¿Por qué debería importarnos la entrevista al presidente Putin?

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Ruben Darío Guzzetti, Área sobre el estudio de China CEFMA, Partido Comunista de Argentina    

La verdad y la realidad suelen ser muy caprichosas, terminan imponiéndose por sobre los relatos mejor elaborados. Las fuerzas globalistas occidentales, especialistas en el tema, comienzan a enfrentarse con las primeras reacciones de una opinión pública mundial manipulada por décadas.

Los tozudos hechos terminan por filtrar los diques de distracción y mentiras, como el agua lo hace con los muros con vicios de construcción.

Los pueblos de todos los continentes comienzan a rebelarse ante un sistema occidental neoliberal en declive que no ofrece ninguna solución. Desde las sufridas masas que apoyan a los gobiernos revolucionarios en Burkina Faso, Mali y Níger, hasta los agricultores en Europa occidental, los trabajadores del transporte y de la salud en el Reino Unido, pasando por la heroica resistencia del pueblo palestino, la creciente movilización de las comunidades latinoamericanas, las permanentes revueltas haitianas, y la sociedad argentina que rápidamente se va poniendo de pie contra un gobierno ultraliberal, anarco capitalista y antipopular, nos van anunciando un cambio de época en pleno desarrollo.

La democracia representativa ya no solo no resuelve los problemas de los pueblos, sino que se convirtió en un estorbo para las clases dominantes, su permanente saqueo y reproducción. Ante ese escenario, el suprapoder financiero vació las instituciones democráticas, que antes utilizaba, creando el caos permanente y las guerras, ofreciendo como salida un nuevo orden autoritario y represivo.

Una entrevista trascendente

Después de varios anuncios, el martes 6 de febrero, se produjo la audaz entrevista que el famoso comunicador estadunidense, ex integrante de la cadena Fox News, Tucker Carlson, hizo al presidente ruso. La misma se extendió durante 127 minutos y fue publicada el día 8. En las siguientes 36 horas fue vista por 126 millones de personas, en varios países del mundo.

En primer lugar, que la entrevista se haya realizado y que el presidente se haya explayado en varios temas sin límite de tiempo y explicando con detalles algunos acontecimientos históricos y actuales tiene una importancia superlativa, sobre todo para los pueblos del hemisferio occidental, ya que hasta ahora el gran público solo tenía acceso al relato difundido por las grandes cadenas informativas controladas por el sistema financiero con una versión sesgada de los hechos.

Las preguntas de Carlson llevaron a que el presidente explicara la formación del estado ucraniano, cómo a partir de la disolución de la URSS Occidente y los servicios de inteligencia estadounidense y británicos fueron elaborando una estrategia para tener un gobierno manipulable en ese país, incluidos el ofrecimiento a Georgia y Ucrania, en la conferencia de Bucarest en 2008, a formar parte de la OTAN, así como a desconocer las promesas de James Baker, ex secretario de estado de EE.UU. en 1991 a Mijaíl Gorbachov, de no avanzar con la organización hacia Rusia, a cambio de facilitar la integración de las dos Alemanias. La OTAN en 1996 estaba compuesta por 16 países, hoy llegan a 32.

También explicó la génesis del golpe de estado de 2014 y como la CIA apoyó la instalación en el gobierno de los grupos neonazis.

Detalló el proceso de boicot por parte de las potencias occidentales a los trabajosos acuerdos de Minsk I y II para evitar el conflicto entre Ucrania y Rusia, en este sentido son conocidas las declaraciones publicas de Angela Merkel y François Hollande sobre que en realidad utilizaron el tiempo de las negociaciones para armar a Ucrania.

Asimismo, se refirió con claridad a su posición sobre la autoría de los atentados contra los gasoductos Nord Stream I y II.

Putin no dejó de referirse a las extraordinarias relaciones de su país con la República Popular China, llegando el intercambio comercial en 2023 a alrededor de U$S 230 mil millones, con la particularidad que más del 50% de esa cifra fue realizada en monedas locales y la firme voluntad de continuar avanzando en la construcción de la multipolaridad y el fortalecimiento del BRICS.

Uno de los momentos importantes de la entrevista fue cuando el presidente se refirió a los esfuerzos que hizo Rusia desde 1991 para integrarse a Occidente y la manera que este lo ninguneo siempre, inclusive desconociendo sus propuestas. En un momento dado Putin ofreció integrarse a la OTAN para avanzar en un acuerdo de seguridad colectivo que redujera la posibilidad de conflictos. Inclusive contó como en marzo de 2022, en Estambul, a un mes de iniciado el conflicto, ya tenían un documento preliminar firmado por representantes de ambos países para parar esta guerra fratricida, cuando en un viaje relámpago el ex primer ministro británico Boris Johnson voló a Kiev y “convenció” a Zelenski para volver todo para atrás y evitar el fin de la contienda.

Algo parecido ocurrió en estos días cuando parecía que el gobierno de Kiev acosado por múltiples dificultades, retrocediendo en el frente ante las fuerzas rusas, sin personal ni armamentos suficientes, empantanados en el congreso estadounidense nuevos refuerzos financieros, con grandes dificultades en los países europeos para mantener la aventura, cambios en la cúpula de las fuerzas armadas, avanzaban los rumores de una posible negociación, el actual primer ministro británico Rishi Sunak viaja a Ucrania y firma un tratado de defensa mutua con Kiev dando oxígeno a la continuidad de la guerra.

Pero tal vez el punto culmine de la entrevista se produce cuando el presidente eslavo se refiere a las autoridades estadounidenses y a pesar de todas las defraudaciones y mentiras sufridas por Rusia los invita a reflexionar abriendo la puerta a negociaciones sinceras para solucionar el conflicto y poder tener un dialogo constructivo con Occidente, dando así una señal inequívoca al mundo que Rusia no pretende expandir su influencia, como lo intentan hacer creer las fuerzas de la OTAN, preparándose para una guerra prolongada en Europa, y que su país esta dispuesto a entablar relaciones con la contraparte estadounidense cuando esta disponga y se tenga claro un interlocutor.

Rusia lamenta la guerra a la que fue forzada por el avance continuo de la OTAN hacia su frontera, pero no está arrepentida de sus decisiones. Los objetivos de la Operación Militar Especial siguen vigentes.

El eje anglosajón empantanado en Ucrania

La administración estadounidense aparece estancada ante el conflicto en un momento crucial para la continuidad del gobierno globalista en 2025. No tiene demasiadas opciones. Los republicanos no ceden en su posición de negar nuevos recursos para la guerra. Si el desenlace del conflicto es opuesto a la OTAN sería el fin de la carrera electoral de Joseph Biden. La única estrategia de Washington pareciera ser utilizar los U$S 300 mil millones inmovilizados a Rusia en bancos de EE.UU. y Bélgica, decisión que pondría al sistema financiero al borde de una crisis terminal y un derrumbe de confianza en el dólar en todo el mundo. Después de dos años de iniciado el conflicto podemos asegurar que los objetivos de Occidente respecto de Rusia han fracasado: desgastar económicamente al país eslavo, hacerlo entrar en una crisis económica social y política que destruya la gobernabilidad del presidente Putin, desmembrar este enorme país o balcanizarlo, debilitar el acercamiento y los acuerdos con China su principal socio estratégico, volcar a India, importante socio comercial y de larga amistad con Rusia, hacia Occidente, frustrar las Nuevas Rutas de la Seda en Europa del Este, aislar a la República Islámica de Irán y destruir su revolución, y desplegar un relato global ruso fóbico y cancelatorio de la cultura rusa, lo cual está fracasando rotundamente. Las potencias occidentales deberían escuchar las voces como las de Polibio, historiador y general griego, que hace 2150 años afirmaba: “la historia es la gran maestra de los hombres”. Rusia fue el cementerio de faraónicos proyectos de dominación mundial.

El reportaje y los últimos acontecimientos internacionales van indicando que los pueblos enfrentan un mismo enemigo. El capital financiero internacional que ejerce su poder a través de los fondos de inversión que a su vez dominan las principales empresas transnacionales incluidas las líderes en fabricación de armamentos en EE.UU. y el R.U., operan con sus mayores alfiles en los gobiernos occidentales, y apelan a la estrategia de las guerras híbridas, las revoluciones de colores y a los ejércitos privados.

Nuestro presidente nos coloca en el lado equivocado de la historia

En este marco de conflicto internacional, nuestro presidente, primero se identificó con un bando invitando a Zelenski a su asunción, desconociendo una posición histórica de dialogo, paz y neutralidad de nuestra diplomacia, y ahora realizó el viaje a Israel apoyando las posiciones del gobierno genocida, cuestionado por los países reunidos en la Asamblea General de Naciones Unidas, en el Consejo de Seguridad de la misma organización y condenado por la Corte Internacional de Justicia, luego de la denuncia de la República Sudafricana y otros estados. La visita nos colocó en una situación de extrema vulnerabilidad a todxs lxs argentinxs y nos ofende dando su apoyo a un gobierno que permanentemente ha votado en contra, junto a EE.UU. y el R.U., de cuanta iniciativa se tuvo dirigida a reanudar el diálogo por la soberanía argentina en el Atlántico Sur.

En primer lugar, al descender del avión, declaró que nuestro país incorporará a Hamás en la lista de organizaciones terroristas. También se manifestó a favor de trasladar nuestra embajada de Tel Aviv a Jerusalén, acompañando la solitaria decisión de EE.UU., Kosovo y Papua Nueva Guinea. Desde ya que esa mudanza llevará años ya que la de Israel es una de las pocas embajadas decidida por ley del 31 de mayo de 1951, lo cual requeriría de otra para ese cometido. Por último, luego de visitar el muro de los lamentos pronunció unas palabras donde dejo plasmada su voluntad de que Israel construya el “Tercer Templo” [1] donde hoy se encuentra la mezquita de Al Aqsa en Jerusalén. Todos estos anuncios merecieron el repudio del conjunto de la comunidad árabe y musulmana.

Un mismo enemigo amenaza el futuro de la humanidad

La irresponsabilidad del primer mandatario nos deja a merced de las mismas fuerzas que promovieron la guerra en Ucrania, que están intentando regionalizar el conflicto en Medio Oriente, que se aprestan a generar otro foco de tensión en el Mar de China Meridional, que usurpan ilegalmente las Islas Malvinas y del Atlántico Sur, con proyección a la Antártida, que desembarcaron en Ecuador con la excusa del combate al crimen organizado y el narcotráfico e intentan ir tras los mismos pasos en nuestro espacio continental para saquear nuestros recursos.

Es el mismo enemigo que se expresa a través de la generala Laura Richardson, jefa del Comando Sur de EE.UU., cuando no dejando lugar a ninguna duda se refiere a “nuestros recursos” como si fueran de ellos, desempolvando la bicentenaria “Doctrina Monroe”.

Es el mismo enemigo de los pueblos que no les importa masacrar cientos de miles de ucranianos, congoleños, palestinos, sudaneses, haitianos, guatemaltecos, sirios, yemeníes o argentinos, como los 323 jóvenes asesinados en el hundimiento del Crucero General Belgrano el 2 de mayo de 1982, con tal de llevar adelante sus mezquinos planes de acumulación infinita.

El presidente, oriundo de la provincia de Leningrado, los desnudó y los presentó como son ante la comunidad internacional. Es de esperar que el pueblo estadounidense lo haya escuchado, de el depende en gran medida el destino de la humanidad. Por esas razones creemos que la entrevista es de suma importancia, observarla y reflexionar sobre nuestra realidad.

Es imprescindible la solidaridad en la lucha internacional contra el imperio financiero especulativo, forma adoptada por el capitalismo en su etapa actual de desarrollo.


[1] El primer templo de Jerusalén fue destruido por los babilonios en 586 a.n.e. y el segundo en el año 70 por los romanos.

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