Estoy convencida de que es de bien nacida el ser agradecida y esa es mi intención hoy. Qué importante y qué necesario es nombrar a quienes nos enseñan, nos guían, nos abren el camino. En estos momentos, además, es crucial nombrar a las que han sido valientes y se han posicionado del lado de la razón, aunque ello les haya ocasionado ataques e insultos. En este sentido, hay que decir que en la batalla contra el generismo (la religión queer) han sido las jóvenas la punta de lanza, las que avisaron de que algo pasaba, las que hicieron saltar la liebre. Para ellas mi primer agradecimiento y mi reconocimiento.
No obstante, manteniendo la línea argumental de mi anterior artículo, como estoy convencida de que la unión hace la fuerza, esas jóvenas son más fuertes cuando las mayoras las acompañan, porque las jóvenas aportan las ganas, la fuerza y el ímpetu y las mayoras aportan la experiencia, la sabiduría de los años y alertan de los errores cometidos para no volver a cometerlos.
Las que estamos entre medias, las que no somos ni jóvenas ni mayoras, creo que debemos ser correa de transmisión. Además, hemos de reconocer que las de 40 y 50, las medianas, estuvimos un tanto aletargadas porque nos creímos eso de que vivíamos en la era de la igualdad. La mayoría despertamos con la maternidad, que nos dio un golpe de realidad brutal y nos sacudió la somnolencia. Otro golpe de realidad nos lo llevamos cuando nos enfrentamos al mundo laboral y descubrimos que la teoría en la que habíamos sido educadas, era eso, teoría, porque la realidad era bien distinta. Muchas hemos podido llevar nuestra vida laboral adelante gracias a nuestras madres, que nos dijeron que teníamos que ser independientes (aunque ellas no lo fueron) y que volvieron a renunciar a su libertad para que nosotras pudiéramos desarrollarnos profesionalmente. Cuánto le debemos a esta generación de mujeres de 70 y de 80, cuantísimo.
En esa correa de transmisión debemos ser capaces de hacerles ver a las jóvenas que no todo es tan fácil y decirles que a veces pecan de impertinencia. A las mayoras debemos recordarles que siempre se sigue aprendiendo, porque a veces pecan de no escuchar. Nosotras, las intermedias, pecamos de ambas cosas dependiendo del momento, también es verdad. Repetimos mucho el lema: porque fueron somos, porque somos serán. Un lema cierto y que ejemplifica cuanto llevo dicho de jóvenas, mayoras y ni jóvenas ni mayoras.
Ponerse de acuerdo en quiénes son las referentas no siempre es fácil. Por eso, me voy a atrever a nombrar a MIS referentas en esta lucha contra el generismo (religión queer) y lo voy a hacer sabiendo que no todo el mundo tiene por qué compartirlas, pero nadie podrá negar (sin faltar a la verdad) que las nombradas ya han dado un paso al frente en este espinoso tema. Hay más, seguro, pero que yo recuerdo ahora mismo, las que se han posicionado claramente, han sido estas mujeres que nombro. Si hay alguna más, será un placer reescribir lo que haya que reescribir en ese aspecto.
Antes de empezar con la lista, quiero citar a dos jóvenas que han sido las que me han ayudado a ver y profundizar en este tema. Las cito primero porque insisto en que han sido las jóvenas las que antes se han dado cuenta (o se dieron cuenta) y por ello es justo nombrarlas primero.
– La cuenta de twitter de @BeyondWoods empezó a hablar de estos temas casi en solitario y por ello la acusaron de fascista (el disparate es monumental), pero a pesar de todo, siguió y siguió hasta que algunas empezamos a ver, cosa que hicimos gracias a ella. -Mi amiga Andrea (de quien no cito el apellido porque no le gusta esto de ser muy conocida) que me ha ayudado a profundizar en el análisis con muchas objeciones que ha puesto a mis ideas y tras muchas horas de reflexión conjunta.
También quiero nombrar a dos grupos muy combativos y activos a quienes yo admiro por todo: La Asamblea Abolicionista de Madrid y Mujeres Por la Abolición. No comparto todo de estos grupos, de hecho no formo parte de ellos, pero siempre han estado y están ahí. Sus estrategias, que a veces no comparto y que les he discutido, nos sirven a las demás para seguir profundizando, aunque les toca jugar un papel bastante incómodo la mayoría de las veces.
En cuanto a las referentas más conocidas, agradecerles salir a dar la cara porque era necesario que lo hicieron y lo han hecho. Las voy a nombrar por orden alfabético y mostraré cómo se han posicionado, que es la razón por la cual yo las considero MIS referentas en este tema.
– Ángeles Álvarez, que estos días del Orgullo ha aparecido en carteles del Orgullo Crítico (se ve que son críticos con todo menos con el Patriarcado) con la leyenda “orgullo de ser tránsfoba”. El absurdo es tal, que en la celebración del Orgullo, ahora atacan a la primera diputada que se declaró públicamente lesbiana. Además, la ojeriza que Raúl Solís tiene, especialmente contra ella, es evidente en twitter casi a diario. Raúl Solís, un hombre que está a sueldo del grupo de Podemos-IU-Adelante en el ayuntamiento de Granada y que muestra comentarios misóginos constantes en su cuenta de twitter y al que nadie le ha afeado esos comentarios (salvo las feministas, por supuesto).
– Lidia Falcón, presidenta del Partido Feminista, que hizo un comunicado claro y rotundo contra esta legislación y le costó una amenaza de demanda (desconozco si llegó a ponerse, aunque Mar Cambrollé hizo público en sus redes que la había puesto) y la expulsión del Partido Feminista de Izquierda Unida, así como una campaña en redes acusándola de fascista. ¿Fascista Lidia Falcón? Increíble el sinsentido de todo este odio vertido en redes contra mujeres feministas.
– Luisa Posada, que fue la primera feminista más conocida a quien le tumbaron la cuenta de twitter por atreverse a decir que el sujeto político del Feminismo somos las MUJERES. Menuda osadía la suya.
– Alicia Miyares, que ha sido tachada de tránsfoba y su intervención en la Escuela Rosario Acuña del año pasado fue manipulada en un vídeo que circuló mucho por las redes sociales. La tergiversación es muy habitual para formar esos ataques sin ninguna base.
– Rosa María Rodríguez Magda, que ha escrito un libro fabuloso sobre el tema y de obligada lectura (La mujer molesta) y fue la editora en 2015 de un libro colectivo imprescindible (Sin género de dudas)
–Victoria Sendón, que ya ha publicado varios artículos en este sentido y a la que le honra, además, que se haya posicionado al lado de todas y cada una de las que han dado el paso al frente y así ha iniciado el trabajo para sumar y unir voluntades .
– Amelia Valcárcel, que ha hablado claramente sobre el tema y la Escuela Rosario Acuña, que ella dirige, el año pasado recibió amenazas de boicot y de demandas (en esos ataques que se organizan en las redes, hasta participó la actual directora del Instituto de la Mujer con algún like o tuit, ahora no recuerdo exactamente).
Y como estoy nombrando a mis referentas, quiero nombrar a quienes han sido y son mis referentas feministas por excelencia, más allá de este tema concreto.
– En primer lugar, mi madre, que nunca había leído teoría feminista pero que transmitió a sus cuatro hijas la importancia de tener independencia económica, para poder tener independencia vital (mi Virginia Woolf particular).
– Celia Amorós, maestra de maestras y el faro de la elaboración teórica feminista en este país y en buena parte del mundo. Una pensadora de una grandísima talla que no recibe el reconocimiento que merece por parte de la Academia porque es mujer y feminista. Creadora del Instituto de Estudios Feministas de la Universidad Complutense de Madrid y la que ha abierto el camino a tantas pensadoras feministas que han venido después.
– Marisa Castro, feminista histórica y comunista a quien le debemos, junto a otras muchas, la primera ley del aborto, la clínica Dator…. Echo en falta muchas veces que se la nombre. No sé si será por ser comunista, que todo pudiera ser, pero como veo que es un olvido frecuente, no quiero dejar pasar la oportunidad que me ofrece este altavoz para nombrarla y reconocerla.
– Rafaela Pastor, la artífice de un Feminario que ya ha tenido 30 convocatorias y de quien aprendí la importancia de nombrarnos a todas y lo de usar el término referentA, jóvenA o mayorA. Molestan los términos, por eso los uso. Rafaela te hace sentir importante siempre y los Feminarios de Córdoba son para mi hermana y para mí, una cita ineludible. Nosotras, dos manchegas que se sienten muy solas muchas veces, reponemos fuerzas todos los años en Córdoba y nos engachó a Córdoba el hecho de que nos hicieran sentir, desde el primer día, como en casa.
– Carmela García, militante comunista de Vélez-Málaga y una mujer luchadora donde las haya que sigue sin perder la esperanza y la fortaleza y que representa a tantísimos militantes comunistas de este país. Le ha tocado pelear con los de fuera y con los de dentro, pero ella sigue al pie del cañón y fiel a sus principios. Un ejemplo a seguir.
Para finalizar, quiero nombrar a mi otra mitad, mi hermana Montse Pedroche porque nuestra unión intelectual, de lucha y vital es imprescindible en mi vida y porque todo lo que hago, pienso o escribo pasa el filtro de las dos (menos este artículo, porque si se lo enseño no querrá que lo publique). Cuando me preguntan que a qué grupo o asociación pertenezco siempre digo que soy Esther Pedroche, de Las Pedroches. También quiero nombrar a mi hija, que es el ejemplo de que la lucha sigue viva y que me enseña todos los días a mirar el mundo con esperanzas renovadas.
Me ha quedado un artículo muy personal y la lucha siempre es colectiva, siempre. Las mindundis aprendimos que si una peona cae, otra viene a sustituirnos. Eso nos relaja, porque sabemos que todas somos necesarias pero ninguna imprescindible. Pero permitidme que exponga y agradezca a todas las mujeres que me han enseñado, me han guiado, me inspiran y que creo que nombramos demasiado poco. Está muy bien la crítica, que yo ejerzo muchísimo, pero también debemos aprender a reconocernos entre nosotras, porque todas somos humanas y el aliento y apoyo se necesitan como el respirar.
Así pues, GRACIAS a todas mis referentas y gracias a todas, compañeras mindundis, porque todas juntas somos imparables. Que viva la lucha de las MUJERES.