La plantilla de esta empresa, radicada en el municipio asturiano de Belmonte, lleva sin ninguna subida salarial superior a un 1-1’5% desde el año 2019, denuncian fuentes del sindicato asturiano CSI, con lo cual han arrastrado una pérdida de poder adquisitivo durante estos años que alcanza el 18%.
Durante la vigencia del convenio anterior al que pretende sustituir el que se está negociando ahora, se habían alcanzado acuerdos de ascensos de categorías profesionales. Esto es lo que los trabajadores llaman “nivelaciones dentro de los grupos profesionales”, lo cual no ha sido cumplido por la empresa en ningún momento, según afirman fuentes sindicales.
El sindicato también lamenta que “en la negociación del convenio actual, de forma vergonzosa, la empresa ofrece una subida salarial del 2%. Evidentemente, tanto en el anterior convenio como en este, sin revisión salarial o sin cláusula de revisión salarial alguna y con unos condicionantes para poder aplicar ese 2% que no cumplen de ninguna forma con unos mínimos de estabilidad salarial, en comparación al coste de la vida o del IPC”.
En lo relativo a dicho 2% de subida, han indicado que lleva implícito algunos aspectos que “vulneran los derechos fundamentales de los trabajadores”. Uno de ellos sería relativo a la asistencia a familiares en ingreso médico. Según la modificación que quiere llevar a cabo la empresa “se descontarían de ese 2% los días que el trabajador asistiese a un familiar ingresado en el hospital”. Otro caso se daría en el momento en que el trabajador asistiese a consulta médica durante la jornada laboral. “Ese tiempo también se descontaría”, denuncia CSI.
Finalmente, los representantes sindicales han destacado que hay que sumar a todas estas condiciones el emplazamiento del centro de trabajo, ubicado en un abrupto terreno de la localidad de Boinas, de un fatigoso recorrido.
