En la mañana del pasado viernes, un trabajador de una empresa colaboradora de la compañía energética se desplomó en el andamio en el que se encontraba realizando sus labores, en las instalaciones de la biofábrica de la empresa.
Según los testigos del trágico sucesos, la víctima se encontraba en su puesto de trabajo realizando faenas de mantenimiento, cuando sufrió un desvanecimiento repentino, presumiblemente a consecuencia de una afección cardíaca.
Desde los sindicatos informan que, a falta de los informes y las investigaciones correspondientes, todo parece indicar que la tragedia no se ha producido por accidentes traumáticos, sino por desfallecimientos. Se da la circunstancia, además, del fallecimiento de otro trabajador en circunstancias similares, esta vez en el Centro de Recuperación de la Fauna de Sobrescobio.
Dados los acontecimientos, y a pesar de que la empresa lo ha calificado como “muerte natural”, los representantes de los trabajadores apuntan a una causística concreta cuya responsabilidad es de la compañía. “Dos trabajadores que fallecen de manera no traumática, apuntando a infartos y o similares. Hay que analizar que estas causas están siendo las principales causas de decesos en el trabajo. Es urgente evaluar los orígenes y riesgos que ocasionan días tan trágicos como el de hoy, en el que dos trabajadores mueren” han afirmado.
