Los titanes financieros del capitalismo actual

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“Todo para nosotros y nada para los demás parece haber sido la máxima abominable de los amos de la humanidad en todas las edades del mundo”.
Adam Smith

Los marxistas intentan desentrañar el complejo engranaje del capitalismo que se transforma en metamorfosis permanentes y origina un tipo de sociedad en la que se articula de manera dialéctica una particular organización económica (con empresas, corporaciones, comercio, producción) con una trama de organización legal y política (aparatos de Estado) que convalidan el orden social vigente de explotación.

Los “Titanes” financieros del capitalismo actual no son los drej[1], esa raza alienígena caracterizada por ser de energía pura casi invencible que decide destruir la Tierra, sino una categoría social representada por los Consejos de administración de las 10 principales empresas de gestión de inversiones del mundo: BlackRock, Vanguard, UBS, Fidelity, State Street, Morgan Stanley, JPMorgan Chase, Amundi en Francia, Allianz SE en Alemania y Capital Group.

Estos 117 titanes o señores corporativos de las 10 principales gestoras poseen un arsenal de munición como es la gestión de inversiones por valor de casi 50 billones de dólares en activos que les permite influir en las instituciones internacionales en servicio propio para marcar objetivos económicos a nivel global. Es decir, el BM (Banco Mundial), el FMI, la OTAN, la Organización Mundial de Comercio (OMC), el G-7, G-20, bien sean interconexiones cercanas a través de numerosas redes, utilizando instituciones que respalden sus fines o blanqueen sus historiales o se ocupen de sus relaciones públicas, acudiendo cada año a los foros del Club Bilderberger, de la WEF (Foro Económico Mundial) como plataforma para promover la idea de la buena gobernanza y la seguridad universal, afiliaciones a Universidades, o bien Think tanks (laboratorios de ideas) como el Group of Thirty, fundado en 1978 por iniciativa de la Fundación Rockefeller y las 55 personas del Comité Ejecutivo extendido de la Comisión Trilateral (dirigida en su momento por Zbigniew Brzezinski [2]), el Council of Foreign Relations.

C. Wright Mills en su libro “La Élite del Poder” abriría la conciencia sobre cómo las redes del poder afectan a la sociedad, “quienes deciden todo lo que tiene importantes consecuencias”. 72 años después, esas élites de poder no-gubernamental se han globalizado y constituido en instituciones corporativas para facilitar y preservar sus inversiones de capital por todas partes del mundo. En 2018 Peter Philips daba cuenta de dichas élites en su libro Giants. The Global Power Elite, Noam Chomsky al comentarlo estimaba que proporcionaba: “revelaciones detalladas y a menudo impactantes sobre la asombrosa concentración de la riqueza privada y el poder corporativo, sus instituciones y su estructura integrada, y no menos importante, su amenaza a la existencia civilizada y humana”.

Su mayor problema es encontrar oportunidades de inversión seguras en el entrelazado de condiciones, no desaprovechar nunca una crisis que si puedan explotarla, encontrar continuamente nuevas oportunidades o impulsar agendas políticas que abran diferentes áreas a nuevas inversiones con rendimientos para un retorno del capital que permita su crecimiento continuo, condición sine qua non (tasa de acumulación capitalista). Como decía el escritor John Berger, el capital sólo puede existir como tal si se reproduce continuamente: “Su realidad presente depende de su satisfacción futura”.

Dos empresas, BlackRock y Vanguard, dos gigantes del mundo financiero, están detrás de los títulos bursátiles de las Big Tech y de todas las grandes compañías del mundo. Dos fondos de inversión que gestionan un total de 17 billones de dólares, para dar contexto  es similar al PIB de toda la UE. Son los primeros accionistas de Microsoft, Apple, Google, Amazon, también de Coca Cola, Disney.

Un ETF (Exchange-traded funds) es una colección de activos que se negocia en Bolsa. Es una forma diversificada y de bajo costo para invertir. En los ETFs, BlackRock lideró el sector en 2023 al generar unas entradas netas de 186.000 millones de dólares. Esto genera la posibilidad de obtener rendimientos más predecibles en comparación con otras opciones de inversión.

BlackRock, un poder camaleónico en la sombra

La compañía financiera más grande del mundo, fundada en 1988 por Larry Fink, se dedica a la gestión de activos (acciones, bonos, inversiones alternativas, bienes raíces) para sus clientes institucionales y particulares.

Maneja activos que ascienden a 10 billones de dólares, y por su capacidad económica si fuera un Estado  representa la tercera economía del mundo tras EEUU y China, controla el 14% de la economía a nivel mundial.

Algunas de las empresas donde el conglomerado BlackRock/Vanguard/State Street figura entre los principales accionistas institucionales son: Ford, General Motors, Starbucks, Netflix, IBM, Fox, Tesla, NVIDIA, Apple, Amazon, Meta, PepsiCo, Coca Cola, Microsoft, Google, JP Morgan, Warner Bros, McDonald’s, Bayer-Monsanto

Su capacidad de penetración no se limita a la economía, ya que también mediante el control mediático ejercido en los Consejos de Administración de los grandes medios de comunicación que le asegura una imagen ponderada. Posee el 18% de las acciones de Fox News, el 16% de CBS, el 13% de Comcast y hasta el 12% de Disney. Además, BlackRock recluta a ex altos cargos gubernamentales, como Stanley Fischer, ex vicepresidente de la Reserva Federal de EE.UU, para sus filas. Esta relación bidireccional les permite influir en políticas económicas y decisiones gubernamentales en varios países, incluidas las reestructuraciones de deuda y las políticas de inversión.

En los últimos años, el fondo ha impulsado políticas para lavar su imagen (greenwashing) induciendo a las empresas en las que invierte a comprometerse con acciones en el área ESG (Environmental, Social and Corporate Governance) promoviendo el cuidado ambiental y la reducción de emisiones. A pesar de eso, en México, por ejemplo, lanzó el iShares ESG MSCI Mexico ETF, que incluía empresas con serias violaciones a los derechos humanos. En Chile, las AFP han invertido en el iShares MSCI Chile ETF, que incluye empresas con infracciones ambientales gravísimas.

Confiamos en Larry”

Cuando la Reserva Federal necesitó la ayuda de Wall Street con su misión de rescate de la pandemia, acudió directamente a Larry Fink. Un rol en las crisis que le proporcionó sacar tajada, la crisis del 2008 le permitió ajustar varias de las instituciones denominadas “too big to fail” (demasiado grandes para caer) Así se denominan a empresas y bancos cuya quiebra dispararía consecuencias económicas y sociales en cadena, por lo que deben ser rescatados, generalmente por el estado. Ese año, la Reserva Federal estadounidense le encargó por adjudicación directa a BlackRock el análisis y la gestión del rescate de compañías Bear Stearns, AIG, Fannie Mae y Freddie Mac y deshacerse de los títulos hipotecarios tóxicos. Algunas ya estaban parcialmente controladas por BlackRock, es decir, la gigante fue contratada para gestionar el rescate de parte de sus propios activos, un combo de doble beneficio, recibió dinero por la gestión, además dinero para ejecutar el rescate y ese dinero va a parar a las organizaciones rescatadas que ya estaban bajo su control.

Actuando como fiduciario del Banco de la Reserva Federal de Nueva York. En 2020, esta vez, ayudará a la Reserva Federal a apuntalar todo el mercado de bonos corporativos comprando, en nombre del banco central, lo que suponía  una cartera de deuda de 750 mil millones de dólares. Una parte del plan de la Reserva Federal fue comprar fondos cotizados en bolsa (ETF, por sus siglas en inglés) de bonos. La propia BlackRock gestionaba ETF bajo la marca iShares y acabará comprando fondos que gestionaba sin cobrar a la Reserva  Federal comisiones por la gestión,  William Birdthistle opinó que “Es imposible pensar en BlackRock sin pensar en ellos como una cuarta rama del Gobierno”

Tiene en su poder Deuda externa de diferentes estados, entre ellos, Ecuador y en el caso de Argentina mediante la compra de deuda a Paul Singer, director del fondo buitre NML – Elliott Capital Management.

BlackRock posee el 88% de las acciones de las 500 mayores empresas estadounidenses. Su influencia se extiende a casi todos los sectores económicos importantes, desde la tecnología hasta la energía y las telecomunicaciones. Tiene una influencia significativa en el sector energético, siendo la mayor inversora en plantas de carbón y gestionando miles de millones en petróleo.

Hace negocios con los ángeles y el demonio, apoya por un lado a Ucrania, en mayo 2023 el Gobierno de Ucrania y el vicepresidente Philipp Hildebrand de la corporación estadounidense BlackRock Financial Market Advisory firmaron el acuerdo para la creación del Fondo de Desarrollo de Ucrania (UDF), institución financiera para la reconstrucción del país, y simultáneamente invierte en el gigante energético ruso Gazprom.

Como buen fondo especulativo en la Carta de 2024 de BlackRock, Fink lanzó el anzuelo en las aguas de los problemas demográficos y la jubilación, señala que el envejecimiento de la población pone en riesgo los sistemas públicos de jubilación y propone retrasar la edad de jubilación e impulsar los fondos privados como solución a los llamados «desafíos demográficos»

La falsa competencia

BlackRock y Vanguard están entre los principales accionistas de las cinco grandes líneas aéreas de EE.UU y el precio de los billetes en algunas rutas principales se ha encarecido entre un 4% y un 10%. El efecto sobre la competencia es claro, y sobre la base de una falsa competencia, las compañías obtienen beneficios con más facilidad en detrimento del consumidor.

Utilizan su gran poder –el poder de voto en las juntas generales de accionistas– para influir en la estrategia a largo plazo de las empresas participadas. El beneficio de estas compañías redunda en el de BlackRock y sus clientes

Las características de BlackRock son:

tecnológica, confía en la inteligencia artificial para decidir cómo proteger y hacer crecer las inversiones.

largoplacista, incide en herramientas de rentabilidades a largo plazo, por ejemplo, uno de sus principales negocios: los planes de pensiones de los asalariados que ya no confían en el Estado de bienestar

monopolista, concentra la riqueza en la propiedad corporativa a costa de una intensa concentración lo que potencialmente ha sobrealimentado los efectos oligopólicos de industrias que ya lo eran. El “common ownership” (poseer acciones de empresas del mismo sector) afecta a la competencia y es fuerza decisiva para consolidar los monopolios.

presencial, utiliza el poder de voto en las juntas generales de accionistas para influir en la estrategia a largo plazo de las empresas participadas. El beneficio de estas compañías redunda en el de BlackRock y sus clientes. El poder de voto es poder de voto. Las votaciones combinadas de las compañías de fondos y sus intercambios secretos de opiniones con los directores y los máximos ejecutivos influyen en el resultado de asuntos importantes como fusiones, decisiones de inversión importantes, sucesión de directores ejecutivos y elecciones de directores.

determinante, por su capacidad de arbitrio, por ejemplo es accionista en las principales empresas inmobiliarias españolas. Accionista de referencia de las dos mayores Socimi (Sociedades Anónimas Cotizadas de Inversión Inmobiliaria), que están cotizadas en el IBEX 35: Merlin Properties Socimi, S.A. e Inmobiliaria Colonial Socimi, S.A. También mantiene participaciones significativas en Lar España Real Estate Socimi, S.A. y en Hispania Activos Inmobiliarios Socimi, S.A.

acceso privilegiado, cuando funciones del sector público se traspasan al sector privado. Ello equivale a entregar el control de las Administraciones del Estado a empresas de consultoría privadas y socava la confianza de la ciudadanía en la integridad de las Administraciones públicas a la hora de tomar decisiones de interés general, ya que las empresas de consultoría sirven a distintos patrones. En 2012, Miguel Ángel Fernández Ordoñez gobernador del Banco de España contrata a Blackrock y a Oliver Wyman el diseño del Sareb para que gestione los activos tóxicos inmobiliarios del rescate de Bankia y otras cajas. De este modo, se pone en manos de un fondista muy interesado como inversor en el sector inmobiliario, la información sobre los puntos débiles de todas las entidades rescatadas y la valoración de sus activos.

Algo similar sucedió en los Países Bajos cuando, en diciembre de 2012, el banco central recurrió a BlackRock Solutions para que analizase la cartera de préstamos del gigante bancario nacional ING y, después, en julio de 2013, el patrimonio inmobiliario del conjunto de bancos holandeses.

En un contundente informe, Emily O’Reilly, la Defensora del Pueblo Europeo, acusó al fondo de inversiones BlackRock de haber producido un informe sobre supervisión bancaria para la Comisión Europea a un coste muy bajo, supuestamente para influir en la decisión del Ejecutivo europeo, que afectaba a más de 500 millones de personas.

predador oportunista con el declive del “estado de bienestar”, el estado al reducir el déficit a costa de no proveer los gastos sociales del futuro abre una gran oportunidad a los gestores de fondos, convertidos en instituciones sistémicas que reflejan cambios estructurales tanto en la organización de las finanzas como en el contrato social entre el ciudadano y el Estado

actor político, en Grecia, BlackRock tuvo un papel significativo durante la crisis de la deuda, gestionando carteras de inversión y participando en procesos de reestructuración junto al caso de Ucrania antes citado. Miembros de su directiva, como Brian Deese, han sido asesores de presidentes estadounidenses como Obama y Biden.

Blackrock lobbysta

En la plaza fuerte de la UE: Bruselas tiene un largo historial a sus espaldas, la gestora estadounidense y 19 entidades de las que es miembro figuran en el registro de lobistas en la UE. Su gasto anual en influencia política supera los 15 millones de euros. En 2010, BlackRock se estableció en n° 35 de la Plaza de Meeûs, frente al parque donde se dirigen, a la hora de la comida, de lunes a viernes, cuando luce el sol, los funcionarios europeos. Según el registro de transparencia de la UE, su gasto anual en influencia política supera los 15 millones de euros.

BlackRock además organiza “jornadas informativas” destinadas a asistentes parlamentarios, según la fuente de Blackrock “Para explicarles el funcionamiento de un producto o cómo fondos pasivos pueden servir para mejorar el crecimiento económico. A fin de cuentas, estos asistentes parlamentarios sabrán asesorar a los diputados de la mejor forma”.

En el Reino Unido BlackRock se rodea de personalidades conocidas, en una maniobra pasmosa de puertas giratorias, fichó como asesor a George Osborne antiguo ministro de Economía del Reino Unido de 2010 a 2016 con David Cameron, con un sueldo de más de 200.000 libras esterlinas al año por nada más y nada menos que un “trabajillo” de media jornada. En los dos últimos años en el Ministerio, Osborne se entrevistó en cinco ocasiones con responsables de BlackRock mientras que reformaba las pensiones. Blackrock accedió a un mercado anual de 25.000 millones de libras. Hoy Osborne dirige la redacción del diario The Evening Standard y va una vez por semana a BlackRock como asesor


[1] Del film Titan A.E.

[2] Zbigniew Brzezinski, consejero de seguridad nacional de EEUU con Jimmy Carter. Consideraba que el mundo de la era post-Guerra Fría constaba de dos categorías de estados: “los vasallos y los tributarios de EEUU”

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