El veto al periodismo del Ayuntamiento de Alcorcón

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Por Nuria Coronado Sopeña

El pasado viernes 14 de junio, Drag Story Hours, la actividad que el Ayuntamiento de Alcorcón (Madrid) programó, y en la que teóricamente “cuatro drags con el objetivo de promover la lectura y la diversidad leen libros para público familiar” con menores de entre 3 y 11 años, se llevó a cabo a pesar de la alerta que la misma generó. Digo teóricamente porque los medios de comunicación que fuimos a cubrirlo fuimos vetados y tratados de forma vergonzosa.

A fecha de hoy, y aun sin saberse el importe de la actividad – ya que en el portal del Ayuntamiento no está reflejada-, solo se conoce que forma parte de una programación que para las socialistas Candelaria Testa, la alcaldesa y Carmen Martín, la concejala de Juventud Diversidad, Innovación Tecnológica y Deportes, refleja la diversidad del municipio. Una diversidad que en el cuentacuentos se olvidó de las personas con discapacidad, las lesbianas, las negras, en definitiva, de las hembras humanas… pero que incluye estereotipos sexistas de lo más rancios. Una diversidad que por otro lado es cero inclusiva con las personas con discapacidad visual ya que el lema elegido para conmemorar el Orgullo es: “En Alcorcón Pintamos Todxs”, se olvida que x como la @ son símbolos cero accesibles para este colectivo. 

“La prensa montapollos”

Pero volviendo a la censura mediática del cuentacuentos según Amán Hamoudi de Andrés, coordinador de Juventud, y una de las personas que se encontraba fuera impidiendo la entrada de la prensa para evitar que “la montásemos dentro”. A cal y canto y con policía municipal tanto fuera del recinto de Los Pinos, como dentro del teatro, la entrada al espectáculo solo le era permitida a familias con niñas o niños inscritas. 

Poner en duda la profesionalidad de quienes estábamos allí (te gusten más o menos los medios que allí había) y tratar de esa manera a la prensa no solo es una infinita falta de respeto a la profesión sino la usurpación directa del derecho de la información de la ciudadanía. Es reflejo también del espíritu de quienes se atreven a actuar así.

La situación fue tan tensa que al joven concejal de Andrés le dije ¡qué lástima de socialismo y de partido obrando así! A lo que el hijo de la excaldesa socialista Natalia de Andrés me respondió “¡qué lástima de mí!”. Según él “me había convertido en OK diario”. Cualquiera que me conozca y me siga sabe que lejos de moverme ni un milímetro de mi posición en defensa de los derechos de las niñas y las mujeres en base a su sexo, la he reafirmado a más no poder y así lo refrendo en los cientos de reportajes, entrevistas que hago. No insulta quien quiere…

El periodismo como el feminismo es incómodo con el poder. A este Ayuntamiento no le gustó nada que en dos ocasiones y antes de que se llevase a cabo el lamentable espectáculo, denunciase la situación de machismo y adoctrinamiento transgenerista que se iba a llevar a cabo con menores de edad. Una población que si algo necesita es ser protegida de contenidos así. 

Intentar informar “pegando la oreja” a la puerta

Durante 90 minutos fue imposible acceder al teatro. Así que intenté escuchar tras las puertas el inocente y diverso espectáculo. Entre lo que desafinaban los cuatro drags, sus voces histriónicas y el ruido de fuera fue misión imposible escuchar nada con claridad. 

Esa foto con la que me insultan como “un momento de Bernarda luego vamos a los toros”, o que si soy periodista es “porque me dieron el título en la tómbola” o la “puta loca”, “la vieja del visillo”, “la acosadora y groomer, combo terfa”, “ridicule” …es el mejor reflejo de lo que está ocurriendo en este país con el transactivismo y el apoyo institucional que tiene. Esa imagen debería hacer pensar a cualquiera. A esto nos enfrentamos como sociedad.

A tres minutos de que acabase el show, se me permitió pasar a verlo. Les debí de dar pena. Tanta que cuando estaba grabando y haciendo fotos, como si no supiese hacer mi trabajo, se me decía que no grabase a menores. ¡Cuánta preocupación por que no les sacase (cosa que obviamente nunca hago) y cero por lo que con ese acto estaban propagando desde un Ayuntamiento con dinero público!

Ahí no acabó todo. A la salida del acto, la alcaldesa junto a su séquito municipal, demostraron un talente de superioridad y menosprecio tal que, al ser preguntada por la censura, ella y Miguel Ángel González García, concejal de Agenda Urbana, Planificación, Desarrollo y Mantenimiento, respondían que lo que yo había denunciado era mentira y que si había podido entrar a verlo. “¡Pero si has pasado…si lo has visto! ¿Has visto el Chuchuchua? ¿Era super peligroso verdad?”.

Lo que es peligroso es que cargos electos no solo tengan esa actitud tan poco democrática con la prensa, sino que además no se corten en fomentar el transgenerismo en un ámbito tan secuestrado por la misoginia como es la educación y la cultura. Y es que no solo está tocando a la infancia sino que también está adoctrinando  en los institutos en contenidos acientíficos y peligrosos a menores y adolescentes. Está incitando y promoviendo la Disforia de Género de Inicia Rápido. O lo que es lo mismo, el contagio social que hace que de buenas a primeras niñas, niños y jóvenes lleguen a casa diciendo que son trans cuando nunca han tenido ningún problema ni con su orientación sexual ni su cuerpo. 

Basta ver a Carmen Martín, la concejalía de Juventud, Diversidad, Innovación Tecnológica y Deportes invitar a los institutos de la ciudad a colaborar para la creación de espacios diversos y seguros LGTBI en los centros educativos. Una invitación basada en contenidos ultraconservadores contrarios a la educación racional basada en la ciencia y a los principios de la educación en igualdad entre mujeres y hombres. 

Nada es lo que parece

Si bien estos contenidos se presentan bajo la apariencia de la innovación, de la inclusión de la diversidad y de la ampliación de los derechos humanos, en realidad se trata de creencias acientíficas que nada tienen que ver con las necesidades del escaso número de niños, niñas y adolescentes que muestran en algún momento síntomas de disforia o incongruencia de género durante su crecimiento y que requieren de acompañamiento profesional y atención especializada.

Con acciones como las de este Ayuntamiento se promueven ideas y orientaciones profundamente sexistas, homófobas y lesbófobas, al considerar que las niñas y los niños que se expresan con libertad y que no responden a estereotipos tradicionales pueden habitar cuerpos equivocados. Esto, tal y como relato en mi último libro No Contaban con las Madres, especialmente grave en la adolescencia, por su gran exposición a las redes sociales y a contenidos digitales. 

Muchos de estos contenidos les inducen a creer que sus malestares y dudas, propios del crecimiento y la maduración sexual, pero también de las presiones sociales por encajar en modelos mediáticos e irreales, se pueden “solucionar” con bloqueadores de la pubertad, hormonas cruzadas y, en última instancia, mutilando sus cuerpos. Esto ocurre en gran medida cuando las chicas y los chicos experimentan y descubren sus deseos y orientaciones sexuales. 

Este gran retroceso social hace pensar a nuestras hijas e hijos que lleguen a sentir que algo anómalo ocurre con sus cuerpos o sus deseos. Una enseñanza progresista no puede contribuir a ello sin reflexionar sobre el impacto de los contenidos que ahora está obligada a transmitir. El que la concejala socialistaCarmen Martin, considere “que es vital promover la inclusión y el respeto hacia la diversidad sexual y de género desde edades tempranas, así como proporcionar un entorno en el que los estudiantes se sientan seguros y apoyados y por ello hay que fomentar la creación de colectivos LGTBI en los institutos para el apoyo e intercambio de experiencias sino además promover la sensibilización y el entendimiento entre toda la comunidad educativa”, es además de puro adoctrinamiento, una manera de extender una ideología dañina.

Que no falte la guía transgenerista

El modus operandi con el que está metiendo el transgenenerismo en Alcorcón es la  invitación de Carmen Martín -que cuenta con la colaboración de la Asociación Alkuir- a “un proceso destinado a impulsar la creación de espacios diversos y seguros dentro de los centros educativos de nuestra ciudad”. 

Lo hace además con un material como la guía Colourful Childhoods. Según Martín la misma está dentro de su compromiso “de promover la diversidad para favorecer la colaboración y dotar a profesionales y familias de herramientas para acompañar a la infancia y adolescencia LGTBIQ y fortalecer su bienestar”. 

La guía que ya se presentó en el IES Jorge Guillén para el alumnado de 4º de ESO (14-16 años), se vende como el “fruto del trabajo colaborativo de universidades, centros de investigación y organizaciones de la sociedad civil de seis países europeos (Bulgaria, Hungría, Italia, Lituania, Portugal y España)”. Su presentación corrió a cargo del movimiento transactiva y que ha sido elaborada por Lucas Platero, Irene Blanco Fuente y Ruth Ancín Nicolás, así como Julia Villalba Campo y Sara González Irisarri de la Asociación Alkuir. 

  • Según este material términos como homosexual están obsoletos o son de uso clínico, además de poder tener acepciones negativas y que han de evitarse: “El lenguaje y la terminología evolucionan, cambian constantemente. Términos que antes formaban parte del vocabulario cotidiano, como «homosexual» o «transexual», se han quedado obsoletos o se limitan a un uso clínico. Son términos que pueden tener acepciones negativas y deben evitarse en el uso cotidiano”. (Pág. 19).
  • Incurre en descripciones vagas y con poca o ninguna base científica como afirmar que el sexo se asigna al nacer cuando el sexo es una realidad biológica y material que simplemente se observa: “La identidad de género es la experiencia interna e individual de cada persona sobre el género al que pertenece. No se corresponde necesariamente con el sexo que se le asignó al nacer y no tiene por qué encajar en categorías binarias (hombre/mujer)”.  (Pág. 21-22).
  • Igualmente, se tilda de terapia de conversión las terapias exploratorias para entender el malestar de algunas y algunos adolescentes con su cuerpo: “Terapia de conversión: es la práctica de intentar cambiar o suprimir la orientación sexual o la identidad de género de un individuo por medios psicológicos o espirituales. La evidencia científica internacional se opone y se manifiesta en contra de estas prácticas perjudiciales y erróneas”. (Pág. 34).

Así que llamadme “loca del visillo”. Decidme que “soy de Ok Diario”. Insultadme cuanto queráis. Mi vocación: la de contar la verdad y señalar a quien engaña y a quien está colaborando con el mayor escándalo médico de la sociedad actual, no se ve afectada ni un ápice. Todo lo contrario. La reforzáis. La verdad no se puede tapar.

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