El Banco Santander desatendió las recomendaciones de los reales decretos -incluso peticiones de sus propios accionistas- y este viernes realizó su junta de accionistas. En ella su presidenta, Ana Patricia Botín, nos dejó unas impactantes palabras.
La presidenta del Santander pidió «planificar cuanto antes la vuelta al trabajo de los más jóvenes» y de aquellos que están «inmunizados contra el virus», así como solicitar al Gobierno mayor liquidez para las empresas, dado que a su entender «los bancos son parte de la solución» para enfrentarnos al más que previsible impacto que tendrá la caída del PIB en la economía española.
Botín hizo referencia a la «necesidad de trabajar todos juntos para reactivar la economía» y de «una respuesta de Europa a la altura de las circunstancias». No obstante, en la misma reunión el banco aprobó suprimir el pago de dividendos en 2020, a instancias precisamente del Banco Central Europeo.
La crisis provocada por el coronavirus está causando que se desplome poco a poco el decorado de cartón piedra con el que el capitalismo encubría su realidad. En este caso es la presidenta de una poderosísima entidad financiera, el Santander, quien exige la vuelta a los tajos, atribuyéndose una autoridad en catástrofes epidémicas superior a los expertos que componen el asesoramiento del Gobierno y que han tenido que recomendar el decreto de suspensión de las actividades no esenciales, por el bien general.
El Capital no descansa y no da puntada sin hilo, pues los capitalistas sí tienen bien clara su posición en el antagonismo de clase. Culpables en gran medida de las penurias que sufren nuestros sanitarios, debido a los recortes en los sectores públicos que la Troika europea impuso en la última década, los bancos piden ahora la vuelta a la actividad cuando ven las orejas del lobo del desplome productivo.
Veremos ahora la firmeza del Gobierno ante estas peticiones extemporáneas del Santander y esperemos que, tal y como se anunció esta mañana, las medidas continúen hasta la nueva prórroga del 26 de abril.
Claro, hay que seguir dando de chupar a los parásitos como ella.