Ayer martes 17 de octubre un misil israelí destruyó el Hospital Bautista Al-Ahli de Gaza donde fueron asesinados entre 500 y 1000 pacientes, enfermos y niños, así como desplazados del conflicto, según citan las fuentes gazatíes. El centro sanitario era uno de los más de 20 centros afectados por la orden de evacuación del Ejército israelí.
El Ministro de Salud de la Franja de Gaza ha asegurado en diversos medios que el ataque no tiene precedentes en la historia y que no se trata del primer ataque a un hospital por parte del Ejército israelí.
En un primer momento varios responsables del Ejército israelí señalaron orgullosos que ellos habían sido pero ante la gravedad del ataque todos ellos borraron sus entradas en la redes sociales y dijeron al unísono que se trataba de un lanzamiento fallido de la Yihad islámica palestina, versión que el propio Biden, que acudirá hoy a Israel, ha “verificado”. Por su parte casi todos los medios occidentales señalan esa versión aunque la BBC ha observado que jamás ha visto esa clase de misiles en manos de los palestinos y que no puede ser otra cosa que uno o varios ataques israelíes. La líder de la Comisión europea Úrsula Van del Leyen ha señalado que hay mucha confusión que ambos bandos se echan la culpa.
Sabemos que la IDF del Ejército sionista ha publicado en su Facebook en árabe antes de borrarlo la siguiente frase: “Debido a la falta de instrumental y personal médico, se decidió bombardear el Hospital Bautista en Gaza y aplicarles la eutanasia.”
