El inigualable Antobio Saldaña, líder del Partido Popular en Jerez de la Frontera, parece dispuesto a no dejar semana sin conseguir avergonzar a la ciudad saltando a los medios de comunicación nacionales con todo tipo de propuestas rocambolescas que le convierten en objeto de burlas en todo el país.
Saldaña es conocido por confundir a la escuela sofista de filosofía con personajes de comic o por regalar una lavadora de segunda mano a una familia de un barrio rural. Recientemente, en una de sus genialidades, tuvo la brillante idea de repartir mascarillas no autorizadas por la Junta de Andalucía con el logo de su partido que podrían poner en riesgo la salud de quien las usara.
Pero, al parecer, no contento con ello, este antiguo estudiante de la Universidad Rey Juan Carlos, ha decidido descender aún más en su espiral de ridículo recuperando el modelo franquista de las cartillas de racionamiento y el reparto de pan del Auxilio Social de la Falange.
El formación conservadora jerezana ha decidido, según presentó ante los medios de comunicación locales su portavoz, una medida populista que han bautizado como «El pan de Jerez de cada día», con claras reminiscencias nacional-católicas y franquistas.
La medida consiste en un vale canjeable por pan, que permita a una familia tener el pan del día. El Grupo Municipal del PP repartirá, así, 500 vales canjeables por 500 raciones de pan para que Cáritas lo incorpore a sus entregas de alimentos.
Para mucha gente de la ciudad, este intento de comprar votos repartiendo hogazas de pan son más propias del pasado que del siglo XXI, y destila una concepción insultante, señoritil y caciquil de la limosna.
