El regreso de la “estanflación” atormenta al Reino Unido

0

“nada viaja más rápido que la luz, excepto las malas noticias”
Douglas Adam, humorista británico

.

Planea sobre el Reino Unido la combinación tóxica de la  estanflación: estancamiento económico, con aumento del paro y de la inflación. Las señales económicas en el Reino Unido no son muy halagüeñas. La inflación ha disminuido significativamente desde que alcanzó un máximo de más del 11% en octubre de 2022, pero la última cifra general del 3,9% sigue siendo casi el doble del objetivo del 2% del Banco de Inglaterra que expertos económicos advierten no alcanzará hasta después de 2027.

La economía del Reino Unido sufre el término acuñado en los años 70: la “trampa estanflacionaria”. El político conservador Iain McLeod, entonces portavoz de cuestiones económicas en la oposición, acuñó el término mientras hablaba en la Cámara de los Comunes en 1965:

«Ahora tenemos lo peor de ambos mundos», afirmó: “No sólo la inflación por un lado o el estancamiento por el otro, sino ambas cosas juntas. Tenemos una especie de ‘estanflación’

La combinación tóxica de la estanflación: la trinidad del lento crecimiento económico, con aumento del paro y de la inflación, es la combinación de “estancamiento” e “inflación”. El estancamiento es exactamente lo que parece: la economía británica no está creciendo y lo hace débilmente. Mientras tanto, la inflación significa que bienes y servicios como alimentos, combustible y ropa se están volviendo más caros, lo que significa menos dinero para que las familias gasten.

El Reino Unido todavía tiene una de las tasas de inflación más altas de todos los países del G7: Reino Unido 3,9%, Italia 0,7%, Alemania 3,2%, Francia 3,5 %, EEUU 3,1%, Japón 3,3%. Jagjit Chadha, director del National Institute of Economic and Social Researc (NIESR) manifestó que la economía había sufrido cinco años de “pérdida de crecimiento económico”, y se esperaban una inflación persistentemente alta y déficits gubernamentales semipermanentes en el futuro previsible y apostilló: «El crecimiento no irá materialmente más allá de su pico anterior a Covid en el horizonte del pronóstico»

La proyección de una inflación persistente se basa en que el crecimiento de los salarios se mantendrá por encima del 6% este año y el próximo, y la inflación de los precios de los alimentos, que alcanzó un máximo de 30 años en marzo 2023 disminuyendo lentamente desde un máximo del 17%.

Tasas de interés

En respuesta al aumento vertiginoso de la inflación, el Banco de Inglaterra aumentó el tipo de interés básico 14 veces desde su mínimo histórico del 0,1 % en diciembre de 2021 hasta su nivel actual del 5,25 %.. A pesar de que el Banco de Inglaterra pronosticó que el Reino Unido no entrará en recesión en 2023, el PIB cayó inesperadamente un 0,3% entre septiembre y octubre. Y cuando el PIB cae, la economía se acerca a una recesión, que se define como dos trimestres consecutivos de crecimiento negativo.

Mercado laboral

La pandemia y el Brexit han creado una escasez de habilidades en el Reino Unido. La fuerza laboral se ha reducido y muchas personas optan por no regresar a trabajar, ya sea por jubilación, por enfermedad prolongada o por cuidar de su familia. Un mercado laboral ajustado significa que los empleados pueden exigir salarios más altos. Para retener al personal, las empresas se ven obligadas a cargar los costos adicionales a los consumidores, aumentando así aún más la inflación. Se espera que la  tasa de desempleo alcance un máximo del 5,1% en 2025 frente al 4% del 2023.

Se resucita el recuerdo de la estanflación de la década de 1970 en el Reino Unido, entonces la inflación se disparó (del 9,2% en septiembre de 1973 al 12,9% en marzo de 1974) y el desempleo también aumentó marcadamente lo que provocó una situación miserable para millones de familias, con largos períodos de alto desempleo. También obligó a los bancos centrales a fijar objetivos de inflación. La mayoría de las economías optaron por una cifra de alrededor del 2% anual.

Un objetivo de inflación permite a las empresas fijar los precios correctos y permite a los hogares planificar mejor su gasto. También crea economías más estables y aisladas de este tipo de shocks. Pero coincidió con problemas de producción causados por la escasez de combustible debido a la crisis del petróleo de octubre de 1973, a raíz de la decisión de la OPEP de no exportar más petróleo a los países que habían apoyado a Israel durante la guerra de Yom Kipur, que enfrentaba a Israel.

 Esto provocó que los precios se dispararan, lo que a su vez encareció la producción industrial y, por tanto, menos rentabilidad. Entonces las empresas desaceleraron la contratación y dejaron de crecer, lo que paralizó la economía. La inflación sacudió la Comunidad Económica Europea (formada entonces por 9 países: Alemania, Francia, Italia, Países Bajos, Bélgica, Luxemburgo, Dinamarca, Irlanda, Reino Unido) sepultando el crecimiento de muchas economías.

En la actualidad el panorama se ha exacerbado por la escasez mundial de suministro de gas y el conflicto militar de Ucrania, mientras las sanciones a Rusia hacen subir el precio del petróleo y por si faltaba la guinda al pastel, el proceso actual coincide la acción militar en el Medio Oriente con el potencial de tener un efecto de contagio regional más amplio. Con el 12% del comercio mundial atravesando el Canal de Suez y el 20% del consumo mundial de petróleo a través del Estrecho de Ormuz, cualquier guerra más amplia podría ser el catalizador de una profunda contracción de la oferta y un aumento repentino de los precios.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.