El millonario Marcos de Quinto, famoso por su breve y fracasado paso por la política y su papel en la defensa de la multinacional Coca Cola frente a sus trabajadores, ha cruzado hoy todos los límites de la ética en una declaración realizada en su cuenta en la red social Twitter a cuenta del ataque explosivo a una sede de Podemos en Cartagena.
Y es que, De Quinto, ha tenido a bien sembrar dudas sin pruebas, de que la autoría del atentado podría ser cosa de la propia organización morada.
En el colmo del cinismo, el personaje dice condenar el atentado, «como cualquier otro» insinuando así desde la mentira la existencia de otros atentados a sedes de otras organizaciones políticas.