Cui prodest en los atentados de Irán

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En torno a un centenar de muertes y otros dos centenares de heridos, cifras que varían bastante según las fuentes, ha provocado una serie de dos atentados sucesivos mediante explosiones en el cementerio de la ciudad iraní de Kerman, durante la celebración de un homenaje al fallecido general Soleimani, considerado mártir en el país por haber caído en un ataque con drones estadounidenses en 2020. A la celebración se habían desplazado miles de personas que al parecer se vieron sorprendidas por una primera explosión y nuevamente atacadas después por una segunda durante la confusión del tumulto de personas que acudieron al auxilio.

Más allá del profundo rechazo que suponen este tipo de crímenes, sin importar donde se perpetren, y obviando la terrible circunstancia de que según afirman se encontrarían bastantes niños entre esa cifra de muertos, la escalada bélica a la que se dirige la actualidad geopolítica del entorno conduce a preguntarse quién y por qué ejecuta semejante salvajada en Irán.

La prensa española en su mayoría asegura que se desconoce aún el autor de los atentados aunque evidentemente señala que son inequívocos actos de terrorismo. Medios como El Confidencial en cambio apuntan a que se trata de una provocación para arrastrar a Irán a la guerra y para ello aporta dos contundentes argumentos, primero que Netanyahu reveló recientemente que asesinaría a toda la cúpula de Hamas «dondequiera que estuviesen», entre los que estarían implicados los responsables de la Guardia de la Revolución Islámica iraní por su vinculación con Gaza o Yemen, y que muy probablemente se encontrarían entre los asistentes al homenaje póstumo; segundo, que los atentados fueron actos de terrorismo sofisticado -mediante la activación teledirigida de maletines explosivos- y no mediante actos suicidas, modus operandi que se acercaría más a la rutina de los servicios secretos israelíes.

Mención especial merece el diario El País, que ante la inevitable referencia a la autoría de Israel primero apunta la explicación, debida a una autoridad local, sobre explosiones de bombonas de gas y luego aporta la inestimable opinión de expertos de Washington que enumeran una lista de sospechosos habituales y aseguran, con asombroso desahogo, que Israel es conocida por asesinar selectivamente a científicos iraníes pero no por lanzar bombas a las multitudes. Hace falta una dosis de desfachatez de niveles épicos.

Periodistas independientes y autores de contenido en redes sociales aseguran en cambio que la relación de Israel es más que evidente y que tras ellos se encuentra la colaboración necesaria de EEUU. Indican además que personajes relacionados con la potencia norteamericana han llegado a comentar en programas de televisión que Irán respalda a los hutíes de Yemen y que sus recursos y cuarteles son fácilmente visibles desde el espacio y «se pueden volar«.

Por supuesto, portavoces oficiales manifestaron que «EEUU no está involucrado y no posee información de que Israel lo esté», declaraciones que abundan en la experiencia internacional reciente y el historial histórico de USA, en las que aseguró no tener parte en la larga relación de guerras e injerencias en las que estuvieron relacionados, sin ir más lejos en el misterioso boicot del gasoducto Nord Stream.

Con todos esos ingredientes, la respuesta al conocido adagio latino usado popularmente para esclarecer problemas, cui prodest, tiende a buscar la solución del principio de la navaja de Ockham de la explicación más simple y probable. Detallemos las evidencias empíricas. Sólo en las últimas horas -últimas horas-, esta es la política exterior de Israel:

  • perseverar en la ejecución del genocidio contra el pueblo de Gaza
  • matar con un dron a un diputado de Hamas en territorio de Líbano
  • atacar desde el aire territorios al este de Siria para asesinar a 23 supuestos guerrilleros iraníes

Respetable bagaje internacional. Cualquier persona que sepa atar dos hilos podría llegar a una conclusión muy lógica. Un espectador neutral podría pensar que Israel parece dispuesta a provocar una guerra en una zona donde desataría tal nivel de países e intereses implicados que cabría pensar en el inicio de un tercer conflicto de nivel mundial.

Probablemente ese espectador neutral llegaría a la conclusión de que, ya desatada su furia sin control contra Palestina que considera justificada ante la opinión pública de las democracias occidentales tras los sucesos del pasado octubre, Israel no tiene otro camino que continuar corriendo hacia adelante, y ese camino no tiene vuelta atrás ni pausa posible. O se provoca la guerra a nivel global o su deriva no tiene razón de ser.

Por su parte, el poderoso aliado y benefactor de Israel, EEUU, que trata de mantener viva la llama en Ucrania mediante supuestos nuevos ataques a civiles pero al mismo tiempo ve que sus maniobras no dañan como esperaba a Rusia, encontraría en la implicación de Irán la definitiva escalada bélica que añadiría más madera a su colosal gasto y despliegue militar. Mucho más tras comprobar que la respuesta de Yemen es más contundente de lo que quizás esperaba en el Mar Rojo con la excusa de ser los «guardianes de la prosperidad» del tránsito marítimo comercial.

Pues en estas nos hallamos y estos interesantísimos tiempos nos tocó vivir.

Y aquí, en España, nuestro Gobierno más progresista nunca visto ¿qué es lo qué dice? ¿Qué explicaciones aporta sobre su papel colaboracionista con la OTAN en el apoyo logístico y armamentístico a Israel, o de su papelón en el Mar Rojo? Pues nada, qué van a decir, son unos mandados. Que ojalá se acabe la guerra por decreto así como ellos acabaron con los desahucios o los contratos temporales.

1 COMENTARIO

  1. De acuerdo con todo salvo con la afirmación de que «son tiempos interesantes», no en absoluto, interesante sería que la ONU en pleno les mandara a ambos países beligerantes una contundente respuesta en modo de embargo y retirada de diplomáticos, en una apuesta por la Paz, esa honrosa virtud que siempre se nos escapa, somos capaces de visualizarla y a continuación algún mal nacido, en una de esa conspiraciones que dicen no existir… te la monta parda y, como leí hoy en un artículo: https://mpr21.info/el-retorno-de-las-guerras-resolutivas/ EEUU está muy por la labor de remover avisperos pero sin declarar directamente una guerra pues la de Corea les sirvió de escarmiento.

    Digo EEUU porque es quien puede, quien tiene los medios y quien se inventa las excusas. Pero no hacen nada nuevo, ni interesante, es todo bastante espeluznante y asqueroso. Así se lo dije en un correo por segunda vez a la embajada de Israel que no sé yo cómo no le estamos saturando los servidores o igual ya pasa porque van por el correo nº4 a tenor del que he recibido de forma automática al enviar el nº3 (número que aparece y que os dejo aquí: consular4@madrid.mfa.gov.il ) por cierto, reenvié al presidente de España, por eso de echar mano de la soberanía popular a ver si cuela…

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