El Fútbol Club Barcelona de fútbol sala estará en la final de la Champions de ese deporte, casi de milagro y después de sudar sangre frente a un glorioso Partido Comunista Ruso de fútbol sala que, a pesar de la diferencia de presupuesto con su rival, apretó hasta el final para llegar a la final.
Y es que el partido de la Final Four de la Champions de fútbol sala, en el Palau Blaugrana y sin público, ha sido de infarto, ya que el tiempo reglamentario acabó con empate a dos goles y la prórroga, igualmente, terminó con 3-3 en el marcador. Los penaltis acabaron con suerte dando la final de la competición al Barcelona, lo que no podrá ocultar que un equipo nuevo en estas competiciones, casi haya llegado al estrellato del deporte del fútbol sala.
Porque el Partido Comunista no es desde luego un equipo normal. Fundado hace solo 17 años por el Partido Comunista de Rusia para competir en principio con otros equipos de formaciones políticas, la formaciónse fue abriendo camino hacia la Superliga rusa, la máxima categoría del fútbol de ese país, a la que llegó en 2013 para ser hoy uno de los equipos más temidos de Europa.
