Más allá de los negacionistas del machismo, es decir, en el mundo de la razón y el análisis científico, es una evidencia demostrada que vivimos en sociedades machistas, donde el patriarcado nos modela desde que nacemos. Y por eso también la violencia es ejercida en su mayoría por hombres, y muy especialmente contra las mujeres. (Según estudios de la ONU, el 94% de los asesinatos en este planeta son cometidos por hombres, y cada año desde que se recogen estas cifras -2014- una media de 40.000 mujeres son asesinadas a manos de hombres y por ser mujeres).
De esa evidencia y de la lucha feminista basada en ella, en este país tenemos desde hace 20 años una Ley Integral contra la Violencia de Género, que trata específicamente esta situación. Son muchos años sin mejorarla, sin realizarle las modificaciones necesarias, y sobre todo, sin dotarla de medios y sin embargo reduciendo cada año su presupuesto porque se gasta en medidas antifeministas. Pero es la única herramienta legal que tenemos, y comprende una serie de recursos esenciales para las mujeres maltratadas, como juzgados específicamente formados, atención legal y psicológica, recursos habitacionales y ayudas y el sistema Viogen para su protección.
¿Pero qué sucede cuando haces una ley que permite al opresor identificarse como oprimido?
Imagina que hubiera una ley que permitiera a Florentino Pérez ser considerado no un empresario multimillonario sino un humilde trabajador. ¿Crees que Florentino no haría uso de ella? ¿Crees que trabajadores o sindicatos podrían demandar a quien legalmente no tiene más poder que ellos y es solo un compañero más? ¿Alguien dejaría entrar al zorro en su gallinero porque le asegure que se identifica como gallina?
Pues en este país a mucha gente que entiende lo que acabo de decir y que no permitiría bajo ningún concepto ninguna de las dos situaciones anteriores por ridículas y peligrosas, les parece estupendo que nos lo hagan a las mujeres. Supongo que porque las mujeres les importamos menos que las gallinas. Y así están saliendo cada día casos de maltratadores, asesinos y violadores que se han cambiado de sexo en el registro, con el fin de eludir la LIVG, dejar desprotegidas a sus víctimas e ingresar en cárceles de mujeres. (Por no hablar de funcionarios que quieren acceder a plazas reservadas a mujeres, deportistas mediocres, etc.)
Y no están cometiendo ningún fraude. La ley trans tiene como requisitos la nacionalidad española y ser mayor de 16 años. Porque se basa en un sentimiento y nadie tiene potestad para juzgarlos, es más, cuestionarlos también es ilegal.
Y entre las barbaridades que las feministas llevamos años anunciando (y denunciando porque ya han ocurrido en otros países) y que nunca iban a ocurrir, tenemos solo esta semana dos maltratadores registrados legalmente como mujeres.
Confieso que ayer me reí muchísimo escuchando al Consejero de Seguridad del Gobierno Vasco, Bingen Zupiria, hablando de LA ertzaina que agredió con un cuchillo a su mujer hace unos días en Donosti. No tiene otra salida, ese tipo legalmente es una mujer, y lo es por una ley que, entre otros, votó el PNV (y que aquí en Euskadi se dedican a ampliar y reforzar). Cómo de ridículos se tienen que sentir hablando maravillas del traje de un emperador que va desnudo. Cómo les tiene que joder estar obligados por ley a decir que la tierra es plana.
Pero por mucha gracia que me haga ver a señoros del PNV que hasta hace bien poco eran de misa diaria cambiar tan radicalmente de religión, la realidad es que ambos cultos están pensados para someternos a las mujeres y dar rienda suelta a los deseos de los hombres. Como decía una compañera, no es que la gente no vea que son hombres, es que no se atreven a decirlo. Solo las feministas, como siempre, en cada siglo, en cada década, estamos obligadas a ser heroicas para defender nuestra humanidad y nuestra igualdad. ¿Alguna duda de que seguiremos haciéndolo?