El representante de Rusia ante la Unión Europea, Vladimir Chizhov, ha destacado hoy jueves que su país no se está preparando para una invasión militar de Ucrania.
Estas declaraciones se producen después de que Occidente cuestione una posible invasión rusa en Ucrania, debido al refuerzo de presencia militar rusa cerca de sus fronteras. Y es que Occidente acusa a Moscú de acumular fuerzas en su frontera con Ucrania – alrededor de 122.000 efectivos – advirtiendo que enfrentará sanciones económicas sin precedentes si invade Ucrania.
Por su parte, el Kremlin rechaza estas acusaciones, y afirma que es Rusia la que está bajo amenaza de la OTAN, ya que es la OTAN la que arma a Kiev y despliega aviones y barcos militares en la región del Mar Negro.
Lo cierto es que el ejército ucraniano ha empezado a realizar pruebas militares cerca de Donetsk, que es la región controlada por los separatistas apoyados por Moscú. Putin culpa a Occidente de alimentar estas amenazas, afirmando que su país “tiene todo el derecho de reaccionar con dureza ante los actos hostiles”, llevando por esta razón a cabo el despliegue militar cerca de la frontera con Ucrania.
Ayer, el canciller ruso Sergey Lavrov dijo que se espera que las primeras conversaciones entre Moscú y Washington tengan lugar en enero, y en ellas se tratarán las garantías de seguridad exigidas por Moscú a la luz de la crisis con Ucrania. Hasta entonces, Rusia no va a replegar sus efectivos militares.
El presidente ruso, Vladimir Putin, había dicho anteriormente que no hay vuelta atrás en el enfrentamiento con Estados Unidos sobre Ucrania, y que Moscú respondería con firmeza si Occidente no abandona su política de agresión.
