Nuestras abuelas y madres, y muchas mujeres actualmente, no podían sentarse a descansar hasta que la casa estaba limpia y la ropa recogida, los niños estaban bañados y cenados, la cena para el marido servida, los platos limpios en el escurridor y todo preparado para el día siguiente. Ellas eran (y son) las últimas de la lista y solo podían dedicar a sí mismas el tiempo que les sobrara después de haber atendido a toda la familia.
Con el feminismo está pasando exactamente lo mismo. ¿Cómo que pretendemos tener un movimiento (lucha, filosofía, reivindicación) de mujeres solo para las mujeres? ¿Qué clase de egoísmo brutal nos ha poseído? ¿Cómo se nos ocurre ocuparnos de nosotras mismas sin haber atendido antes “lo importante”? Tengamos en cuenta que lo importante es: la lucha de clases, la precariedad laboral, el cambio climático, las guerras, los desahucios, el racismo, y lo más importante de todo: los hombres. Sí, por supuesto: los hombres que sienten que el feminismo les discrimina, los hombres que quieren ser mujeres, los hombres que quieren liderar el feminismo, los hombres que se sienten avasallados por el feminismo, los hombres que quieren escupir, estrangular o morder a sus mujeres mientras las follan cuando les apetece, los hombres que quieren contarnos a gritos por la calle su opinión de nuestros cuerpos, los hombres que no follan porque somos malas y olvidamos que tienen derecho, los hombres que quieren decidir si se ocupan o no de sus propios hijos, los hombres que no son capaces de realizar ninguna actividad laboral sin tener criada y niñera gratis en casa. ¿Cómo se nos ocurre?
A un hombre jamás se le ocurriría pretender que su sindicato del metal se pronuncie sobre la situación de las mujeres en Afganistán, que su organización ecologista se ponga a parar desahucios o que su grupo de montaña luche contra la subida del aceite. Porque ellos tienen derecho a compartimentar y a ocuparse de lo que les salga de los huevos. Nosotras no. Y no lo tenemos principalmente por dos razones: se espera que primero nos ocupemos de todo lo demás porque para eso somos madres y cuidadoras, y porque lo nuestro nunca es lo importante.
Si protestamos por cualquier amenaza a nuestros derechos saldrán miles de voces asegurándonos que es una cortina de humo para tapar lo importante (la pobreza, la guerra, los derechos laborales, los recortes en sanidad…) Qué osadía la nuestra, pretender tener derecho a abortar o a no ser explotadas sexualmente mientras hay niños pasando hambre, mientras sube la temperatura del planeta o el médico te da cita para dentro de tres meses. El colmo del egoísmo, mujeres desnaturalizadas que ya no somos como las de antes.
Y por eso nos van a quitar el único día de reivindicación al año que tenemos. Porque nos lo merecemos, por malas, por egoístas, por haber olvidado que los hombres son el niño en el bautizo, el novio en la boda, el muerto en el entierro y los reyes de la creación. Así aprenderemos a no salirnos de nuestro sitio, que es el último de la fila.
Y así están apareciendo los carteles para el 8M por todo el país y se están desarrollando las asambleas preparatorias. El de la foto, de Barcelona, llama a luchar contra la precariedad, las fronteras y los genocidios. En Bilbao solo se habla de cuidados (¿de qué otra cosa nos íbamos a ocupar las mujeres?), de pollas femeninas marginadas e hipersensibles y de que haya mucho ambiente festivo. Porque los hombres necesitan fiesta y no podemos estropéasela amargándoles con 100 mujeres asesinadas el año pasado, que somos unas rancias. Porque por no saber las mujeres no sabemos ni reivindicar, y si olvidamos las prioridades que impone el patriarcado, el patriarcado tomará al asalto el feminismo para recordárnoslas.
Y muchas mujeres que se dicen feministas se están dejando, diez siglos de machismo incrustado en la piel nos controlan y ellos lo saben. Pues conmigo (y con muchas otras) no contéis. Como mujeres (y por lo tanto personas, aunque os sorprenda), nos preocupan muchos temas del mundo y de la sociedad. Pero al feminismo solo las mujeres y nuestra igualdad. Y si os parece egoísta o desnaturalizado es porque sois unos machistas de mierda. Cuanto antes descubráis que solo tenéis una madre y que el resto de las mujeres no lo somos, antes os haréis hombres.
