para la mejora y modernización de las normas de protección de los consumidores que se está tramitando.
En concreto, Garzón ha desgranado una de las medidas que se recogen en el proyecto legislativo y que va a favorecer la bajada de precios de productos alimenticios cuando se acerca su fecha de caducidad.
En la misma línea, el ministro ha apuntado a medidas de escala mundial y local para aprovechar al máximo los alimentos producidos y ha apuntado a incorporar tecnologías, soluciones innovadoras, nuevas formas de trabajar y buenas prácticas para gestionar la calidad de los alimentos y reducir las pérdidas y el desperdicio de alimentos.