El candidato de la extrema derecha ultraliberal, Javier Milei, ha arrasado en los comicios presidenciales argentinos en un país diezmado por las políticas del populismo y el FMI. La ultraderecha ha obtenido el 56% de los votos, frente al 44% del peronista Sergio Massa, quien había obtenido todo el apoyo de la izquierda en base a un pragmático llamamiento a respetar el mal menor.
El discurso de la antipolítica así ha calado en una población que ha perdonado a Milei sus extravagancias en medio de un contexto de empobrecimiento del país que, con un 142% de inflación interanual, parece haber vendido su alma al diablo en un intento desesperado por escapar de esta situación.
La ultraderecha mundial ya ha felicitado al que será nuevo estadista argentino, y así, personajes como el huido golpista brasileño, Jair Bolsonaro; o el líder derechista español, Santiago Abascal, han expresado en redes su apoyo a Milei.
La izquierda argentina, representada por la candidata que perdió las elecciones en primera vuelta, Myriam Bregman, ha señalado la responsabilidad del gobierno saliente en que Milei haya logrado lo hasta hace poco impensable en la Argentina, augurado un futuro de movilizaciones sociales y resistencia.
Anda llorones, va a mejorar el pais y os jde que demostrara que la izquierda no funciona.